Mañana Esto es un cuadro: no porque intente imprimir color sino porque ésta es la forma que resalta el sentido del momento: devolver la mirada hacia el centro. Aunque no por eso creo que deba ocupar el mismo espacio enfático, a veces esa mirada particular y precisa revela lo que los sueños realizan inevitablemente. No creo necesario resumir el sueño; sí el temor (quizás de ese modo lleguemos más fácilmente). El temor es brutal. Ciertos cambios sorprenden por su producto sensacional y reconocible. Podría incluso decir que algunos no varían las sensaciones ulteriores. Esa aparente inmutabilidad es paradójica: un cambio concluye con el mismo efecto. Quizás a ello le deba la intuición de éste. Eso es… precisamente: el silencio, la mirada corta y la palabra. A veces nos acostumbramos a aceptar cierto número determinado de indiferencias. 11
Descartada al espacio sin orilla. Miro y la mirada |
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