Luiza Neto Jorge

No. 107 / Marzo 2018




Luiza Neto Jorge
(Lisboa, 1939-1989)

Traducción de Álvaro Cortés

Luiza Neto Jorge nació en Lisboa en 1939. Estudió en la Universidad de su ciudad natal, donde fundó el Grupo de Teatro de Letras. Se mudó a París en 1962, pero previamente fue miembro destacado del movimiento literario Poesía 61, el cual se caracterizó por privilegiar la palabra y la opacidad del lenguaje, en la búsqueda de una expresión depurada y no discursiva. La mayor parte de su poesía fue escrita en Francia, donde permaneció hasta 1970. A su regreso a Lisboa, su producción literaria se centró en la traducción, principalmente de autores franceses. Así fue como llevó al portugués obras de Stendhal, el marqués de Sade, Verlaine, Michaux, Artaud y Yourcenar. También adaptó varios textos para teatro y escribió para cine. Murió en Lisboa en 1989.




5 poemas para a noite invariável1

I
Posso estar aqui
eu posso estar aqui perfeitamente pobre
um círio me acendi espora aguda
o vento ritmo negro assassinou-o

posso estar aqui
― o musgo é lento como a sombra ―

e sei de cor a voz cega das canções
(viola de silêncio acorda-me)

que eu posso estar aqui perfeitamente pedra
insone
e um longo segredo impessoal
bordando a minha solidão


II
Em cada braço uma herança de horizonte
desde o naufrágio de um eco
em cada árvore

trago-me no sol
à hora dos contornos
no sol a voz
é mais difícil
o tempo mais ausente
trago um filho
que parte o caule às estrelas
é louco e sofre
e parte o caule às estrelas

Tragicamente o sol
põe luz nos braços
A morte é uma feira aberta em lua


III
Noite única noite singular impressa
consagração das chuvas e das flores violadas

dos pássaros algemados em voo
dos silêncios por amor à voz
das alquimias pobres alquimias de oiro
das turbinas de aço onde as espadas escorrem

crescem árvores mais definitivas
pálpebras trémulas da noite

é o muro que eu recrio a cal sem vazios diários
todos de verdade nós todos férteis salvos

todos veias claras nós sementes
nós o susto fecundo de vivermos
nós os números e as letras e os desenhos

 

ah matem-me de noite punhais híbridos
sentinela das fronteiras extintas
sentinela última da noite


IV
Gasto-me à espera da noite
impraticável

fiel
sugo os lábios da noite

invariável caio
nos poços da noite

Gasto-me à espera da noite alheia
amassada de gargalhadas doces e areia

Amor anoitecido vem
tecer-me um vestido
nocturno

Atraiçoo os anúncios luminosos
até a lua nova sabe a ausente
– e eu anavalhei-te com naifas de ansiedade –

Estou à espera da noite contigo
venham as pontes ruindo sob os barcos
venham em rodas de sol
os montes os túneis e deus

estou à espera da noite contigo
livre de amor e ódio
livre
sem o cordão umbilical da morte
livre da morte

estou
à espera
da noite


V
Desgrenho cada minuto calmo –
basta de tranças imóveis dobadas sobre mim
caules rectilíneos de flores de pedra

Quebro os tabus de vidro
na beira dos passeios
febril como as pedras prenhes de evasão

e agonio-me de perigos escondidos
a terra imprevista sob a terra
o mar imprevisto sobre o mar

Beijo as espáduas do espaço
desfeito


 

5 poemas para la noche invariable

I
Puedo estar aquí
yo puedo estar aquí perfectamente pobre
un cirio me encendí espuela aguda
el viento ritmo negro lo asesinó

puedo estar aquí
― el musgo es lento como la sombra ―
y sé de memoria la voz ciega de las canciones
(viola de silencio despiértame)

que yo puedo estar aquí perfectamente piedra
insomne
y un largo secreto impersonal
bordando mi soledad


II
En cada brazo una herencia de horizonte
desde el naufragio de un eco
en cada árbol

me trago en el sol
a la hora de los contornos
en el sol la voz
es más difícil
el tiempo más ausente
traigo un hijo
que parte el tallo a las estrellas
es loco y sufre
y parte el tallo a las estrellas

Trágicamente el sol
pone luz en los brazos
La muerte es un mercado abierto en luna


III
Noche única noche singular impresa
consagración de lluvias y de flores violadas

de pájaros esposados en vuelo
de silencios por amor a la voz
de alquimias pobres alquimias de oro
de turbinas de acero donde las espadas escurren

crecen árboles más definitivos
párpados trémulos de la noche

es el muro que yo recreo la cal sin vacíos diarios
todos de verdad nosotros todos fértiles salvos

todos venas claras nosotros simientes
nosotros el susto fecundo de vivir
nosotros los números y las letras y los dibujos

ah mátenme de noche puñales híbridos
centinela de las fronteras extintas
centinela última de la noche



IV
Me consumo a la espera de la noche
impracticable

fiel
chupo los labios de la noche

invariable caigo
en los pozos de la noche

Me consumo a la espera de la noche ajena
amasada de carcajadas dulces y arena

Amor anochecido ven
téjeme un vestido
nocturno

Traiciono los anuncios luminosos
hasta la luna nueva sabe ausente
― y te navajeé con naifas2 de ansiedad ―

Estoy a la espera de la noche contigo
vengan los puentes cayendo bajo los barcos
vengan en ruedas de sol
los montes los túneles y dios
estoy a la espera de la noche contigo
libre de amor y odio
libre
sin el cordón umbilical de la muerte
libre de la muerte

estoy
a la espera
de la noche


V
Desgreño cada minuto calmo ―
basta de trenzas inmóviles devanadas sobre mí
tallos rectilíneos de flores de piedra

Quiebro los tabúes de vidrio
en el margen de los caminos
febril como las piedras preñadas de evasión

y me agobio de peligros escondidos
la tierra imprevista bajo la tierra
el mar imprevisto bajo el mar

beso las espaldas del espacio
deshecho




1 En Luiza Neto Jorge, Poesia 1960-1989, Assírio & Alvim, Lisboa, 2001.
2 El término popularmente se atribuye al “tabú” lingüístico que envuelve la palabra portuguesa “faca” (cuchillo) entre las comunidades portuguesas que se relacionan con hablantes de la lengua inglesa. Ya que “faca” suena como “fuck”, se aportuguesó el término inglés “knife” (cuchillo), que derivó en la pronunciación y escrita “naifa”.