32
Al mediodía un chapuzón
nos refresca
la confianza.
−Hay dios.
Al media noche un ascua
mal avivada revive
la desconfianza
−No hay dios.
50
Rueda de la fortuna
−vuelta y vuelta.
Vamos pisándoles la huella
a los que nos persiguen
−vuelta y vuelta−
también rendidos.
112
Miramos desde las peñas
la estepa helada del alba
como guardias de una muralla
que en la capital nadie recuerda.
¡Ah si hubiera a la vista un ejército bárbaro
a cuyas huestes pasarse!
228
Cirros sólidos de hielo seco
contra un cielo herrumbrado:
aire fijo.
Y abajo una estampida
de tolvaneras ácidas:
espíritus silvestres.
Se sirven de fondo el uno al otro
el anhídrido carbónico
y el óxido de fierro.
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