La cámara verde
Por Cristina Rivera Garza

El TL y la apropiación de las formas estrictas

Hace un año, Februa nos acogió bajo su manto y, ahora, todo este tiempo después, seguimos tan verdes como al inicio, lo cual tomamos resignadamente como un triunfo. Empezar de cero cada vez, ese es el reto y el lema. Caernos, sí, pero nunca de maduros. Para este febrero de nuestra primera vuelta, regresamos, acaso con la obsesión circular de la villanela, con su íntimo rechazo al movimiento rectilíneo que cree en el infinito, al palíndromo. Sí, del griego palin dromain, que quiere decir volver e ir hacia atrás. Se trata, pues, de textos simétricos que igual tienen sentido de izquierda a derecha que de derecha a izquierda. Que la restricción del número de caracteres en twitter se equipare de algún modo con la restricción propia del palíndromo acaso explique la popularidad de la forma en mi TL. No hay tuitero que se respete que no lo haya intentado, al menos una vez. Que el palíndromo sea una frase que se lee igual hacia delante que hacia atrás, tal vez tenga que ver con la afición de los tuitpalindromistas por los temas eróticos y las verdades del cuerpo y la frase XXX. Pueden ser tantas cosas. El caso es que llegan a la Cámara Verde de febrero tanto Pedro Poitevin, matemático y poeta con residencia en Massachussets, como Óscar de Pablo, poeta que, además del palíndromo, ha utilizado su TL para jugar con otra forma estricta: la villanela.

No. 46 / Febrero 2012

 

La cámara verde
Por Cristina Rivera Garza

El TL y la apropiación de las formas estrictas

 

Hace un año, Februa nos acogió bajo su manto y, ahora, todo este tiempo después, seguimos tan verdes como al inicio, lo cual tomamos resignadamente como un triunfo. Empezar de cero cada vez, ese es el reto y el lema. Caernos, sí, pero nunca de maduros. Para este febrero de nuestra primera vuelta, regresamos, acaso con la obsesión circular de la villanela, con su íntimo rechazo al movimiento rectilíneo que cree en el infinito, al palíndromo. Sí, del griego palin dromain, que quiere decir volver e ir hacia atrás. Se trata, pues, de textos simétricos que igual tienen sentido de izquierda a derecha que de derecha a izquierda. Que la restricción del número de caracteres en twitter se equipare de algún modo con la restricción propia del palíndromo acaso explique la popularidad de la forma en mi TL. No hay tuitero que se respete que no lo haya intentado, al menos una vez. Que el palíndromo sea una frase que se lee igual hacia delante que hacia atrás, tal vez tenga que ver con la afición de los tuitpalindromistas por los temas eróticos y las verdades del cuerpo y la frase XXX. Pueden ser tantas cosas. El caso es que llegan a la Cámara Verde de febrero tanto Pedro Poitevin, matemático y poeta con residencia en Massachussets, como Óscar de Pablo, poeta que, además del palíndromo, ha utilizado su TL para jugar con otra forma estricta: la villanela.

En Divisadero, una de las recientes novelas de Michel Ondaatje, el autor equipara la forma de la villanela a la vida. Dice: “Es como la villanela, esta predisposición de ir hacia eventos de nuestro pasado, justo como la forma de la villanela que rechaza moverse hacia adelante en desarrollo lineal, prefiriendo en su lugar hacer círculos alrededor de esos momentos reconocibles de la emoción”. The Norton Anthology of Poetic Forms, editado por Mark Strand and Eavan Boland, tiene una definición parecida: “La singularidad de la villanela es su ausencia de posibilidad narrativa. El desarrollo figurativo es posible en la villanela. Pero la forma se resiste a contar una historia. Da de vueltas en círculos una y otra vez, rechazando cualquier desarrollo lineal, y sugiriendo, al nivel más profundo, la poderosa recurrencia del estado de ánimo y la emoción y la memoria”. Para datos más precisos: Una villanela es un poema de 19 versos que se divide en 5 estrofas, cada una de tres versos, con una final de cuatro. El primer verso de la primera estrofa se repite en el último verso de la segunda y cuarta estrofa. El tercer verso de la primera estrofa se repite en el último verso de la tercera y la quinta estrofa. Estos dos versos repetidos se convierten en el penúltimo y ultimo verso del poema. El esquema de la rima es aba. Las rimas se repiten de acuerdo a los refranes.

Articulando las formas estrictas del palíndromo y la villanela con una de las enunciaciones del presente digital como lo es twitter, tanto Pedro Poitevin como Óscar de Pablo logran actualizar una forma y dotar de resonancia histórica a otra. Moviéndose con igual desenfado entre la política y el sexo, ambos se atienen a la forma pero, más que para honrarla, para subvertirla. La risilla del aquí y ahora se cuela, y no como ruido blanco, entre sus letras. Ejemplos del tipo de lenguajes que se producen en el presente y desde el presente, los 140s de Poitevin and DePablo también nos recuerdan que cada vez es más difícil escribir como si no existiera una revolución digital desenvolviéndose, airosa, en los teclados y pantallas y cerebros y manos de nuestro entorno. Óscar de Pablo (México, 1979) es autor de los libros de poesía Los endemoniados, Sonata para manos sucias, Debiste haber contado otras historias y, más recientemente, El baile de las condiciones, así como de la novela El hábito de la noche. Ha obtenido los premios de poesía "Elías Nandino", "Jaime Reyes" y "Francisco Cervantes", así como las becas de la Fundación para las Letras Mexicanas y el FONCA. Pedro Poitevin, por su parte, es profesor de matemáticas en Salem State University, Massachusetts. Cuando no está pensando en espacios de Banach infinito-dimensionales, a veces le da por escribir. Sus poemas en inglés han aparecido en The Mathematical Intelligencer, Shit Creek Review y Boston Literary Magazine, entre otras publicaciones. Su primer libro de palíndromos, Eco Da Eco De Doce A Doce, fue publicado por Ediciones La Galera en México, D.F. Sus poemas en español han aparecido en Revista Bonsái. Su cuenta de Twitter es @poitevin.

