Plenamente intermediales e interdisciplinarias, las propuestas contemporáneas de poesía visual se destacan por incorporar procedimientos, técnicas y materiales pertenecientes a la ciencia y a la tecnología. Para la realización de ninguna de ellas basta contar con las herramientas prototípicas de la literatura: tinta y papel. En el proceso de configuración se emplean herramientas como computadoras y softwares (ciberpoesía), rayos láser (holopoesía), cables y cámaras de video (videopoesía) agujas y punteros (skin poetry), microscopios y cámaras fotográficas de alto alcance (biopoesía). 

Las diversas formas que ha asumido la poesía visual contemporánea, en su pluralidad y diversidad, más que ofrecer respuestas ofrecen un amplio abanico de preguntas: ¿realmente se les puede considerar literatura?, ¿hay unas “más literarias” que otras?, ¿por qué los autores las proponen como poesía a pesar de parecerse más a obras plásticas de arte contemporáneo?, ¿llegarán a tener permanencia en el panorama literario?, entre muchas otras.

Los poetas que se encuentran trabajando estas nuevas modalidades del poema visual asumen ser herederos de toda una tradición literaria, pero no dudan en plantear como influencias fundamentales de su trabajo y de su forma de ver el mundo los elementos que han aportado la ciencia y la tecnología al debate de la interdisciplinariedad en el arte.

Si consideramos que el arte ha sido siempre un termómetro del mundo, las nuevas propuestas de poesía visual ponen de manifiesto nuevos tipos de interacciones y son una nueva forma de representar el mundo contemporáneo, a imagen de éste: transitorias, veloces, móviles, experimentales, fugaces, lúdicas, interactivas, únicas. 

A continuación, me centraré en una de estas modalidades contemporáneas del poema visual que cobra cada vez más fuerza y arraigo: la ciberpoesía. 

La ciberpoesía, también llamada poesía cibernética, poesía virtual, poesía en la red o poesía digital, se caracteriza por emplear diversos recursos informáticos que involucran el uso de computadoras, desde el hipertexto, la animación bidimensional o tridimensional, hasta interfaces de realidad virtual muy sofisticadas.

Los ciberpoetas emplean softwares (en ocasiones creados por ellos mismos) para conseguir los efectos deseados en el poema: navegación hipertextual, manejo de las formas, movimiento, sonidos, música. 

Para poder interactuar con el ciberpoema, el perceptor-reconfigurador debe tener a mano una computadora y contar con ciertos conocimientos tecnológicos básicos. Al no existir a manera de libro y al usar la pantalla como soporte, la relación de lectura que establece el lector con el texto es diferente a la de la lectura convencional.

Gran cantidad de ciberpoemas se configuran empleando el concepto de hipertexto. Lo que define al hipertexto no es la ausencia de linealidad, sino la decisión que se debe tomar frente a los múltiples caminos que presenta el universo cibernético. Sin embargo, la ausencia de linealidad no representa necesariamente discontinuidad discursiva, sino más bien un nuevo tipo de continuidad policéntrica. En este sentido, son las decisiones del perceptor-reconfigurador las que van generando una de múltiples continuidades posibles. De ahí que su papel como reconfigurador sea tan importante. El autor dispuso originalmente una serie de elementos que están ahí y que luego son vinculados de manera distinta por aquel que interactúa con la interfaz.

La forma como está configurado el ciberespacio posibilita que cada lector pueda agregar, alterar y editar un texto. Abre la puerta a la creación colectiva, a las obras abiertas, móviles, transitorias y cambiantes, así como a la posibilidad de tener acceso a textos que no han sido aprobados por los criterios de un editor o una editorial. De este modo, se inaugura un espacio de flexibilidad en el que puede participar cualquiera que cuente con las herramientas tecnológicas necesarias.

