No. 68 / Abril 2014 |
“¿No te gustó mi vida?”
Mística y Poesía Por María Auxiliadora Álvarez
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Al igual que Walt Whitman, Juan Ramón Jiménez conjugó la racionalidad de Occidente con la espiritualidad del Oriente. Whitman relacionó el pragmatismo norteamericano con la Escuela Trascendentalista, cuyos miembros adoptaron los principios de la espiritualidad persa del medioevo. Juan Ramón Jiménez escogió la fuente de la religión hindú a través del poeta bengalí Rabindranath Tagore (traducido al español por su esposa, Zenobia Camprubí). Tagore (1818-1892) recibió el Nóbel en 1913, y Juan Ramón (1881-1958) lo recibió en 1956. … En medio hay, tiene que haber un punto, una salida; el sitio del seguir más verdadero, con nombre no inventado, diferente de eso que es diferente e inventado, que llamamos, en nuestro desconsuelo, Edén, Oasis, Paraíso, Cielo, pero que no lo es y sabemos que no lo es […] Y el idioma, ¡qué confusión!, qué cosas nos decimos sin saber lo que nos decimos. Amor, amor, amor (lo cantó Yeats) ‘amor en el lugar del excremento’. ¿Asco de nuestro ser, nuestro principio y nuestro fin; asco de aquello que más nos vive y más nos muere? ¿Qué es entonces la suma de lo que no resta; donde está, matemático celeste, la suma que es el todo y que no acaba? […] Yo oigo siempre esa música que suena en el fondo de todo, más allá; […] Espacio y tiempo y luz en todo yo, en todos y yo y todos! […] el sol que nunca más me dejaría los huesos solos […]‘Y para recordar por qué he venido’ […] ‘Y para recordar por qué he nacido’ […] ‘Y para recordar por qué he vivido’ […] ¡Qué inmensamente hueco me sentía! […] Y en el espacio de aquel hueco inmenso y mudo, Dios y yo éramos dos […]¿Y no podremos ser por siempre lo que es un astro hecho de dos? No olvides que, por encima de lo otro y de los otros, hemos cumplido como buenos nuestro mutuo amor. Difícilmente un cuerpo habría amado así a su alma [….] ¿No te apena dejarme? ¿Y por qué te has de ir de mí, conciencia? ¿No te gustó mi vida? En Animal de Fondo, 1944, publicado un año después de Espacio, reverbera sin embargo el tono de paz y conciliación: “La trasparencia, dios, la trasparencia”
El olear del mediodía canta |
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