IV Festival Internacional Letras en San Luis

Por Luis Paniagua 

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EEl 18 de junio de 2008, a las 12 del día, se dio por inaugurado el Cuarto Festival Internacional Letras en San Luis, el cual reunió a un nutrido contingente de escritores provenientes de diversos países hispanoparlantes, quienes con visible emoción arribaron a la capital potosina dispuestos a compartir, con el público y con los demás escritores, su valiosa obra. La mayor parte de la comitiva estuvo presente desde la misma inauguración del evento, tal es el caso de José Emilio Pacheco, Iván Oñate, Juan Antonio Masoliver, Sonia Hernández, Ana María Jaramillo, Rocío González, Jorge Humberto Chávez, Luis Armenta Malpica, Ana Clavel, Francisco Magaña, Marcial Fernández, entre otros; aunque no faltaron (paradójicamente) los que, por una razón u otra, llegaron después de haber iniciado el evento.

IV Festival Internacional Letras en San Luis 

Por Luis Paniagua 

El 18 de junio de 2008, a las 12 del día, se dio por inaugurado el Cuarto Festival Internacional Letras en San Luis, el cual reunió a un nutrido contingente de escritores provenientes de diversos países hispanoparlantes, quienes con visible emoción arribaron a la capital potosina dispuestos a compartir, con el público y con los demás escritores, su valiosa obra. La mayor parte de la comitiva estuvo presente desde la misma inauguración del evento, tal es el caso de José Emilio Pacheco, Iván Oñate, Juan Antonio Masoliver, Sonia Hernández, Ana María Jaramillo, Rocío González, Jorge Humberto Chávez, Luis Armenta Malpica, Ana Clavel, Francisco Magaña, Marcial Fernández, entre otros; aunque no faltaron (paradójicamente) los que, por una razón u otra, llegaron después de haber iniciado el evento.

sanluis2-200.jpgLos encargados de “cortar el listón” fueron, como ya es costumbre en estos casos, las máximas autoridades de la ciudad: el licenciado Jorge Lozano Armengol, Alcalde de San Luis Potosí y la licenciada Laura Elena González, Directora de Cultura, quienes hablaron de la importancia de actividades de tal naturaleza para el desarrollo humano (en el sentido más benévolo de la palabra) de las sociedades. Ahí también se dio a conocer el derrotero que seguiría el festival: por una parte, como en todo encuentro literario, las mesas de lectura; por la otra, el merecido homenaje a tres personalidades del orbe literario mexicano: José de Jesús Sampedro por el mérito editorial, Félix Dauajare por su trayectoria y José Emilio Pacheco por el mérito literario. Además, también dentro del marco del festival, se inauguraría la Feria Nacional del Libro de Poesía Manuel José Othón y se contaría con el Concurso de grabado cuyo tema sería la poética del potosino Dauajare, entre otras actividades culturales, todas cobijadas por el maravilloso edificio sede del gobierno municipal y ahora también sede del Cuarto Festival Letras en San Luis.

Una vez concluidos los rituales políticos, dio inicio el verdadero festival. La primera mesa estuvo compuesta por Mario Alonso, Ana Clavel, Sonia Hernández, Ana María Jaramillo, Juan Antonio Masoliver y fue moderada por Daniel Bencomo. En la mesa se leyeron textos de variada índole, prosa y poesía, con diversas temáticas y estilos como escritores sentados en el podium. Terminada la participación de éstos, llegó la hora de hacer una pausa para observar la obra plástica expuesta en la sede del encuentro, visitar la Feria del Libro, caminar por la ciudad, ingerir alimentos o simplemente descansar en la comodidad del hotel para esperar la segunda jornada del día, ya por la tarde.

El público seguía siendo numeroso, al reanudarse las actividades del festival. La segunda mesa principió al las siete de la noche y en ella participaron los escritores Octavio César, Jorge Humberto Chávez, Iván Oñate, Francisco Hinojosa y José Emilio Pacheco. El primer día de actividades cerré bien pues, como debe hacerse en estos casos, la mejor mesa se dejo para el final.

 

El jueves 19 comenzó el festival alrededor del medio día. La mesa para abrir la jornada estaba compuesta por los escritores Luis Armenta Malpica, José María Espinasa, Rocío González, Jaime Loredo y Juan Antonio Masoliver. La participación de los autores estuvo a la altura del aplauso del público quien se mostraba sumamente deleitado al escuchar de viva voz lo que aquéllos tenían que decir. Terminada la mesa, igual que el día anterior, se dio salida franca a los asistentes para que realizaran la actividad que más los edificara.

sanluis3-200.jpgPor la tarde, a eso de las cinco, dio inicio la cuarta mesa del festival. El tema era llamativo y poco atendido en ese tipo de eventos: Las editoriales independientes. Los que debatirían sobre el tema eran José de Jesús Sampedro (Dos Filos), José María Espinasa (Ediciones Sin Nombre), Martín Solares (Almadía), Marcial Fernández (Ficticia) y Luis Armenta Malpica (Mantis), todos autoridades en la materia. Ahí se vertió la opinión de cada editor que, dicho sea de paso, resultaba en muchos aspectos concordante: el perfil de las editoriales independientes, el tipo de lector y de texto, las dificultades para competir son las grandes casas editoriales y las ventajas de hacer edición independiente. Cada uno señaló, a su vez, las perspectivas y los derroteros que a su juicio debería tomar el trabajo editorial, destacándose la opinión de Sampedro quien hizo hincapié en la imaginación que debía ponérsele a las opciones que se abrían para el trabajo independiente.

