No. 46 / Febrero 2012

  Por Emiliano Álvarez
revistero-blanco-baja.jpgBlanco Móvil
Número 119, otoño 2011


No sería inexacto describir a Blanco Móvil como una revista temática: quienes la seguimos estamos acostumbrados a que, en cada número, haya un tema central que enlaza todos los textos (poemas, ensayos, cuentos, etc.) incluidos en la revista. En este caso, más que un tema, se trata de una delimitación geográfica: el número lleva el subtítulo de Literatura de Puerto Rico y, como puede esperarse, funciona como una especie de antología de la producción literaria actual de la menor de las Antillas Mayores.

Como siempre, la revista abre con la nota editorial de Los primeros pasos, escrita por Eduardo Mosches. La de este número me parece especialmente atinada y conmovedora: escrita con una gran sensibilidad, delimita el territorio emocional e intelectual en el que la literatura de Puerto Rico (país que no es país y que carga el engorroso título de "dependencia") se produce. Igualmente atinado y de sumo interés es el brevísimo recorrido histórico (en la mayor extensión de la palabra) Puerto Rico: de la nación latinoamericana al estado 'latino', escrito con gran lucidez por Marco Reyes Dávila. También me resultó interesante, aunque en menor medida, el otro ensayo que acompaña y delimita la producción literaria antologada en Blanco Móvil: Trayectoria literaria contemporánea de Puerto Rico a través de sus revistas y antologías.

De los textos narrativos y poéticos que incluye, rescato los escritos por Madeline Millán, Mayra Santos-Febres, Áurea María Sotomayor, Elidio Torres Lagares, Lourdes Vázquez y José Luis Vega. Con el resto de los autores no pude identificarme o no pude hallar en ellos algo que a mí, como lector, me atrajera particularmente. Qué le va uno a hacer: sucede siempre lo mismo con las antologías y, en parte, es algo bueno que suceda: al fin y al cabo, eso nos habla de variedad y de riqueza. Échele usted, querido lector, una aguda revisión a este número de Blanco Móvil que trajo a mi puerta una gama de voces desconocidas para mí. Además de que incluye la tercera entrega de la separata UAM en el Blanco que, esta vez, nos regala la voz de la poeta francesa Isabel Pierret.


revistero-reverso.jpgReverso
Noviembre 2011-enero 2012, año 10, número 19

Disfruté mucho este número de Reverso. Los contenidos, las ilustraciones y el diseño editorial se conjuntan armónicamente para otorgarnos una lectura placentera. Encontré, eso sí, varias erratas a lo largo de sus páginas que me invitaron a desear un cuidado editorial más minucioso.

En cuanto al contenido, al igual que el de Blanco Móvil incluido en este revistero, el número de Reverso tiene un subtítulo geográfico-antologador: Literatura alemana. Sin embargo, a diferencia de Blanco Móvil, Reverso no se avoca exclusivamente a entregarnos literatura teutona, como dirían los comentaristas de futbol: toda la primera mitad de la revista es un compendio de poesía mexicana joven. Así pues, con una revista dividida en dos mitades, una nacional y otra alemana, decidí adoptar dos estrategias de lectura: en la primera mitad, como conocía muchos de los nombres de los escritores mexicanos reunidos, decidí tacharlos en mi ejemplar de la revista, para emprender, de esa manera, una lectura sin prejuicios, enfocada en los textos y nada más. El resultado fue el siguiente: disfruté, especialmente: El conejo y la chistera, La palabra está hecha de nada, El nado del delfín, Tema para jardín y viento, Rebaño de un solo miembro y Evidencias concluyentes. Disfruté de igual forma, aunque no tanto, los siguientes: La canción de los que empiezan, campo minado, preguntas al azar II, 41. El puente de Varolio y Aparecer o casi. Refunfuñé en la lectura del resto. Percibí una constante: el predominio de la poesía preocupada por la claridad.

