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Carlos Vicente Castro (Guadalajara, Jalisco, 1975) Retrato (de Araki) Véanla ahí, modosa, la muy puta, con esa fiebre contenida de mal signo. El color encendido en sus pezones llama a la intoxicación, a la alegre descomposición de la bisutería que la aguarda en un cuarto sin número. Breve instante el que alumbra aquel posible gesto ante el control en peligro de convertirse en relente, humo después de la histeria. Qué ingenuidad la exaltada tela de subidos tonos sobre su piel blanca, digamos mórbida, si no amorosa en un tacto deshabitado.
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