Posteriormente, el programa continuó con la mesa de autores locales: Juan Félix Barbosa,  Jesús Navarrete, Valentín Corona, Daniel Bencomo, y Saúl Castro. Cada uno dio a conocer su más reciente publicación, unos con poemas y otros con narrativa, pero todos mostrando un trabajo interesante, de buena factura, que dejaba asomar un hilo conductor común: la desesperanza de la modernidad.

Por último, se llegó la hora del momento estelar de la jornada: la premiación a José de Jesús Sampedro por su trabajo editorial a cargo de la revista Dos Filos y del sello editorial homónimo. Los comentarios corrieron a cargo de los escritores Armando Adame, Ignacio Betancourt y Eudoro Fonseca quienes encomiaron la excelente labor realizada a lo largo de treinta y cuatro años por el zacatecano, recordando anécdotas, talleres literarios, autores variados y páginas publicadas por Dos Filos.

El poeta y editor, visiblemente emocionado, ofreció un discurso de agradecimiento por el premio otorgado haciendo énfasis en la importancia del trabajo editorial en el interior del país, manteniendo a flote el trabajo más que valioso que se produce por aquellas latitudes. Una vez terminada la ceremonia de premiación, tanto escritores como prensa tuvimos acceso a una sala del edificio sede donde se llevó a cabo el brindis de rigor para celebrar tan feliz acontecimiento.

 

El día siguiente, es decir el viernes veinte a las doce horas, se abrió la actividad del festival con un emotivo homenaje al escritor Félix Dauajare. Dicho acto corrió a cargo del músico oriundo de San Luis José Antonio Parga quien, acompañado de talentosos músicos, ofreció un recital con canciones arregladas desde la obra poética del maestro potosino. El público disfrutó hasta el último acorde, ansioso de llegar al reconocimiento otorgado por el Instituto de Cultura al que, dijeron, es la figura más importante de la poesía escrita en la entidad. Finalizado el evento, se ofreció un frugal coctel en honor del homenajeado y se extendió la invitación a asistir a las actividades vespertinas.

Ya por la tarde, el público y los escritores llegaron a compartir un rato de amena lectura: Norberto de la Torre, Francisco Magaña, Iván Oñate, Juan Antonio Masoliver, Eudoro Fonseca y José Emilio Pacheco fueron los encargados de brindar sus textos. La participación de cada uno fue desplegada dentro de un clima de camaradería y complicidad que dejó en todos los que ahí estuvimos un grato recuerdo.

 

 

El último día de actividades, el sábado veintiuno, estaba por comenzar. A la hora señalada fueron llegando los escritores que compondrían la última mesa matutina: Jeanne Karen, Martín Solares, Héctor Carreto y Marcial Fernández. Mesa equilibrada, mitad narrativa y mitad poesía, la apertura correspondió a Karen que ofreció unos poemas de corte un tanto triste y pesimista. Posteriormente tocó el turno a Solares quien leyó un cuento cuyo tema era el corrido, de claros matices irónicos y lúdicos. Siguió Carreto con su ya acostumbrado tono irónico, para no desentonar con el anterior, y por último Fernández quien, a través de minificciones, externo su visión de la realidad, igualmente irónica. Terminada la mesa se anunciaba para la noche el evento principal del festival: la premiación a Pacheco por el Mérito Literario.

La noche llegó y con ella el preámbulo: la última mesa de lectura del encuentro pintaba como la mejor: una “batalla campal” en la cual todos los escritores invitados participarían. Por Razones obvias todos los autores fueron breves, pero el público, emocionado, les pidió leyeran más, a lo que estos accedieron. Aquello era una fiesta donde todos lucían alegres.

sanluis1-200.jpgPor último, los escritores José de Jesús Sampedro y José María Espinasa hablaron acerca de la importancia que la obra de Pacheco tenía no sólo en las letras nacionales sino en las de la lengua española. Discursos emotivos, llenos de presencias, de resonancias poéticas y de libros. Ambos escritores calificaron a José Emilio como un hombre de letras comprometido con su trabajo, con la poesía y con la vida, y señalaron la honestidad y la entereza del poeta para mantenerse al margen de las quimeras literarias. Luego, el propio homenajeado ofreció un discurso de agradecimiento por el honor de recibir tal premio, argumentando que su trabajo siempre ha sido lo primero y que es de los único que podría envanecerse el escritor, de estar a la busque da de los instantes que prefiguren el momento poético.

Así, con un clima ameno y tranquilo, se clausuró el Cuarto Festival Internacional de Letras en San Luis, prometiendo el próximo año ser mejor.


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