Armando Salgado* (Uruapan, Michoacán, 1985)
Avanzamos a base de destellos, el resto es oscuridad. Alessandro Baricco
* Nieve: relámpago molido. * Seda. Música que intoxica lengua, manos, oído. Oración de opalina. Un árbol a punto de nacer. Línea de estrellas en la palma de un violín. Interludio de hojas superiores. Incendio corporal. Óvulo estremecido entre sábanas. La seda es capricho en vientre de la madre —esperma atravesando el invierno—. * Lobos fraguan guillotinas. * ¿Podrías leer la edad de un árbol? Una tercia de patos desentrañó el agua. ¿Por qué mueren las personas?, pregunté. Los patos tiritaron por el frío, un halo carmesí los rodeó. Eran aves con arena en corazón (arcadas en pupila). Aspiré la sequedad del árbol y los anillos en el tronco (edad de aquel lago primitivo). El hombre extingue sus días porque lo amasaron con agua; tarde o temprano se seca, continuó. Los patos sofocaron la nieve al soplar sobre sus pechos. El lago retumbó. Contar las ramas del nido para saber las décadas del árbol. * Leer con vela y oscuridad encendidas. * Dirán que eres un genio pero la soberbia cegará tus pulmones. No distinguirás el dolor necesario. Perderás cordura y ningún respiro colmará tu sombra. Ni el caballo, ni la nutria, ningún sacrificio bastará. Quebrarás tu violín. Entonces, sólo entonces, podrás invocarme. Solo esa vez iluminaré tu rostro y seré tu madre nuevamente. Hijo, nadie conoce la prosperidad absoluta. Ahogarse es ver entre la niebla la pulcra imperfección de la vida.
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* Estos poemas recibieron el Premio Nacional de Literatura Ignacio Manuel Altamirano en Poesía, 2016
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