Raúl Renán y las palabras vivas

Dolores Castro

Algunos poetas detienen las palabras en su fluir, y las emplean como recién nacidas, para obligarlas luego a saltar brillantes, flotar inteligentes e imaginativas en el río del lenguaje.

Raúl Renán es un poeta que, remontando el río de las culturas maya de su nativo Yucatán, grecorromana clásica y española del Siglo de oro en sus cánones, puede otorgar al lenguaje de hoy y a su habla nuevo brillo y esplendor cuando escribe en cualquiera de los géneros que ha practicado: poesía, narrativa, ensayo.

En un texto suyo encontraremos ese espíritu clásico rigiendo sus diferentes experiencias de vivir y escribir esencial, brevemente, en poesía y prosa, al abordar diversos géneros literarios con maestría semejante, revitalizando las Catulinarias y sáficas, dándole voz a Los silencios de Homero, por ejemplo; pero también al incorporarse a nuevas corrientes literarias contemporáneas en su búsqueda de la expresión cabal, genuina, que siempre es en él originalidad.

Por fortuna para nosotros también ha difundido el conocimiento de la palabra, la estructura de los poemas en el curso de su fluir, a través de movimientos o corrientes literarias como maestro, conductor de talleres, o contertulio en un sus famosos cafés; orientando siempre a los que se inician en el luminoso camino de la literatura.

Raúl Renán ¿Maya, griego, o clásico, vanguardista?

Raúl Renán poeta buceador del origen y el curso de las palabras en el río de la lengua, en las sonoridades del habla y sus significaciones. Raúl Renán en las profundidades del ser humano quien a través de la palabra conoce el fondo del mar y el río de la expresión que le permite salir y sobrevivir en la superficie.

La destreza de lenguaje que en él señala Mariana Bernárdez es sólo herramienta fina para desentrañar, y en el fondo de la entraña encontrar secretos del existir, del ser. ¿Podríamos encontrar versos más expresivos que éstos de su libro Pan de Tribulaciones?:

                   ¿ A qué esponja se atiene la memoria
                   si ésta cambia de sed frente a la espuma?

Felicidades, Raúl, en tus ochenta años.

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