Por Fernando de la Cruz

Hay una vibra muy positiva en Café poesía. Ni la gente joven se aburre de las lecturas tradicionales, ni la gente mayor se escandaliza de los tratamientos y temáticas actuales; por el contrario, se han creado diálogos muy interesantes...

Como el sol, la poesía es para todos

Hay una vibra muy positiva en Café poesía. Ni la gente joven se aburre de las lecturas tradicionales, ni la gente mayor se escandaliza de los tratamientos y temáticas actuales; por el contrario, se han creado diálogos muy interesantes. Ha habido lecturas en inglés o en maya, y lo mismo se ha leído a Bukowski que a Calderón. Nos reunimos cada sábado de 7 a 8:30 pm, en el Café Chocolate de Mérida.

Cuando estudiaba la maestría en Athens, Ohio, comencé a asistir a las lecturas organizadas por CJ Smith, director de JKPublishing. Hacia el final de mi estadía, en el verano de 2008, CJ me propuso dos cosas: publicarme una plaquette y establecer en Mérida una sucursal de la editorial y de las lecturas.

La plaquette Seven Songs of Silent, Singing Fireflies (JKPublishing, 2008) se presentó mi última noche en Athens. En cambio, dejé madurar la idea de las lecturas mientras me readaptaba a mi ciudad. Alguien me habló de un nuevo café-restaurante-galería-tienda de antigüedades llamado Café Chocolate, que era muy frecuentado por la comunidad artística. Conocí el lugar y me pareció perfecto. Hablé con Alfredo Sánchez, el dueño, y le entusiasmó la idea. Con el respaldo del Centro Yucateco de Escritores, al que pertenezco, iniciamos tan pronto como nos fue posible.

La primera sesión tuvo lugar en noviembre de ese año, como parte de los festejos por el Día Nacional del Libro. Asistieron 13 personas. El número fue aumentando hasta llegar ocasionalmente a 40. Ahora asiste gente diversa y la vibra, como dije, es chévere. Se vale aplaudirle a cada lector, apapacharlo, invitarlo al cine… pero no criticar su obra pues no es un espacio de crítica, como lo sería un taller o una publicación. También se vale pedir café mientras alguien lee, tomar fotos, apuntarse, etc. En cada mesa dejo poemarios y antologías que la gente hojea en los recesos y que a menudo, pasan a leer.

El proyecto ha crecido: ya se abrió la tercera sucursal de JKPublishing, y de las lecturas de poesía, esta vez en St. Louis, Missouri. En Mérida, las lecturas seguirán mientras haya lectores. Y no faltarán porque aquí no había un espacio como éste, al que cualquier persona pudiera asistir y leer sus poemas favoritos, propios o ajenos.

He anunciado Café Poesía por la prensa, radio y televisión cuando ha habido oportunidad pero sobre todo, por medios electrónicos. Y tengo muy presente nuestro eslogan: “Donde dos o más se reúnan en su nombre, ahí estará la poesía.”

Café Poesía

Café Poesía - Lectura de poesía con micrófono abierto
Tema libre