De todas las formas de la poesía visual contemporánea, la ciberpoesía es aquella en la que el perceptor-reconfigurador establece una relación interactiva más alta. El configurador del ciberpoema dispone el texto, los vínculos e hipervínculos, así como las imágenes y sonidos. Sin embargo, éstos se activan a partir de que el perceptor-reconfigurador opera el teclado y el mouse de la computadora. Así, el ciberpoema se manifiesta al ritmo que el perceptor le impone y, como ya se mencionó antes, los sentidos que se van generando se construyen a partir de las decisiones que el perceptor-reconfigurador va tomando.  En muchas ocasiones, el perceptor incluso puede modificar el texto o incluir textos propios, cambiar colores, formas y diseños, con lo cual se convierte en un nuevo configurador de la obra. Estas modificaciones pueden ser guardadas en una memoria y, de esta manera, el nuevo configurador establece un diálogo silencioso con otros cibernautas del mundo, quienes a su vez pueden interactuar con el nuevo ciberpoema. En síntesis, si no hay un operador que interactúe con el ciberpoema, éste no es más que una conjunción de elementos previamente configurados en espera de ser despertados para detonar sentidos.

Hasta el momento no existe ninguna clasificación seria de las diversas modalidades de ciberpoesía, de modo que propongo la siguiente:


Ciberpoesía aleatoria

A través de un programa de computación que contiene palabras de distintas categorías gramaticales o frases previamente almacenadas, así como reglas gramaticales y sintácticas básicas, el usuario puede crear textos. La participación del perceptor-reconfigurador es altísima. De hecho, el ciberpoema aleatorio cobra existencia en el momento en que el usuario del programa interactúa con los elementos previamente almacenados. El azar tiene un papel vital en la configuración de estos textos.


“Poetry CreatOR2”

“Poesía Asistida por Computadora”

“Cibersonetos y otros modelos poéticos y módulos instrumentales”

Es aquella que incorpora el hipertexto como elemento central, con el fin de crear una obra que va tomando diversos caminos y se va configurando de diferentes maneras según las decisiones de lectura del perceptor-reconfigurador.

Ciberpoesía semiótica

Es aquella que emplea signos gráficos (letras, números, signos de puntuación) para crear imágenes donde la carga visual es más importante que la semántica. Se asemeja a las propuestas del letrismo y de la poesía tipográfica; se vincula con las propuestas estéticas de la poesía visual en papel centradas en explorar las posibilidades visuales de la grafía.


"Tipoemas y Anipoemas”


Ciberpoesía animada

Todas las obras de ciberpoesía incluyen elementos que se mueven. Sin embargo, los ciberpoemas animados son obras poéticas en las que el movimiento es lo más importante: las palabras se mueven o se modifican progresivamente, ya sea de forma automática o por la interacción con el perceptor-reconfigurador.


“The Set of U”

“Sumergida”

“Desprendiendo”


Ciberpoesía virtual

Consiste en textos digitales tridimensionales complejos, interactivos, navegables por medio de interfaces de realidad virtual.


“The House”

“Colección de literatura electrónica”



Si bien sigue siendo un terreno que muchos descalifican por su permisibilidad y por la flexibilidad que representa que cualquiera pueda subir a la red sus trabajos, cada vez existen más intentos por analizar y exponer la ciberpoesía en foros que le han permitido ir ganando legitimación. Prueba de ello es la muestra “e-motive: Visual Poetry in the Digital Age”, organizada por la University of Essex, Reino Unido, la cual tuvo lugar del 15 de junio al 16 de julio de 2006. En Internet se encuentra disponible una documentación virtual de la exposición.

La ciberpoesía es un terreno fértil de posibilidades ilimitadas. Seguramente, a medida que continúen llevándose a cabo avances tecnológicos en el mundo de la informática, éstos serán aprovechados por los ciberpoetas de todo el mundo con la finalidad de configurar ciberpoemas en donde el perceptor-reconfigurador explore nuevas interacciones, nuevos elementos y nuevas experiencias.