No. 80/Junio 2015 |
Daniela Birt (Ciudad de México, 1990) Discurso contra los Griegos No quiero que mis hermanos sepan de esa Fortuna; sí, de esa, la filósofa aberrante que me trozó el alma, que me devoró el corazón para vomitarlo después en pedacitos diminutos. No, yo no quiero, nada quiero: no quiero que su nombre resuene entre las paredes de mi casa, de mi pueblo, no quiero que lo escuche Nadie, o se les caerán los oídos y explotarán nebulosas con vahos tibios y espesos desde sus bocas hasta el ocaso. No quiero que la conozcan, ni en mi familia, ni en el interior de mi verdadera casa, de mi oscuridad volcánica, ni que mi Madre recuerde su nombre o su casa ni todos los pasos que me llevaron hasta las planchas de San Lucas. Quiero borrar el nombre de la Fortuna idealizada como filósofa del antaño; cuando todos sabemos que es una perra infernal: retozante de imitación, desdicha de altares gota de orín y tinta rancia. No, yo no quiero verla, con su cara de día artificial y su corazón de piedra y alabastro. |