En condición
un mínimo movimiento de LO MÁS Y Empieza a t-e-m-b-l-a-r Lo Menos
mirando alrededor con extrema dificultad Como quien debe aprender En condición
un nuevo idioma para (des)entrañar
Intenciones tal vez Finales
piedras de reposo
todo lo que quiero decirte hijo Es que atravieses el sufrimiento
Si llegas a su orilla si su orilla te llega Entra en su noche y déjate
hundir
que su sorbo te beba que su espuma te agobie Déjate ir déjate ir
Todo lo que quiero decirte hijo Es que del otro lado del sufrimiento
Hay otra orilla
encontrarás allí grandes lajas Una de ellas lleva tu forma tallada
con tu antigua huella labrada Donde cabrás exacto y con anchura
no son tumbas hijo son piedras de reposo Con sus pequeños soles
grabados
y sus rendijas
alquimia
grave fue la disputa entre la destrucción y la alquimia Pues ¿quién podría
admirar la rosa de la descomposición?
¿quién haría un lugar para un tallo de color invisible Despuntando
desde la podre-recie-dumbre?
Feroz fue lo inexorable Contundente como el chirrido de una rama
calcinada
pájaro de sed
No de toda lágrima desciende un cuerpo de agua cristalina
no toda lágrima es un pájaro de sed. No toda lágrima es lluvia
[de reverdecer:
algunas flores poseen un aroma de náuseas
22
mi esposo que vive enterrado
tanto le da la vida como la muerte
yo y los niños vamos a veces
corremos en su superficie
EEEE le gritamos
con las bocas pegadas a la tierra
SAAAL queremos verte
ven a ver este sol estas personas estos animales
estamos alegres
Lo oscuro de él no saluda
o se pone triste con la mano
o hace señas para que vayamos
Sal solos de ti
12
ella me abre las piernas
desde el piso
trata de ascender
y no la dejo que aquí no hay nada
se cerró la puerta
se acabó la casa
ella quiere devolverse
por las tardes
se me para entre los pies
calva y caliente y no entiende
que la aparto
que esa puerta se acabó
que no se puede
entrar ya ni salir
ni decidirla
que ya basta de quirófano y cabeza
por las tardes amorosas y sangrientas
y ella tiene miedo
y quiere hundirse
en el útero de nuevo
en la noche y la comida
en su cuarto pegajoso
entre mis piernas
y no la dejo que ahí no hay nada
se cerró la tarde para la cabeza
no hay sangre
ni cuchillo que la conduzca
ni boca de perro que la defienda
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