Lo dice el traductor: En 1995 apareció The Age of Wire and String —ópera prima de Ben Marcus—, un libro inusitado e inclasificable cuyo propósito es nada menos que inventariar una cultura, la vida secreta de las prácticas y los objetos. (¿Y qué otra cosa se propone, entre tantas otras, twitter?, interrumpo yo parentéticamente). La obra de Marcus está armada a la manera de un mosaico compuesto por formas breves que funcionan como entradas de una enciclopedia minimalista y extravagante: un “conjunto de documentos que establecen las principales preocupaciones de la sociedad, de cualquier sociedad, del mundo y sus áreas internas”, haciendo uso del estilo frío, plano y pretendidamente científico de los manuales para describir al mundo desde otra lógica. Y es en este sentido que el libro de Marcus guarda cierto parentesco con las instrucciones cortazarianas, y quizá también con los usos que Fernández Mallo hace de jergas extraliterarias, su forma de trabajar la metáfora.

El escritor es un niño encerrado con un solo juguete. Puede aburrirse (y aburrir) muy pronto o puede darle la vuelta al lenguaje, inventar un nuevo juego. The Age of Wire and String es sin duda un juego nuevo. Se trata, si se arriesga una definición, de un ejercicio de ficción especulativa, llevada a las ciencias sociales, que permite exprimirle nuevos significados a lo cotidiano.

El traductor es un niño intentando comprender las reglas del juego.

Herson Barona (Ciudad de México, 1986) estudió simultáneamente Letras Hispánicas y Estudios Latinoamericanos en la UNAM para refrendar su compromiso de nunca conseguir trabajo. Escribe, edita y lee. No siempre en ese orden, así siente que cada día hace cosas diferentes. Padece un jet lag crónico, aunque casi nunca sale de casa. Tiene un futuro muy prometedor, el problema es que no cumple. Es editor de la revista electrónica Bonsái y está escribiendo un libro de poemas sobre lugares a punto de desaparecer.

Otro traductor, mientras tanto, nos envía 5 poemas de Charles Bernstein, en español. Román Luján se ha convertido a últimas fechas en una especie de rey Midas de los PDFs. Visitar su TL (@roman_lujan ) es entrar en una biblioteca sui generis y totalmente gratuita. De Bernstein y de su trabajo de traducción, Luján dice lo siguiente: Charles Bernstein (Nueva York, 1950) es, quizás, la figura más influyente en la poesía norteamericana contemporánea, después de John Ashbery. Heredero de las vanguardias —en especial del dadaísmo—, de la primera generación de la Escuela de Nueva York, así como de la escritura procesual de John Cage y Jackson MacLow, dirigió con Bruce Andrews la legendaria revista L=A=N=G=U=A=G=E en los años setenta y, desde entonces, ha sido el principal teórico y practicante de la llamada Poesía del Lenguaje.

De acuerdo con Ashbery, los poemas de Bernstein no se parecen entre sí y siempre son inesperados. Por ello, desde Asylums (1975) hasta Girly Man (2006), el neoyorkino no ha dejado de producir repertorios de formas nuevas, conocidas, imposibles, reinventándose sin pausa y, a la vez, modelando en cada nuevo poema a un nuevo lector.

Bernstein afirma en su ensayo El poema difícil (http://bit.ly/rFkAYs) —recopilado en Attack of the Difficult Poems (2011)—, que no existen los poemas difíciles o, mejor, no existen poemas difíciles que no puedan ser comprendidos y disfrutados si se los lee con atención. No hay poemas normales o anormales; todo depende de la relación que el lector establezca con el poema en cuestión para que su aparente oscuridad se desvanezca.

De los poemas que conforman esta breve muestra y homenaje, los cuatro primeros provienen de Girly Man, y el último, en memoria de su hija Emma —que se suicidó en Venecia en 2008— sirve de título y epílogo a su más reciente antología, All the Whiskey in Heaven (2010). Salvo Thank You for Saying Thank You, del que existen algunas traducciones al español y portugués —aunque no siguiendo la regla interna del texto: "90 lines/ 269 words"—, los demás poemas son inéditos en español.

Román Luján. (Monclova, Coahuila; México, 1975). Autor de los libros de poemas Instrucciones para hacerse el valiente, (2000); Aspa Viento (2003, en colaboración con el pintor Jordi Boldó); Deshuesadero (2006); y Drâstel (2010). Con Luis Alberto Arellano editó El país del ruido: 9 poetas mexicanos/ Le pays sonore: 9 poètes mexicains (2008). Entre las antologías que recogen su trabajo se encuentran Zur Dos: Última poesía latinoamericana (2004); y Malditos Latinos, Malditos Sudacas: Poesía Iberoamericana Made in USA (2009). Es traductor de poesía en lengua inglesa y candidato al doctorado en literatura hispanoamericana en la Universidad de California, Los Ángeles.

Buenos días, Februa. Buenas tardes, Februa. Buenas noches, Februa.

San Diego/Tijuana, Enero 20, 2011
[mientras escuchaba Cyberia, de Sainkho Namtchylak].

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