conspiratio05.jpgConspiratio #5
Mayo-junio 2010, año I
Por Manuel García


En tiempos de un descontrolado avance tecnológico, de enfermedades cada día más impredecibles y de una búsqueda incesante por incrementar las expectativas de vida de los habitantes del mundo, la quinta entrega de la revista Conspiratio propone una selección de escritos que reflexionan en torno al tema de la bioética.

A partir de este tópico surgen diversos acercamientos a las condiciones sociales, religiosas, científicas y filosóficas en que se encuentra la sociedad actual. Cada uno de los colaboradores de este número presenta su mirada a la bioética, ya sirviéndose de la narración, ya de la entrevista, ya del ensayo. Algunas de las contribuciones toman la bioética como punto de partida para desarrollar ideas políticas, morales o religiosas.

Sin duda, las mejores aportaciones sobre el tema las hacen la reproducción del discurso dado por Javier Sicilia en el coloquio internacional sobre ética global, que se llevó a cabo en 2008, en el Claustro de Sor Juana; y la conversación entre Jean Robert, Javier Sicilia y Pedro Bonnin, bajo el título La cara obscura de la bioética. En la primera, que lleva por título La vida o la corrupción del misterio, Sicilia elige como tema principal a la vida, y muestra cómo ha cambiado la concepción del término desde el nacimiento del cristianismo. Sicilia critica la posición que la Iglesia ha tomado con relación al debate de la bioética pues considera que “por falta de un firme arraigo en el lenguaje bíblico, emplea el concepto [vida] para alimentar, consagrar y santificar esa noción secular y abstracta de vida”.

En el segundo texto señalado, a manera de entrevista informal, Robert, Sicilia, Bonnin y, en un momento de la conversación, Anita van’t Bezuinighuijs, indagan en torno al término y a la renuncia de Robert a participar en el debate de la bioética; tocan temas como el aborto, los alimentos “transgénicos” y el papel de la religión en la bioética.

En la creación literaria, Héctor González contribuye con tres composiciones tituladas Sonetos a Ángeles. También se reproduce la ponencia Hacia una ontología del embrión humano, del filósofo Rodrigo Guerra López. Encontramos también una traducción de Mónica Chauvet, un ensayo sobre Graham Greene por Juan Manuel Escamilla, así como una breve reseña sobre el poemario Ladera de las cosas vivas, de Malva Flores, escrita por Ibán de León.

La revista está gratamente ilustrada por una serie de imágenes que van desde peces, grillos, aves, hasta criaturas fantásticas que atrapan la mirada por el cuidado de la impresión.






revista-de-la-universidad-m.jpgRevista Universitaria
Mayo 2010, nueva época, núm. 75
Por Manuel García


La variedad parece ser uno de los rasgos distintivos de la Revista de la Universidad de México. Esta entrega nos ofrece una serie de artículos sumamente interesantes de temática diversa: filosofía, cine y música; lenguaje, literatura y fotografía, pintura… Tampoco falta la creación literaria y un puñado de imágenes que nos acercan a la producción plástica del artista inglés Brian Nissen.

En El Aleph de Peter Sloterdijk, José María Pérez Gay entrega un ensayo muy atractivo sobre el filósofo alemán Peter Sloterdijk, y pasa revista a las diversas corrientes filosóficas que permearon su pensamiento. En este recorrido, aparecen figuras como Nietzsche, Heidegger, los integrantes de la Escuela de Frankfurt y Bhagwan Rajneesh, a quien Sloterdijk considera una de las grandes figuras del siglo XX.

Emmanuel Carballo nos regala un acercamiento crítico a la novela de la revolución en el que presta especial atención a la postura que tomó cada uno de los novelistas mexicanos frente al movimiento y sus figuras. Por su parte, Gonzalo Celorio celebra la aparición de la Nueva gramática de la lengua española, ya que la considera un reconocimiento a la diversidad de hablantes que constituyen la lengua, dejando atrás la noción impositiva que consideraba el español peninsular como la norma a seguir por los demás hispanoparlantes. Serge I. Zaïtzeff ensaya sobre la obra de Julio Torri. Señala la constante evasión de Torri al afán nacionalista y sus contados y oblicuos acercamientos a la situación que atravesaba México.

Quedarse afuera
es el título que se le da a la reproducción del discurso leído por Tedi López Mills, durante la entrega del Premio Xavier Villaurrutia, que se le otorgó por su poema narrativo Muerte en la rúa Augusta. Un artículo sobre el ganador del Premio Nobel de Literatura, Orhan Pamuk, a cargo de Carlos Martínez Assad, indaga sobre las obsesiones del escritor: “la unidad familiar pese a todo, la constante mirada a Occidente y la pasión por Estambul – según palabras de Assad –.” Federico Campbell aporta un singular ensayo sobre la relación entre literatura y fotografía, en el que resalta las diferencias entre una y otra actividad artística, pero sobretodo, lo que las ha llevado a unirse en diversas manifestaciones.

