conspiratio02.jpgConspiratio
Año 1 No. 2, noviembre-diciembre, 2009
Por Yannick Bautista

 

En el número que inauguró el resurgimiento de esta publicación, se presentó una entrevista con el filósofo austriaco Ivan Illich. En un congruente seguimiento, y también a modo de aniversario luctuoso, en el segundo número de Conspiratio se publican cuatro ponencias pertenecientes a un congreso en torno al pensamiento del austriaco que murió en 2002, así como otra entrevista que complementa, por decirlo de alguna manera, la panorámica del pensamiento de Illich. En La encarnación de lo no encarnable Patricia Gutiérrez-Otero, teóloga y subdirectora de la desaparecida Ixtus, indaga en las fuentes espirituales con que Illich construyó su crítica a la modernidad. Jean Robert, amigo de Illich, discute en De la edad de la tecnología y la era de los sistemas, la definición de lo entrañable y lo que el austriaco definió como el cambio de la edad tecnológica. En la ponencia de Dean Bavington, el acercamiento a Illich se da a partir de una reflección de las repercusiones de la pesca de bacalao en dos provincias de Canadá. Finalmente Sajay Samuel elabora la idea de Illich de un mal inherente en la institucionalización de la caridad clerical.

En la sección de poemas se presentan tres poemas de Luis Vicente de Aguinaga. En el primero, Pronóstico del tiempo, el verso libre es bastante fluido, y el texto de alguna manera, inmediato. La pelea del siglo, segundo poema, aunque de tono más coloquial entra en la misma situación estilística. Ambos funcionan bien en la primera lectura. En una segunda, sin embargo, el significado parece diluirse, o derrumbarse, pues la relectura se compromete por la expresión poética tan inmediata de Aguinaga. Romance de frontera, el poema que cierra la sección, me parece un poema más completo tanto en términos formales como semánticos.

El número contiene además textos de Francisco Prieto, Jesús Antonio de la Torre, Pietro Ameglio, Mauricio Sanders y el ya mencionado, Jean Robert, que trata la indagación del lugar y la importancia de la utopía; asunto que también da continuidad al número antecedente.


portadafractal50.jpg.jpgFractal
Revista trimestral, número 50
Por Elisa Díaz

La danza es el tema del número 50 de la revista trimestral Fractal. Estudiada a partir de su sugerente relación con el lenguaje, ya que es una actividad emblemática de aquello que supera el poder de la palabra, la danza se aborda en cinco ensayos de tenor filosófico pero de variado e interesante acercamiento. El primer ensayo, de Alan Badiou, parte de la noción nietszcheana de la danza como “pensamiento sustraído de sensatez”, contrapuesto a la noción ancestral del pensamiento racional. Badiou utiliza esta distinción para internarse en la esencia comunicativa y unificadora de la danza. Esencialmente atada a la ligereza del viento, la danza evidencia un contacto elusivo entre la tierra, elemento sólido e inmóvil, y el movimiento inherente del aire. A pesar de ser una aproximación distinta, el tercer ensayo, El saber del cuerpo de Jaana Parviainen, también sugiere este carácter comunicativo de la danza al proponer que la engañosa extrañaza que suscita en nosotros nuestro propio cuerpo se trasciende con el baile, como acto que disuelve oposiciones entre pasividad y actividad, mostrando que el cuerpo no es mero contenedor. Desde un ángulo distinto, el ensayo ¡Saludos México!: Postales, turismo, y cuerpos danzante, Ruth Hellier Tinoco aborda el tema desde la descontextualización de ciertos rituales mexicanos y concluye contraponiendo “el cuerpo de un danzante individual” a “la política de la globalización”. Por su parte, Nuria Carton de Grammont introduce la inquietante posibilidad moderna del cuerpo como ser virtual y propone a la danza, específicamente a la puesta en escena de Louise Lecavallier, como ruta a la reapropiación de la ‘fisicalidad’ originaria del cuerpo. 

La segunda parte de la revista, titulada Inscripciones, se caracteriza por su diversidad: incluye desde una meditación de las similitudes entre la poesía y los animales marsupiales, escrita por Pedro Serrano, editor de esta publicación y miembro del consejo de redacción de Fractal, hasta selecciones de la poesía de Ricardo Pozas Horcasitas y María Auxiliadora. A forma de conclusión, figura una breve pero reveladora entrevista al filósofo Slavoj Zizek.


portada-sibila.jpgSibila 32
Enero de 2010
Por Yannick Bautista

Sibila se ha caracterizado por ser una revista comprometida principalmente con la difusión de la poesía. El número de páginas que dedican a la publicación de poetas, por tanto, es mayoritario y la selección y criterio del consejo editorial denota un gran cuidado. En su número 32, el catálogo de poetas está encabezado por Antonio Gamoneda. La lectura de sus textos, asombrosos despliegues estilísticos de una insondable profusión semántica, reiteran porqué Gamoneda se ha tornado en una de las figuras esenciales de la poesía hispánica contemporánea. Destacan también los tres poemas de Jordi Doce, cuyo ritmo recuerda en ocasiones a la balada inglesa. Pedro Serrano participa con un poema titulado British Library, en donde una descripción de la biblioteca británica abre un caleidoscopio de perspectivas que se esboza con el lenguaje tan peculiar que caracteriza al autor. La sección incluye también poemas de Francisco José Cruz, Elkin Restrepo, Jorge Aguilar Mora, Eugenio de Signoribus y Álvaro de la Rica.

En la sección de ensayos Margo Glantz, con una argumentación bien estructurada, aborda la significación del exilio para Tito Monterroso; Federico Díaz Granados ofrece una valoración de la modernidad del poeta colombiano Mario Rivero. Este número está ilustrado por una selección fotográfica de Juliao Sarmiento titulada Ships Passing in the Night.


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