Helena Eriksson |
No. 75/Diciembre 2014-Enero 2015 |
Selección de poetas suecos, por Hebert Abimorad. Helena Eriksson (Nyköping, 1962) Reside en Gotemburgo desde 1980. Estudió filosofía. Dirigió la revista literaria Ord & Bild. Su primer libro apareció en 1990. Su poesía se inspira en películas, imágenes y otros textos. Construye sus palabras, como un juego: piedra sobre piedra hasta llegar al poema. Recibió en 2008 el premio que otorga anualmente la radio sueca. Ha escrito cuatro libros. Sus labios cuando leía su rigor. Sabía que ella tenía frío Yo sé un secreto acerca de ti te sientes segura, no sabes mi secreto Aquí voy a pensar en Chandler Abrí el abrigo un cielo de murciélagos voló más allá de este abismo Decidí en el camino por delante de la barraca pasó un extraño viento Me miraban con incredulidad - no era nada a tener en cuenta, un extraño viento era su dominio, ahora también el mío y a ellos no les gustó lo sabía intentó alterarme con defectos trataron de acusarme Era mi dominio Te pusiste en mi camino De repente, mi inquietud tomó una dirección diferente y comencé a correr me agarraste del pelo pasaban centelleando todas las imágenes vistas en películas Pensé en Chandler y empecé a correr me sacaste el abrigo corrí hacia el suroeste, a través de Rosebery Avenue, Teobaldo's Road, New Oxford Street hacia el sur a lo largo de Charing Cross Road, por delante de Cambridge Circus, para terminar en Trafalgar Square en el momento que el sol de la tarde estaba entre las casas de Pall Mall, invité dos personas cualquiera sin techo a cada uno Cohiba, fumé uno y lo mismo admiré su perro que se acostó y durmió debajo de un abrigo me permitió luego absorberme lentamente en las sombras y al anochecer fue lo lírico, entre todo los demás, pero ahora estaba el cuerpo cansado, agotado, sin su compañero las letras al descubierto, sin piel, y tuve remordimiento por todo en estos últimos rayos pero me permitiste descansar, es decir, no me buscaste y nadie respondió el teléfono Te extrañé, pero no tenía nada que hacer con respecto a la cosa en la pared se mueve la luz sombra clara, como un lápiz llevado por un invisible alguien escribe alguien canta, alguien se acuesta alguien no encuentra una prenda en el North East, Ángel de Logiska undersökningar
Bonnier 2009
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