El avión negro
Es asombroso cómo en ocasiones el color de un objeto cualquiera
-un sonido
-la estela de perfume que deja una mujer
-alguna palabra - el estribillo de una canción
o la transparente y cálida luz
de esta mañana de septiembre
-por ejemplo
gatillan en la arbitraria superficie de la memoria
hechos-acontecimientos ---tendidos en el olvido
Hoy el aroma del césped recién cortado de un jardincito
mezclándose con el olor a combustible mal quemado
de los automóviles detenidos en el semáforo de la avenida
me devolvió imágenes de la infancia en Lobos
de una tarde en particular --en el bar de Ferraresi
un local con mucha madera - en el edificio de la Sociedad Italiana
Allí
me llevaba mi abuelo al término de los remates de hacienda
en la Feria de Cardoner
me hacía sentar en una mesa frente a las carameleras
y a cambio de buenos modales
--estarse quieto y mucho silencio--
me dejaba pedir toda la Bidú y el helado que pudiera consumir
Él ocupaba su lugar en la mesa acostumbrada en el centro del salón
compartida habitualmente con don Antonio - don Arturo
-don Jorge
todos dones
a quienes atendía el patrón del bar
siempre y en todo momento-- el Señor Ferraresi
que --entre pedido y pedido -llevaba cuentas interminables
en una libreta de tapas de hule negro
semioculto detrás de botellas de whisky -gin- y licores
expuestas en un extremo de la barra
Fue allí
donde por primera vez escuché hablar
del avión negro
---Sí ----fue ahí-----podría jurarlo
Era verano --las ventanas estaban abiertas
y las persianas entrecerradas
filtraban los restos de un sol agobiante
Los Magnetti Marelli de techo
con el lento giro de sus grandes aspas
removían el aire caliente --el humo de los cigarros --
de los cigarrillos
Eso creo ............ o así creo creer
No puedo precisar quién se refirió a él
mucho menos explicar por qué esa imagen quedó grabada en mi mente
Lo cierto es que --como tantos otros-- repentinamente desarrollé
un apresurado interés por los aviones en vuelo
A partir de ese momento - sin importar donde estuviéramos
en el aula - en el patio de la escuela -o en la libertad de la llanura
cada vez que oíamos el sonido de motores en el firmamento
hallábamos el modo de rastrillar el cielo con la mirada
tratando de definir el color de las lejanas aeronaves
Hoy a décadas de distancia mientras espero para cruzar una calle
en una Buenos Aires
-crecida –sucia - ruidosa
el avión negro es ya un acontecimiento anecdótico
pero es también esa pregunta nunca contestada
acerca del color elegido
Acaso con el paso del tiempo -- no se transformaría
en ese otro de vivos colores
un avión de una aerolínea de bandera
del que --un día de lluvia
descendió el viejo general exiliado
declarándose “un león herbívoro”
Anécdotas de la historia en el paísdel tenemos de todo
de la riqueza fabulosa
el hogar de los mejores del mundo
mezclándose con el sonido de las palabras
------graves -acusadoras -
amenazantes
de unos y otros ---------- propios y ajenos
que en esta hermosa mañana de septiembre aún flotan en el aire
-como lo hicieron aquel día
bajo las grandes aspas de los ventiladores
en el bar de Ferraresi
En el vacío de la noche
All day I hear the noise of waters
J. Joyce
Polváme
sí polváme el centro que me hace
sí -en cuclillas polváme de dientes las ancas
/perladas de su transpiración
sí de lenguas la carne inflamada en ardores
polváme de cara al cielo para que entendiera
/de ese cuerpo desnudo
emergiendo de la ducha cotidiana
el brillo de sus pálidas estrellas
de esos labios fulgentes
que derraman aguas en el agua
el tintineo acuático
de su esparcido perfume
confondant la nuit et le jour
la naturaleza de las ciudades / que despliegan en
la planicie desolada --sus abanicos circulares/ no
será nunca correspondida/ de la vibración íntima
que irradia del fuego -esta ceniza calcinada