EL arrayán
dobla su cintura
baila
su fruta cae
yo te lo digo:
hay que cantar
el río
la entrega del hombre
el hormiguero
en sus ojos
y yo no pensaría en el arrayán
doblándose
yo sufriría
su lluvia verde
frutos y hojas
La corriente
recuerdo los naranjos
la fe en el campo
en los caminos
halcones de aire:
todo el cuerpo es la mañana
un río sin penumbra
el canto
sal
ceniza
cal
para la buena digestión
YO tenía la casa
la sal
la cal
la arena
hay que cantar
la decepción
el poema se diluye
el viento crece
la decepción
el rito falla
yo tengo cal
ceniza
sal
óxido en la mirada
si tú me dices/
la decepción
el viento
la imagen detenida
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