En mi lectura de la otra mitad, la alemana (que, a diferencia de la mexicana, incluye también algunos textos narrativos) emprendí una lectura tradicional. Me sorprendió mucho, y muy gratamente, encontrar en los escasos 6 autores alemanes seleccionados para este número (frente a los 15 mexicanos de la primera mitad), una literatura propositiva, poderosa, atractiva, arriesgada, despreocupada de la claridad y preocupada por la honestidad. Preocupada por producir un discurso bien elaborado y conciso, y por enarbolar las ideas, profundizar en ellas, y complejizar en su tratamiento. Sólo encontré un detalle que hubiera cambiado: el trabajo de los traductores me parece impecable; sin embargo, en un caso, un mismo traductor se ocupó de dos escritores, y eso le restó, a mi parecer, un poco de personalidad a esos dos autores. Nada grave, por supuesto.



revistero-letraescriba.jpgLa letra del escriba
Octubre 2011, número 100

Un poco tarde, acaso, llega este pequeño comentario sobre el número 100 de La letra del escriba, revista cubana de (según reza al pie de la portada) "literatura y libros". La revista, he de confesar, no me parece muy atractiva desde el punto de vista visual o material, algo que, sin duda, podría mejorarse. Sin embargo, su lectura es francamente deliciosa.

Tal vez sea alguna especie de deformación provocada por las afinidades y los caprichos del gusto, pero el contenido de este número 100 me parece impecable, en todos sentidos. La calidad de los textos es notable: no hay un texto que me parezca, siquiera, regular. Desde el primero en aparecer (Alejo Carpentier en búsqueda del génesis amerindio y africano, un ensayo lúcido y profundo sobre el trabajo intelectual y las curiosidades maravillosas carpenterianas), hasta el cardumen de pequeñas reseñas que cierra la revista (pasando por un espléndido poema de Soleida Ríos, un impresionante trabajo de sociología del arte rescatado de Poesía y crítica, del difunto Virgilio Piñera, un ensayo sumamente inteligente sobre la revaloración de la literatura "clásica", despojada de ciertos prejuicios extraliterarios, etc.), la altísima calidad, desde y hacia el lenguaje, se impone como una constante, prácticamente absoluta.

Gran revista. Si le es difícil conseguirla, puede usted consultarla en internet, en donde (creo), se encuentra ya un número nuevo.

Consultar en línea La letra del escriba.



revistero-literal-baja.jpgLiteral: Voces latinoamericanas. 2012: El emperador de todos los cataclismos
Volumen 27, invierno 2011-2012

Si usted es asiduo a esta sección de nuestro periódico, ya sabrá que Literal es una de nuestras revistas preferidas. Y la verdad es que tenemos nuestras razones: es una revista perfectamente equilibrada. Excelentes contenidos. Excelente diálogo entre los textos y las imágenes. Excelente diseño editorial. Excelente calidad de impresión. Además de cumplir una labor loable: otorgarnos intensos y novedosos vasos comunicantes entre Latinoamérica y los Estados Unidos.

Este número lleva el subtítulo de 2012: El emperador de todos los cataclismos. Contiene: un balance ejemplar entre contenidos puramente literarios y artísticos (de obra gráfica, en este caso) y una serie de artículos sobre política, economía y cultura, cuyo tema central es la crisis del mundo y su desarrollo en el futuro cercano: el simbólico año (título que se ganó por los malos motivos: una superstición absurda originada por una malinterpretación de los testimonios de una cultura maravillosa, según nos prueba irónica y brillantemente Stephen Houston en la p. 25) que ya estamos pisando desde hace semanas.

Cada artículo es un pieza de relojería, precisa y bien ensamblada. Cada cuadro de la "Galería" es una apasionante ventana abierta. Cada poema, un objeto verbal labrado con cuidado y talento. Los ensayos y la muestra de "fiction", un ejemplo de a lo que la palabra "calidad" debe referirse. No tiene desperdicio.

 
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