A vuelo de cóndor, Pablo Espinosa revisa la relación simbiótica que existe entre el cine y la música, en El esplendor de la música y el cine, evocando episodios que definieron la evolución del arte cinematográfico. Completan la revista un par de reseñas sobre Poesía eres tú, de Francisco Hinojosa; y Más allá de la sospecha, compilación de narrativa francesa contemporánea, a cargo de Claudia Guillén y Leda Rendón, respectivamente.




punto-de-partida160.jpg Punto de partida
Nueva época, núm. 160
Por Manuel García


El número trece lleva a cuestas una carga de superstición que lo hace cifra de mal agüero. Existen quienes ven con reticencia los días martes y viernes que en el calendario ostentan ese dígito. No importa tanto. Son meras invenciones. Aunque quizá me equivoque. Lo cierto es que Punto de partida muestra con audacia que el número trece también tiene su encanto con una selección de poetas ecuatorianos que suman tal cantidad. Que nadie se sorprenda al encontrar este número cabalístico anunciando siete hombres y seis mujeres que vienen a desmitificar la creencia en lo aciago del trece.

La selección y prólogo corren a cargo del escritor, también ecuatoriano, Xavier Oquendo Troncoso, quien dibuja a grandes rasgos un panorama de la poesía de su país. Con pinceladas gruesas pero certeras, esboza una imagen que invita al lector a escudriñar los rincones de la creación poética ecuatoriana. Pero, sin duda, es la precisión con que señala los matices que caracterizan a cada uno de los poetas elegidos, lo que hace al lector interesarse de forma instantánea en esta selección de poesía “que sigue siendo desconocida y, a veces, inédita” según el propio Troncoso.

Podría suceder que la selección careciera de fuerza y valor literario, dado el anonimato en que Troncoso ubica la poesía de Ecuador. Anuncio con entusiasmo y emoción que no es el caso; por el contrario. Los poetas elegidos levantan la voz en nombre de su país, pero, sobre todo, en nombre de la poesía misma. Sorprende, y gratamente, encontrarse con trece voces tan disímiles, mas no por eso menos poéticas. El anonimato que anuncia Troncoso se convierte en un signo injusto cuando vamos recorriendo las páginas de la revista. Uno se da cuenta de que el que la poesía ecuatoriana haya permanecido sumida en el desconocimiento no demerita sus cualidades estéticas. Más bien, en sentido opuesto, hace al lector reflexionar sobre las causas de tal estado y lo hace recibir con más afecto cada composición que demuestra las capacidades literarias de los autores.

Una de las características que señalan el compromiso artístico de los poetas seleccionados es la inclusión de una poética personal, a partir de sus propias experiencias ante el acto de la escritura. Ya sea en prosa, ya en verso, todas y cada una nos obsequian resonancias valiosas acerca del arte de la palabra. Algunas son verdaderas creaciones que nos permiten atisbar la esencia de la poesía. Ese es el caso de Carlos Garzón Noboa, quien dice en un par de líneas lo siguiente:

Poética

Vanidad


                            A Arthur Rimbaud

Página en blanco,
aún no soy digno de ti.

En sólo un par de versos, el poeta hace una declaración que lleva consigo una gran carga significativa, desde la dedicatoria a Rimbaud que empuja a recordar el silencio prematuro por que el optó el francés, después de regalarnos algunas de las mejores páginas de la poesía, hasta el hecho mismo de enfrentarse a la página en blanco, con su rostro lívido y su mirada de muerto, que no a pocos infunde temor. Pero, Noboa parece expresar lo opuesto, como si la necesidad de su poesía fuera la búsqueda constante, ya no de la palabra, sino del silencio y, con agudeza, implica que el valor del poeta no reside en el esfuerzo que realiza al momento de escribir, sino en saber callar. Quizás por esto exista en Noboa cierta tendencia a la brevedad que lo acerca más que ningún otro de los poetas presentados en la revista, al mutismo.

María de los Ángeles Martínez es de las autoras más notables de la selección que se nos ofrece. Su poesía tiene una gran carga de ironía que no deja de ser sutil, además de que cuenta con mucha fuerza expresiva, directa y punzante. Para ejemplificar lo anterior basta con darle lectura a una de sus composiciones:

Infodio

Dije te amo…
pero no prometí eternidades,
y te escondí la dosis
no sé, por gusto.

Dije…
Yo no bebí tus líquidos espesos,
ni juré usar la navaja suiza
para buscar mis venas
¡No en tu honor!

Dije te amo,
tal vez no mentí,
a veces se siente cualquier cosa.

Otra de las poetas que tiene mucho que ofrecer en esta selección, a pesar de haber perecido joven, o tal vez por eso, es Carolina Patiño, quien aborda el tema de la muerte con lucidez y convicción, mostrando con crudeza, en ocasiones, la tortura que le significaba la vida, lo que la llevó a truncarla a sus escasos veinte años. Prueba de esto es el siguiente poema:

Pastillitas color pastel

Si me das 1:
No pasa nada.

Si me das 3:
Olvido usar mis botas de hule
porque el equilibrio me falta

Si me das 5:
Con mi pijama de 10 a 12 horas soñando
con cosas que luego no recuerdo

Si me das 17:
Ya casi me salvas

Dame 199 y se acaba el drama.

En fin, cada poeta hace su peculiar aportación a esta antología que nos presenta Punto de partida. Trece poetas ecuatorianos que le dan un nuevo significado a la poesía. Aunque en realidad deberíamos hablar de quince artistas de Ecuador que nos regalan una muestra de la producción artística de ese país, pues sin el estudio preliminar de Troncoso y las valiosas fotografías de Lorena Cordero esta entrega no estaría completa. Una joya, en suma, que se pone a nuestro alcance para dejar atrás el olvido en que vive la poesía del país del meridiano cero. ¡Fantástica!

 


{moscomment}