El 7 y 8 de mayo, el Salón de Actos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, volvió a ser un espacio tomado por la poesía, pues se llevó a cabo el Encuentro de Poetas Universitarios que en su segunda edición rindió homenaje al poeta chileno Gonzalo Rojas (1917-2011).
El encuentro inició con la conferencia magistral Estudiar letras sirve para escribir palabras del dr. Eduardo Casar, quien muy entusiasta habló de la importancia de la práctica constante de la lectura para el oficio de escribir. Al respecto señaló: “escribir es algo que se aprende en gerundio: escribiendo”. También leyó algunos poemas: “...y ya escrito el poema,/ ya bien pasado en limpio,/ cuando ya eliminamos/ borraduras y atajos,/ detenerse”. Casar Agregó que la obra del poeta chileno homenajeado representa una cima teológica en las letras hispánicas.
A mediodía, los miembros del Seminario de Investigación en Poesía Mexicana Contemporánea (SIPMC) comentaron algunos de los recursos más utilizados en el ejercicio lírico: por un lado, la narratividad como recurso cada vez más presente. Por otro, Eva Castañeda cuestionó la abundancia de las antologías publicadas recientemente, y la necesidad de los compiladores por legitimarse a partir la creación de ciertas categorías, a veces extrapoéticas, en las que encasillan a los poetas para la conformación del canon; además, Roberto Cruz Arzábal propuso, con base en sus apuntes sobre la obra de Ulises Carrión, mirar el libro en todas sus posibilidades, en el entendido de que la materia también comunica.
Por la tarde surgió la polémica, luego de la lectura intercalada entre el poeta universitario Héctor Iván González, con los inéditos Resistencia superficial y Elogio de la forma, la poeta Adriana Tafoya, más tanática que erótica, con algunos conmovedores textos de Malicia para niños,Balam Rodrigo con los inéditos de Marabunta. Se cuestionó la eficacia de los recursos electrónicos, y las nuevas formas en que se le presenta la poesía a cierto público no conformado estrictamente por académicos; también se habló de la necesidad de buscar vías de análisis para la comprensión del poema, pues quedó expuesto que existe, en cierta medida, el rechazo a la crítica de poesía. Sin embargo, los poetas estuvieron de acuerdo en que es favorable utilizar estos recursos siempre y cuando lo que se presente sea poesía. La discusión sobre qué es lo poético, quedó abierta, aunque se encontró una de las múltiples respuestas que esta interrogante puede plantear, cuando fue el turno de Marco Fonz, con la lectura de algunos versos del poema Afortunadamente no poseo nada: “hace tiempo desfloro futuros/ y hago moños al pasado… No soy de los que pone mucha atención dentro de una caja llena de recuerdos./ Y cuando pongo atención la pierdo inmediatamente./ Entonces me como una dulce hora./ y ya tengo algo que platicarle a mis conciencias”. Provocador, dijo que la poesía mexicana no existe, pero puede existir. Javier Raya también tuvo una inesperada presentación que dejó al público anonadado porque, literalmente, demostró que la poesía puede ser un bocado, sí, con placer y todo; la poesía son las palabras que el poeta rumia. Mediante la irreverencia, Fonz y Raya, cuestionaron las maneras de escribir y de leer de los poetas de este siglo XXI.
El segundo día del encuentro, felices porque amanecieron con poesía, el poeta y académico chileno Hernán Lavín Cerda y el Dr. Manuel S. Garrido, recordaron a Gonzalo Rojas, su compatriota y amigo, desde el 1er encuentro de poetas jóvenes en Valdivia (1961); para ello, leyeron algunos poemas representativos como: “No hay proceso que valga, ni teoría,/ para parar el tiempo que nos arrasa./ Vuela y vuela el planeta, ¿y el muerto?: inmóvil,/ ¡y únicamente el viento de la Palabra!”, o el entrañable Carbón, que hace referencia a la ausencia del padre. El erotismo se hizo presente en poemas como Quedeshim Quedeshot y El fornicio.
En este tono continuaron Mariana Ortiz y Joselyn Martínez, investigadoras del SIPMC, quienes en sus ponencias se refirieron a Gonzalo Rojas a partir de la influencia que en él tuvo André Bretón. Lo definieron como un poeta de lo luminoso pues, para él, la unión sexual figuró una visión de la poesía como paradigma de lo sagrado y lo profano.
Por la tarde, Venancio Neria conmovió al público con poemas en los que lo regional está fuertemente marcado, y cantó en hñahñú: “el río pasa:/ nunca cesa./ La vida pasa:/ nunca hay redes.”; Oscar de Pablo, igual que sus compañeros, mantuvo un tono crítico con los poemas que leyó: “De carretes de hilo verticales/ y tensos. Y unidos por la espuma, telegráficamente. Y el mar es la ciudad y la ciudad lo es todo. Y no existen los puertos. Y no existen acciones importantes/ que por su magnitud se basten a sí mismas. Y la tragedia ya no puede imitarlas. Y por eso esta épica de carretes. Y por eso esta época de los engranajes”; luego, Alma Karla Sandoval fue muy aplaudida al leer el poema Por si acaso:
Y si vinieran por nosotras,
iríamos, como la Woolf,
con nuestros libros en la mente,
con nuestro canto por delante.
Y si vinieran por nosotras,
iríamos sabiendo que soñamos lo imposible,
que no dejamos de sangrar porque quisimos,
que no abandonamos en la calle a ningún justo.
Y si vinieran por nosotras,
iríamos con las manos en la nuca,
con el orgullo en alto,
meciéndonos como banderas
con los senos libres de culpa.
Y si vinieran por nosotras,
iríamos porque marchamos,
porque fuimos la tierra,
el caldero,
el agua del rebelde
y el consuelo en la agonía.
Y si vinieran por nosotras
con sus armas largas,
sus uniformes del crimen,
sus puños de patriarcas psicópatas,
iríamos porque entonces,
si vinieran por nosotras,
es porque habríamos vencido.
Ya de noche, en la mesa de clausura, estuvieron Rodolfo Mata, quien leyó poemas de su libro Qué decir, y algunos inéditos de Miss reality. Por su parte, Daniel Téllez leyó parte de El cielo perezoso: “avispamos por el día once una tríada de rocosas/ peñas les citan/ peñas que rematan la capilla que son de tributo/ y con ellas retornó nuestro garbo postremo del miedo/ último nos gusta recordarlo/ filigrana senda/ no digas autopista, taladra chocante,/ como a pudor y añoranza/ corea invariablemente...” Pura López Colomé anunció su nuevo proyecto que es afín a la música, se refirió al poder de convocatoria inherente a la poesía, y recordó la importancia del poder transformador del arte en la imagen. Leyó varios poemas como: “Fui yo/ la imantación/ que deletreaba:// aunque sepas que un volcán/ de prometidas emociones/ late y pulsa junto a ti,/ no le des la cara/ ni la espalda/ nunca.”
Gracias a la calidad de los poetas invitados y al trabajo que realizaron los coordinadores, Eva Castañeda y Jorge Aguilera López, el encuentro fue un éxito. Se mostró la producción más significativa de los autores, quienes fueron generosos al dar a conocer muchos inéditos, con lo cual se mostró la pluralidad de voces que actualmente pintan el panorama de la poesía en México.
Este espacio promueve el diálogo entre poetas, académicos y universitarios, con el fin de proponer otros horizontes de lectura en la poesía reciente, y examinar la relación entre la academia y creación poética. Aunque sean múltiples las posibilidades que tienen los poetas para crear poesía, la universidad los recibirá orgullosa, porque la poesía es comunión.