peruligera.jpg Cinco poetas peruanas jóvenes

Nota y selección de Víctor Coral



Lucía Carranza
(1989)

To be alive

Escribo conmigo presente, me quiero ahorrar el futuro, el pasado se puede quedar allí.
Yo soy el tiempo,
un vaivén,
un ejercicio no perfeccionado con el diávolo.
Vivir es estar lleno de discontinuidades pero más aún de intensidades.
No-vivir es la pasividad, ella nunca estuvo.
Yo nunca me veré en la morgue del Callao, ni siquiera en sueños, para eso están mis compañeros.
Yo me libro gradualmente de mis responsabilidades y las vuelvo a atraer.
Yo no quiero un espacio en el cementerio,
yo quiero estar en manos de practicantes o nadar en pedacitos por el mar.
No me lleves flores, cómpralas de colores, respira sus olores, yo ya no las podré mirar mañana, y las quiero moradas.
Mi estilo no persigue ser catastrófico, seguiré siendo animal, como un pez sin pecera, como minutos de felicidad.


El escondite

Yo era real y ficticia, me quedo con las dos.
Jugaba a las muñecas: les ordenaba su casa, su ropa, su día a día, y ellas me lo agradecían. Me decían palabras al oído o soltaban una risita encantadora. Yo sigo jugando, pero mis muñecas se guardaron.
Jugaba y giraba y me escondía cuando quería. Esos días volverán algún día.
"Has dejado el agua hirviendo por pensar en las musarañas
Has estado escuchando a La buena vida para salvar esos momentos
Has vuelto a reunir los juguetes en bolsas de plástico, rotas, de tiendas de ropa"
-me digo
Me dices sí y yo respondo no porque quiero ser yo.
Papá no se va de viaje, él se queda conmigo, trae el periódico y arregla la computadora.
Escucho esa salsa y lo recuerdo más, o el rock antiguo que él solía escuchar.
Mañana lo haré reir, acabo de decir.


Conteo

Self injury, tú eres más fuerte, un dios al que no necesito rezar.
En soledad ser mi enemiga es tan placentero,
ya no digamos luego.
Tengo que esconderlos aunque sea invierno
Porque no quiero responderte
Porque no me da la gana de escucharte, de quererme.

Esto es como el sexo, como yo con el sexo.
Excesos primero, culpa luego.
Miro un cepillo de dientes, mi instrumento
Veo la porquería saliendo
Y duele en las tripas,
En las tripas y en el corazón, en los ojos rojos que odio en el espejo.

Dos mil calorías en una hora,
Arcoíris de lentejas, paquetes de galletas.
Mi fiesta y no necesito bailar.
Todos los invitados son mis esclavos
Falso, la esclava soy yo.
Ahora soy tan dulce, pero no te puedo besar.


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