Poema en cinco cortes
Diego Palmath
I
Perros que no terminan de ladrar en todas las aceras.
Una venta Un hombre la discreción de sus pensamientos.
Hoy parece que va a llover. Ojos Rostros Pisadas.
II
La naturaleza dentro de la ciudad se ha transformado en
su contrario ¡Cuántos peces vivos están dentro de esta
máscara de cemento?
III
Un calcetín Un zapato El parquet La vereda Un paso de
cebra . Todos estos artefactos son la extensión el guante la
mano de otros. El tacto en serie que nos protege.
IV
El pétalo de una rosa vieja se desprende por el golpe de una
gota. Todo indica que fue el tiempo o la dureza del tiempo.
No hay que dudar que ese pétalo acabará clavado en la
Tierra, salvo suspensión fotográfica o el tiempo detenido;
pero aún así dije: acabará clavado en la Tierra.
V
Y llovió.
Vos y yo
Cecilia Pavón
Hablemos como si no existieran más escritores que yo y
vos
como si no se hubiera publicado nunca ningún libro en la
historia de la
humanidad como si los libros todavía no se hubiesen
inventado
como si nosotros estuviésemos recién formando nuestras
primeras letras.
De repente, el concreto se derrite y la avenidas
se transforman en olas de material viscoso
Miramos todos el piso 13 corriendo agitados por el
balcón.
Algunos dicen “ya pasará” “ya pasará”. Pero es el Apocalipsis,
los libros no
existen, es el Apocalipsis, no existe la literatura policial ni
la poesía argentina
Todos los libros quedaron sumergidos en un sótano que se
inundó.
Inventamos nuestras primeras letras haciendo marcas en
el parquet con una
navaja suiza.
|