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Tercera entrega



Alejandro Pinto
(Río Grande, Tierra del Fuego, 1988)


Abríos ventosa


¿Debería de ti
Viento así
Ser de ser
                          Movimiento
A no ser
Solamente
Viento así
Deba ser?

                          ¿Debería aprender
                          A cesar sin salir-
                          Me de mí ni temer
                          A golpearme de ti?

                                                         ¿Y así, viento al viento como vos
                                                         Debería respirar al gorrión
                                                         Clamándole alpiste al vacío
                                                         O bebiéndome el agua de un soplo
                                                         Como sangre a cada latido
                                                         O vida debida tiempo al tiempo?

Si así debiera
Viento primero
¡Procura arrancarme la espalda!



Embotella

Será que no dieron con el Leteo los pájaros
Pienso mirando una pluma encerrada
En una botella invertida con agua
Sube, sube
Busca, advierte alguna altura, recuerda
Sube
Humea en el agua, y los pájaros
No mueren en el aire
Los pájaros
Anidan en la fuente
Inhalan al hombre
Exhalan la memoria
Perdida en el Leteo. Los pájaros
Son hombres desenmascarados
La prístina desnudez
Y antes que ellos
Ningún dios cantaba.



Inquietud

Vigilia de pie al talón de la almohada
Bajo sábanas roen posturas cobijo
Pareces no poder en arenas movedizas
Me llamas y te veo atado a lo sombrío

La mano licuando torrentes de tela
Y el viento que muge amusga el oído
La pared mirando sin párpados y vela
Frases insomnes de turbio rocío

Cuarto girándula hora sin estrellas
Dormitan podrías cantarlas a trinos
Pareces no poder en arenas movedizas
Me llamas y te veo atado a lo sombrío

Habrá olvidado el sol algún pájaro
O algo querrá la noche en la pupila
De mímicos grillos coreando distintas
Teclas sumisas al sueño cautivo

Espectros vagando tras hendiduras
Resultan oscuros espanta sueños
Hendiduras que tus ojos entrecierran
Y oscilan/ la pluma/ del ensueño

Pareces no poder en arenas movedizas
Me llamas y te veo atado a lo sombrío
Ya te rindes y disuelves en cenizas
Y quédame despedirte en un respiro



Enlate

Se asienta espesa esta ausencia y soy un anillo de humo volando de Alcatraz. Heme pulpa enlatada
consumida en el antro del espejo. No soporto del cilindro mi reflejo a todos lados.
Pediría que destapes este enlate antes de vencerme pero no, es que temo embadurnarle, a la luz
que me desnude, sus blandos blancos dedos con mi plagio de batata. Quiero ser feliz pero aquí
reposo y este pozo enceguece al oráculo del abrelatas. Quiero ser feliz pero aquí dentro solo me
basta soñar con azúcar quemada.
Como durmiendo bajo una polilla estancada en la pared, no soy nada nuevo y sufro de lámparas
mudas, pero oigo que pasas riendo y sonrío entre grumos de codos que me dicen –hermano, eso
es todo-.
Y heme aquí nadando en esta salsa de perdices incoloras que se delatan y se desatan a cada uno
de tus pasos, caminas tan hermosa. No me tires si me encuentras vencido, así lejos estoy muy bien
de ti. No me encuentres no me tires, eso que haces cuando caminas, eso es todo, y sabes, digo,
gustas, digo.



Amaria

Vuelan nombres de niños llamados no todo es eso
Quiere volar el árbol garganta mediante aprieta pero no todo
Partir no quieras ahora cenicero no todo es sexo
Todo vuelve al eje curva rueda revuelve no siendo.

No veas todo soltar latir quitarse de aquí pero
Saca la cama la amalgama indescifrable eso
Lo solo con otro poco volviendo a tus uñas.

Cae un No súbito y cala tu fantasma apenas
La raíz estomacal donde panal de mariposas decir
Queriendo el árbol vacío de la boca embabada.

El río ser entre pensares tu deriva respirante
Es cierto que mañana amanece penuria
Mañana amanecerá su prenda la piedra parca
Crujiente y flores también llorarías las cosas
Ciertas cosas inmutables de colorado azul.

Presta tu palma a la palma terrosa nube
Habiendo lámpara también sombra también
La llama tiritando en nombre de tu mirar
Amortífera caracola titilada en alacranes
Hay flores también llorarías las cosas.

El mundo deambulando sin cortejos de sitio
Una cruz entre baldosas extraño querer olvidar
Espejo que te espeja y me deslumbra tu línea
Diluida en monumento reflejo espectro que no hay.

Apuro el trago amargo silente creía por tener
Te ver volar angular ambidiestra de la fibra
Nerviosa vibrante al medio de lo debido a soñar.

El vaso la ceniza alían la pena unísona apenas
Universal un segundo hace falta volver lo normal.

Quisiera soltarte diariamente matando lo demás
Pero es cierto que mañana amanece que pena
Mañana amanecerá
Lo insuficiente
Anoche
Sido.



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