Carlos Pérez
(Pico Truncado, Provincia de Santa Cruz, 1980)










I

La madre es angosta
afuera hace miedo 
está oscuro

niño que no sabe llamarse
duerme huérfano

-no me acuerdes
que te nombro
ella le dice
en un sueño-

Algún rincón del cuarto
ve la madre 
en todo su cielo de pechos grandes 
como en la cuna
alguna vez

Y la llama 
Pero no, no hay mama

él acuesta
su hombre temprano 

ha vuelto a ser el hambre 
en la memoria 
de un vientre 

y se pregunta 
ojos puestos en el mundo,

quién será esta cría
que se acuerda
de un pasado 
que no le pertenece.




14 (una mujer)

“Clara pinta un diadema en su nido 
Escucha escucharse
En el agüita porque a ella 
le gusta sersal hervidero
y aferrarse a las piedras
Darle vueltas al amor marea marea 
estrellarse como ola salivosa 
enel agüita porque 
Clara escucha escucharse
Pintando un diadema 
nel nido de su intemperie” 




Seis

Una elegía del aire

Tiembla en los puertos naves encalladas y faros hundidos 

Algún tiempo ha sido encuentro y quebradura sobre sus maderos

Criaturas que hacen de la luna la crónica de su muerte

Su eco serpenteado y mesiánico 

De niño soñé al mar sobre ellos 

Porque soñar hasta el sitio del hombre 

donde hay más azules y herrumbre que en el párpado

tiene el don de la resistencia como cada zarpar cada madrugada

en busca de la escama, la otra corteza y el ayer 

eso que se asemeja tanto a la locura a la deriva 

alamar.




[El mecanismo de la soledad]

El mecanismo de la soledad,
durante una niebla,
(de secretos)
me dijo que el incienso 
de una habitación
en la que moran 
los extranjeros del día
le hace nudos a la carne,
"- y es un graffiti 
del porvenir... -"
me dijo.