(Viaje primero) Mi cuarto oscuro, mi salón de baile mi ritual, mi descomposición estilística mi dedal de hueso delantero, mi talón, mi niña de Aquiles mi ojo a través y mi pueblo de mañana o bumerang extraído: mi sed, mi sol, mi sal sigue hacia el recuerdo de mi hoy, subterránea pelota subyacente, superada y larga lengua. (Mira el misterio de la máquina) Mi aceleración, mi ruido, mi laguna en limo. Mi disfunción de víscera (marcha por el mismo animal, y marcha por la masa). ¿Es mi línea arbitraria? Mi garganta muele un elemento ambiguo. Mi elefante de coleccionar arañas. Mi zapatilla de cristal deja un agujero en el cepillo. Mi canasto, mi exploración ¡misántropa! Este miasma de niños, puede en esto morar. (Carta) Te escribo, siempre te escribo y me guardo escribiéndote cuando abro el bolso. Te abro al escribir la cripta, la confusión de cripta te digo desde abajo, te voy diciendo al escribir sin tregua, para observar mi comunicación, para extender el foso y bordar en ti la boca, vaso gestante que vela en cada estrofa, línea sin tráfico cuando se fortalece la fauna, ser la fauna de frontera flamante en la fecha que hoy te entrego, un escritorio tatuado de firmas, un foco ambiental o filo de fortalecimientos incapaces de frenar el fondo de mi visera musical que camina hacia ti. (Pisada) La incomprensión del pie dentro del zapato La caja de cuero negro alrededor de la piel La piel porosa del empeine plástico La infatigable envoltura de la pisada El pie que piensa en su palpitación prisionera El zapato en la respiración del césped El segundo en que el pie, pierde su pasado La suela de la simpleza que marcha La movilidad del tarso La movilidad del metatarso (inconsciente laguna de calzado) El desplazamiento de las riendas apretadas La planta del pie La planta que no se plantea La planta sin raíz (delonix regia) El árbol ha muerto El tronco ha vivido y ha muerto Las hojas han caído en el polvo Las ramas sudan Las sombras de las ramas y la luz (la luz del árbol) La flor de la luz sin árbol Las emociones arbóreas Las explosiones ávidas, las ramas Emotivas se quiebran Va un árbol a pie como un muerto Con un susurro de zombi Va un cadáver superfluo, verde Como un cadáver vivo, sin raíz El árbol baja del viento La voz viene del vértigo No hay luz como la fronda Ni fuga como el verbo El verbo viene del árbol
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