Inés Parra
(Ciudad de México, 1976)
La rosa sabe
que la rosa ha muerto.
Amparo Dávila
Abrirá la boca para cantar mi sangre,
El verbo.
La amantísima muerte le cortará la cabeza.
Y ahí en ese rió de pétalos desesperados,
Su memoria,
El miedo,
Su rostro de niña asustada,
El espejo púrpura le mentira de nuevo.
No es que estés muriendo,
No es que la oscuridad intente seducirte,
Es dios que siembra flores en el jardín secreto de las venas,
Escúchalo,
Dale tu corazón para que lo llene de alfileres.
Se han llevado a la rosa,
La llevan a un manicomio,
La vestirán de azucena,
Le darán de comer crisantemos;
De madrugada se escapará vestida de novia
Y así andará en jardines.
No olvidará mi nombre,
Tampoco olvidará la escarcha
Que una noche mi sombra dejó en su espina.
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