IX Festival Internacional de Poesía Costa Rica 2010


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A fines de abril y principios de mayo de 2010 se realizó el IX Festival Internacional de Poesía Costa Rica 2010. Organizado por la Casa de Poesía de San José de Costa Rica y la Universidad Nacional del mismo país, contó en esta ocasión con el apoyo de otras entidades y personas, como el Instituto México, las embajadas de Corea, de España y de Italia, el Hotel Aranjuez, los amables propietarios del restaurante El Lobo Estepario, y la generosa participación del poeta Rodolfo Dada...

IX Festival Internacional de Poesía Costa Rica 2010

 


Blanca Luz Pulido


portada-costarica-01.jpgA fines de abril y principios de mayo de 2010 se realizó el IX Festival Internacional de Poesía Costa Rica 2010. Organizado por la Casa de Poesía de San José de Costa Rica y la Universidad Nacional del mismo país, contó en esta ocasión con el apoyo de otras entidades y personas, como el Instituto México, las embajadas de Corea, de España y de Italia, el Hotel Aranjuez, los amables propietarios del restaurante El Lobo Estepario, y la generosa participación del poeta Rodolfo Dada, quien como parte del festival invita a todos, poetas y organizadores, por unos días (los últimos del encuentro) a descansar en Laguna Lodge, dentro de la impresionante Reserva Natural de Tortuguero, entre el río del mismo nombre y el Mar Caribe. Todas estas personas, más el público participante, escucharon, tanto en la capital como en diferentes sedes en el interior del país, a más de una decena de poetas de varias nacionalidades. Fue una verdadera fiesta multicultural de la palabra. Después de los primeros días de asombro, porque el número de poetas en lengua española era el mismo que el de poetas de otras lenguas, disfruté mucho la oportunidad de conocer a autores cuya existencia, de no ser por este festival, tal vez nunca habría descubierto. He aquí la nómina, por países, de los poetas que asistieron a este encuentro, empezando por el país huésped: Alfredo Trejos y Joan Bernal (Costa Rica); Marta Leonor González (Nicaragua); Alex Pausides (Cuba); Aitana Alberti y Beatriz Russo (España); Héctor Collado (Panamá); Jan Otterstrom (de Estados Unidos, aunque avecindado en Costa Rica desde hace años); Claudio Pozzani (Italia); Ahn Do-Hyun (Corea); Ashraf Aboul-Yazid y Talat Shanin (Egipto); Taha Adnan (Marruecos); Fakhri Ratrout (Palestina), una poeta de los Emiratos árabes, Khulood Al Mualla, y quien esto escribe, de México.

Así transcurrieron los diez días del Festival, del 23 de abril al 3 de mayo pasados, entre la comunicación y el disfrute melódico y azorado que resultó para mí, y para otros, escuchar hablar árabe con tanta frecuencia y pasión, y oír poemas en el mismo idioma, seguidos, claro, por la lectura de su traducción al español, realizada siempre por alguien que no era el autor. Aunque los poetas de lengua árabe no se conocían, desde el primer día se estableció entre ellos un fuerte lazo, o al menos así me pareció. Por otra parte, si un cubano, un mexicano, un colombiano y un chileno se encontraran en una tierra lejana para todos, digamos, en el improbable caso de un festival poético en Dubai, por ejemplo, que los reuniera durante varios días, me imagino que también harían migas de inmediato…

portada-costarica-02.jpgAlgo notable que realiza el país huésped, concretamente la Casa de Poesía (al frente de la cual está el organizador general y alma del encuentro, el poeta Norberto Salinas), en asociación con la Universidad de Costa Rica, es publicar un volumen de cada poeta invitado, un esfuerzo que no se realiza, hasta donde yo sé, en ningún otro encuentro de poetas del mundo. Estos libros, de precio muy módico (cuestan alrededor de 30 pesos mexicanos cada uno), se venden al público durante las presentaciones que tienen lugar a lo largo del festival, tanto en la capital, San José, como en las diversas sedes del interior del país. Porque, además, es un festival organizado de tal manera que, después de los días iniciales de apertura del festival en San José, los organizadores de los diferentes cantones (algo como las municipalidades, más o menos, de este país que tiene tan sólo unos cuantos millones de habitantes y carece de ejército y cuyas mafias del crimen, si las tiene –lo que dudo–, presentan un perfil discreto y no mandan narcomensajes ni cortan cabezas ni influyen en las elecciones) que participan en este evento se encargan de recibir a los poetas en diferentes sitios del país: Monteverde, Jacó, Turrialba, Alajuela, Limón, San Carlos, Guanacaste, Belén (donde en esta ocasión fui invitada), Pérez Zeledón, entre otros.

¡Tantas cosas suceden en tan pocos días, días llenos de viajes, de presentaciones, de revelaciones, de intercambios de libros y poemarios, de paisajes hermosísimos de un país cuyos habitantes defienden y protegen de acechanzas varias, de experiencias no todas gratas, porque a veces algunos poetas se enferman, otros se marean en los traslados, y todo esto acompañados siempre por los organizadores ticos, con su singular sentido del humor y ocurrencias!

portada-costarica-03.jpgUn festival así constituye un enriquecimiento innegable en la vida de todos los que en él participan, desde cualquier ángulo, como poetas, como organizadores, como público. La atención, el respeto y el interés de los asistentes a las presentaciones de los autores invitados, tanto individuales como colectivas, son notables. Lo único que puedo esperar que suceda, después de esas dos semanas tan verdes y vitales, durante las cuales abrí la ventana a la inmensidad de la poesía contemporánea en árabe y descubrí también a poetas de Cuba, de España y de otros países; lo que anhelaría es tener de nuevo la fortuna de ser invitada en alguna futura ocasión a ese pequeño, formidable país centroamericano, que una vez al año se convierte en multiplicador de las voces poéticas no sólo de este continente, sino de todo el mundo.

 
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