Leí el libro que me pidieron: Nina Complot, y ¿qué creen?, se me hizo de lo más antipedagógico que puede ser un libro para niños, más aún, tratándose de chiquitos de 9-12 años como especificaron las chicas de la editorial. Está lleno de violencia, intolerancia, discriminación, agresión, desesperanza, tristeza, vacíos. No hay ningún mensaje realmente de aliento, de optimismo, el único “buena onda” de la historia, que se da cuenta de lo ridículos que son TODOS los adultos, (trata de jugar con la ironía, pero pésimamente, a mi juicio), es el papá de Nina y es el que ¡¡¡se muere!!!
El lenguaje es muy disparejo, a veces lo siento elevado para los niños de esa edad, y otras, vulgar. Hay mensajes con connotaciones muy negativos hacia las personas adultas y hacia las viejas octogenarias, las abuelas. Cito: “De las abuelas arrugadas nadie debe fiarse”… Otra más, que es anterior: “Hay cuarteles de octogenarias diseminados por todo el mundo. Son una estirpe de mujeres que se han entrenado desde niñas”… Eso se me hace nefasto. No hay buenos.
No se entiende el papel, dizque salvador de Nina. Termina diciendo: Nina Complot consigue arruinar el plan de los pajarracos para acabar con el mundo (¿tirando la caja de cereal al aire???), aunque esa no haya sido nunca su intención…” ¡¡Así termina!!, o sea, que ¡es una inconsciente de sus actos!
Las imágenes se me hacen se pesadilla, llenas de violencia, desagradables, llenas de odio, muy crudas y grotescas. No hay ninguna propuesta. Es sólo una queja muy violenta hacia la violencia de TOOODOS los ridículos adultos.
Es un libro que nunca se lo daría a leer a mis hijos, nietos, ni a nadie a quien yo quiera y que desee se desarrolle como “un adulto sano”. Perdón si exageré pero hasta me enojó. Tal vez soy old fashion y estoy fuera de esa onda de enseñar con violencia y sin ninguna propuesta. ¿Será la nueva corriente para la literatura infantil? Espero fervientemente que no.
Leí el libro que me pidieron: Nina Complot, y ¿qué creen?, se me hizo de lo más antipedagógico que puede ser un libro para niños, más aún, tratándose de chiquitos de 9-12 años como especificaron las chicas de la editorial. Está lleno de violencia, intolerancia, discriminación, agresión, desesperanza, tristeza, vacíos. No hay ningún mensaje realmente de aliento, de optimismo, el único “buena onda” de la historia, que se da cuenta de lo ridículos que son TODOS los adultos, (trata de jugar con la ironía, pero pésimamente, a mi juicio), es el papá de Nina y es el que ¡¡¡se muere!!!