El santafesino radicado en Córdoba Jorge Dipré, insiste con su desnuda palabra de largo aliento y mirada, en esta nueva entrega de su poesía. Insiste porque la construcción del lenguaje creativo (eso que a veces llamamos poesía) no se detiene nunca. Este nuevo libro de Dipré corrobora una vez más lo que ya sabíamos quienes seguimos sus escritos desde la década del '80: su poesía es edificación pareja y permanente y cada nuevo libro es un nuevo capítulo del libro gigante que viene publicando por etapas. El día que nos reunamos con algo así como las obras completas de este autor veremos una coherencia donde confluyen mano, mirada y construcción del estilo, como pocas veces sucede en el panorama de la poesía contemporánea.

En Todo se quema aquí se reúnen en la primera parte, poemas donde el paisaje del noroeste argentino se filtra y llega a dominar la mirada extra lúcida del autor que, en esa desolación de luz omnipresente de un sol implacable sobre los seres indefensos, encuentra la resignificación del paisaje en la miseria y grandeza del diario vivir. Con una palabra desnudada del oropel, para nombrar lo que debe ser nombrado, el poeta logra describir sin hacer descripción de las claridades despojantes de la tanta luz desolada. "no sé si encender un cigarro / todo podría estallar", dice, o bien "ciudad edificada en el infierno", y el sol como una blanca lápida para los huesos secos, ya que los seres -y el poeta especialmente- se ha consustanciado con la desolación y la luz quemante donde nada perturba al polvo.

En la segunda y última parte del libro, llamada Incrustaciones la soledad del yo golpea como arrimando otro ángulo del ver el paisaje donde se vive. Aquí la pluma de Dipré se vuelve más personal (si eso es posible) y aparece el encuentro o la pérdida de una unicidad del ser, en la vastedad del campo abierto (esa inmensidad que otra vez es la desolada poquedad). El ojo del poeta lo ve todo, pasado y futuro, pero en el presente, en esa lucidez donde la cotidianeidad se mezcla con el juego de espejos del ser y la vivencia, en ese desdoblamiento y en esa juntura, para declararse listo a "morir así / ametrallado de vidas". Hay aquí apelaciones diversas como a "un nuevo sueño" bajo "el cielo de esperma" (que más que ofrecer un nuevo nacer parece circularizar abarcativo la repetición), al vino liberador y a la oscuridad anhelada como liberación de la tanta luz.

Otro libro intenso e indispensable de Jorge Dipré que nos interroga frente a una soledad particular, en paisaje y ser, y frente a la cual sería muy hipócrita quedar indiferentes. La poesía vence por fin la poquedad del lugar y vuelve a ser victoria en la constatación interrogante de un hombre en medio de tanta nada.