Armand Virallonga (Barcelona, 1990) El guardián en la noche Por mucho que me aleje del vientre ahí sigue Orión, blandiendo su espada de gato en la noche, centinela de mi presagio cubre la guardia desde la víspera anterior al día en que asignaron sentido a los mitos. Nunca se ve a Orión como des del patio de mi infancia, nunca aparece más pronto que en mi mirada. Cuando ya no sé como volver, y tan solo cae oscuro en la encrucijada, haga boscaje de edificios o nube de olvido, des del eterno señala la ruta más veloz hacia el patio de mi casa. Pueblo a la sombra del Monolito Era un monolito tan grande, tan grande como el Narco. En las horas de sol justiciero, de ese sol que despelleja y le cobra a uno la existencia, dejaba deslizar por la avenida principal olores azabache. Ellos eran un pueblo peletero. Dedicados al ganado de unos campos yermos. Antes de tocar las campanas; ya en misa, luego otra vez al trabajo y a ese corazón bruno licuado que el día la madre repartía frigoríficos y lavadoras. Dispararían por esa sombra, serían sombra si tuvieran un par de lo que hay que tener para gastarse temprano, o un par menos de venados. Tan solo escalar un poco la peña el paisaje ya queda a los pies del hombre. Tan solo a un par de atajos si pierdes el vértigo. ¿A quién no le iba a apetecer, en la estación seca, un paseo por la ladera umbría? Firmeza Volvió para decirme que se había ido. Para cerrar la puerta dos veces bajó del tren, cruzó el andén de vuelta, y los ciento treinta kilómetros que la alejan y la acercan según da el viento. Volvió; para llevarse el perro y unas bragas limpias, volvió porque solo sabe joderte. Aunque aprenderá más cátedra, se encarga de restregártelo, y a comérsela a otros, créeme se dará cuenta aún no sabe cómo explicárselo pero la trataste mal, te lo reprocha. Está recabreada, rebelde, reacia al recuerdo porque fuiste mal tipo, y es todo lo que importa. Fíjate si está enfadada que cruzó el andén, que tomó los ciento treinta en llanto a la velocidad de morderse el labio, que vino a comprobar por si no era cierto, que la puerta hubiese quedado forzada al marco. Pero la puerta, solo estaba ajustada.
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