Hugo Diz (1942) Aún llueve sangre La lluvia es otra; de aquella que caía en los días de júbilo no queda nada. En otros países se conservan fotos, noticieros, afiches de Santiago. Un testimonio para mostrar, y decir: esto era así antes de septiembre. La lluvia es otra; sangrienta, aún llueve espeso, aún llueve. Santiago Sylvester (1942) Nuevas palabras Tahona o almoneda, por ejemplo: hermosas palabras que hemos empezado a usar considerándolas como de nuestra casa. Las palabras ayudan a saber que también esta ciudad puede ser la nuestra y que la memoria negocia su carga. Unas palabras se desplazan para que otras ordenen la variedad y el conocimiento se acomode como un ojo flexible. Aunque también es posible lo contrario: que nada reemplace a nada, que cada cosa sólo sea el simulacro de otra y que el cuerpo sea un sobreviviente, lo que más tarde en morir. Estela Figueroa (1942) No es para hablar de mí que escribo No es para hablar de mí que escribo de la glicina: cayó su lluvia ligera azul- violácea- celeste. Ni es para hablar de la glicina que la comparo con la lluvia y adjetivo esa lluvia. Es para detener este momento nocturno: la casa en calma y los pensamientos que ennoblecidos velan por un ordenamiento que lo abarque todo. Susana Cabuchi (1948) Jean-Arthur Rimbaud |
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Un hombre inválido regresa de Abisinia. Recuerda con sus dedos las dos o tres verdades. Anticipa los sueños de Pound: desea una tabaquería, un ritmo roto que parta entre piedras su cabeza ardiente. Tampoco habrá descanso. Por las mañanas su agonía abrirá los mostradores de tabaco y cerrará en las noches con candados brutales.
Daniel Samoilovich
Juan Carlos Moisés
Fabián Casas
Beatriz Vignoli
Laura Wittner Martín Gamboa (1968) El relámpago antecede al trueno pero no hace de esto una ley. El relámpago crea electricidad azul de noche. El relámpago trae luz del día pasado a la noche presente. Pero tampoco hace de esto una ley. |
* Selección de Luis Paniagua Leer reseña... {moscomment} |