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portada-rios.jpgCómo usar los ojos
Margarita Ríos-Farjat Conarte / Bonobos Editores,
México, 2010

 

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No. 37 / Marzo 2011

 

Regreso a la calle Treviño

3.

Al pie de la escalera, cuántas cosas ignoraba
si le gustaba vivir en alto en su nido de plantas
si mi abuela aún subía y bajaba como un pájaro blanco
o si los años le había mojado ya las alas
y la casa, allá arriba, le pesaba.

Ignoraba la cantidad de peldaños
el monto de la renta, el número exterior de la vivienda
cuánto costaba una galleta, cómo se leía la hora,
cuánto duraba, qué año era.
A los cuatro o cinco años se ignoran muchas cosas
pero no se sabe que se ignoran.

Al pie de la escalera, cuántas cosas no sabía.
Los nombres de los vecinos que compartían su patio.
y también cinco, diez, veinte minutos de su vida
en la sonrisa y en la plática
en la trivialidad cotidiana que luego se olvida,
que el tiempo allana de la faz del recuerdo y no deja rastro
pero que es el engrane de la rueda luminosa de los días.

A los cuatro o cinco años ignoraba que sabía lo necesario
que en el juego y la mirada de la infancia está la huella del espíritu
la marca genética del paraíso.
Detrás de la pupila de los niños está sembrado su destino,
y en ese íntimo páramo no está escrito cómo ha de ganarse la vida
porque la vida ya está ganada, se trata de no irla perdiendo:
no hay que abrumarla ni decirle nada
la planta recién germinada tiende por sí sola al sol.
Pero al pie de la escalera yo ignoraba eso también.
Cuántas cosas más me serán reveladas
en el último peldaño. Para qué.


……………………….

Cinco minutos

Hace cinco minutos
la pelota anaranjada brillaba sobre el césped,
dueña de la mañana.
Dueña de un pedazo de sol ajeno a la sombra discreta de la buganvilia,
dueña del verano y de la infancia en un paréntesis rodeado de noviembre.
La pelota brillaba como el sol en los ojos del verano
como un sol en la infancia de los ojos.
Pero el día respira, y el tiempo
rueda imperceptible.
En cinco minutos la pelota es un círculo apagado,
un ojo durmiendo entre las sombras.


……………………….

El lugar preciso

En la calle vacía resbaló de la mano
          una moneda
Rodó sobre el canto en línea recta lentamente
          entonces giró
y en la calle se dibujó un círculo de aire
          dos círculos, tres
Danzó sonora y lenta hasta recostar su valor
          sobre la calle
La moneda halló su centro, su lugar único
          y el sol la encontró
La admiré sin codicia y sin temor a perderla
          un largo instante
Hacia qué metáfora rodaron la moneda
           y la mirada
que brillaron sobre el terciopelo de la calle
           revelándose


……………………….

Un minuto

Respirar la orilla más pacífica del día
la bandera del viento entre las hojas
mirar el minuto colgado en la rama del tiempo
y la sombra propia madurando larga
más larga mientras más asoma el sol
Bajar el sol llevarlo al cuello
descender a la mina de asombros
al centro de uno mismo
abrir la mente y derramar el pensamiento
hacia las verdes venas de los brazos al ojo atrás del ojo
abrir los ojos al silencio deslumbrado
cerrar los ojos y mirar en serio
mirarse por dentro y encontrarse
respirando por la orilla más pacífica del cuerpo
Tocar el corazón con la mano izquierda
serenar su carrera sin sosiego
sacar el corazón con la pinza de los sueños
ponerlo a secar renovarlo al viento
El ojo el corazón frente al espejo
la vida es ese instante que ahí miras
no es más que un minuto a tientas
un minuto de paz si lo tuvieras


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