No. 38 / Abril 2011

 
Fantasmas
 

se resucitan escenas y fantasmas que pensé superadas, pero es obvio que no.

nos vamos (yo y mis fantasmas. yo y mis muertos).

Un hacendoso fantasma lava los trastes en mi cocina.

Se conoce que este es de los fantasmas que no duermen si hay algo desacomodado en la sala, si un vaso está sucio, si hay cochambre o polvo.

yo no sé de ti más que los fantasmas que te rondan y no sé detener.

Dejaré un menú, bien acomodadito en un rincón, para que el fantasma prepare un desayuno con huevos, jugo de naranja y tocino. Y café, claro.

Espero que si el fantasma usa mis pantuflas las deje donde las tomó. Aunque, claro, es seguro. Se le conoce por limpiecito y ordenado.

yo soy el fantasma, por eso no tengo miedo de nada, solo de mí.

El fantasma cree que si pasa a mis espaldas y de puntitas no me daré cuenta de que aquí anda.

En estas líneas no solo está mi vida, sino todos los fantasmas que aún no sé llorar.

A él lo amo también con los fantasmas que me habitan.

Veo mucha ceniza y harta colilla. No te rebeles, fantasma.

un fantasma y dos espejos.

tengo vocación de fantasma.

Dejo libros en la mesita de la sala para que el fantasma lea en la madrugada. No sé si lee, pero los acomoda por autor y número de páginas.

De hecho sé que el fantasma lee. Y "edita". Algunos libros amanecen con rayones. Otros, con menos páginas. Y alguno tirado en el patio.

O continuaré hablando de los fantasmas que conviven conmigo sin futuro alguno.

Una noche el fantasma ya quería dormirse y apagó la lámpara de la mesita en la recámara. Y ni mesita ni lámpara tengo. Recámara sí.

¿Qué hacemos con los pedazos de mí que se comieron los fantasmas?

El fantasma es puro cuento.

En Tijuana, en un hotel, me llevaron el desayuno al cuarto. Yo quería tacos, el fantasma ordenó huevos norteños. Y café, claro.

bebo café con fantasmas.

a todos nos escriben fantasmas.

A veces el volumen de la música aumenta. A veces disminuye. Este fantasma tiene sus gustos.

Mi fantasma es puro roc.

me persigue un fantasma con piel.

Si la cama está caliente, el fantasma. Si el libro de cabecera está en la sala y otro tomó su lugar, el fantasma. Si la gotera calló, igual.

necesito saber que camino sola y no con tu fantasma.

Si el fantasma está caliente, duermo bien cobijado.

Hoy es uno de esos días que se me antoja que un fantasma viva en la oficina.

En el verano, el fantasma se pasea desnudo, sin sábana blanca. En el invierno usa un jorongo, térmicos y guantes.

en la altanoche las musas tienen vocación de fantasma.

El vaho del fantasma.

Yo logré, alguna vez, que los fantasmas pagaran la cuenta.

No soy yo, es mi fantasma.

Yo soy mi fantasma.

creo que esta es una historia de fantasmas. se busca ghostbuster.