De Orientaciones (Versiones de Francisco Torres Córdova)
Aniversario
...even the weariest river winds somewhere safe to sea!
He traído mi vida hasta aquí A este lugar donde lucha Siempre cerca del mar Juventud sobre las rocas, pecho Con pecho al viento Dónde irá un hombre Que no es otra cosa que un hombre Contando con el rocío sus verdes Momentos, con el agua los anhelos De su oído, y con alas sus remordimientos Ah, Vida De niño que se hace hombre Siempre cerca del mar cuando el sol Le enseña a respirar hacia ahí donde se apaga La sombra de una gaviota. He traído mi vida hasta aquí Cuenta blanca negra suma Pocos árboles y pocos Y húmedos guijarros Dedos suaves para acariciar una frente Cuál frente Toda la noche las esperanzas lloraron y ya no hay Nadie hay Que se escuche un paso libre Que amanezca una voz reposada Y en la escollera las proas chasqueen y escriban Un nombre más azul en su horizonte Pocos años pocas olas Sensible remar En las bahías alrededor del amor. He traído mi vida hasta aquí Tajo amargo que se borrará en la arena –Quien haya visto dos ojos tocar su silencio Y unió sus reflejos de sol ciñendo mil mundos Que recuerde en los otros soles su sangre Más cerca de la luz Hay una sonrisa que retribuye la llama– Pero aquí en el paisaje que nada sabe se pierde En un mar abierto y despiadado El éxito muda pelaje Torbellinos de plumas E instantes que se unieron a la tierra Tierra dura bajo las plantas Impacientes de los pies, tierra hecha para el vértigo Muerto volcán. He traído mi vida hasta aquí Piedra consagrada al líquido elemento Más allá de las islas Más abajo de la ola Barrio en las anclas –Cuando las quillas pasan rasgando con pasión Un nuevo obstáculo y lo vencen Y con todos sus delfines la esperanza amanece Beneficio del sol en un corazón humano– Sacan las redes de la duda Una figura de sal Con trabajo labrada Indiferente blanca Que vuelve hacia el mar el vacío de sus ojos Sosteniendo al infinito. Poema II (de Segunda naturaleza) El tiempo es una rauda sombra de pájaros En sus imágenes mis ojos están abiertos Alrededor del verdísimo éxito de las hojas Las mariposas viven grandes aventuras Mientras la inocencia Se desnuda de su última mentira Dulce aventura Dulce La Vida. Figura de Beocia (de Oficio del verano) Aquí donde la mirada desierta sopla las piedras y lo inmortal Aquí donde se escuchan hondos los pasos del tiempo Donde se abren grandes nubes como serafines de oro Sobre la metopa del cielo Dime dónde empezó la eternidad Dime cuál es la cicatriz que te duele Y cuál la suerte de la mentaolivo Oh tierra de Beocia que te alumbra el viento Qué fue de la orquesta de las manos desnudas bajo los palacios La piedad que ascendía como humo sagrado Dónde están las puertas con las aves antiguas que cantaban Y el estruendo que amanecía el terror de los pueblos Cuando el sol entraba como un triunfo Cuando se desgarraba el destino en la lanza del corazón Y encendían los trinos de la guerra civil Qué fue de las libaciones inmortales de marzo Las líneas griegas en el agua de la hierba Fueron heridos las frentes y los codos Por la abundancia de cielo el tiempo fluyó rosáceo Avanzaron los hombres Llenos de sueños y dolor ¡Acerba figura! Ennoblecida por el viento De una tormenta de verano que deja Sus huellas rojizas En las líneas de las colinas y las águilas En las líneas del destino en la palma de tu mano Qué sabes mirar y qué saber llevar Vestida por la música de la hierba y cómo avanzas Entre los brezos o las salvias Al punto final de la flecha En esta tierra roja de Beocia En el himno solitario de las rocas ¡Encenderás los racimos dorados del fuego Arrancarás la mala cosecha de la memoria Dejarás un alma amarga en la menta silvestre! Marina de las rocas (de Oficio del verano) Tienes un sabor a tempestad en los labios –Mas dónde andabas Todo el día por la dura ensoñación de la piedra y del mar Un viento de águilas desnudó las colinas Desnudó tu deseo hasta los huesos Y las niñas de tus ojos tomaron la estafeta de la Quimera ¡Con espuma rayando la memoria! Dónde está la conocida pendiente del pequeño Septiembre En la tierra roja en que jugabas mirando hacia abajo Los profundos habares de las otras muchachas Los rincones donde tus amigas dejaban brazadas de romero – Mas dónde andabas Toda la noche por la dura ensoñación de la piedra y del mar Te decía que contaras en el agua desnuda sus días luminosos Que gozaras bocarriba el alba de las cosas O que a veces pasearas por los campos amarillos Con un trébol de luz en el pecho heroína del yambo. Tienes un sabor a tempestad en los labios Y un vestido rojo como la sangre Profundoen el oro del verano Y el aroma de los jacintos –Mas dónde andabas Bajando hacia las playas las bahías con los guijarros Salada y fría había ahí una hierba de mar Pero más profundo un sentimiento humano que sangraba Y sorprendida abrías las manos diciendo su nombre Y ascendías ligera a la claridad de los fondos Donde resplandecía tu propia estrella de mar. Escucha, la razón es la sensatez de los últimos Y el tiempo escultor impetuoso de los hombres Y el sol se yergue por encima de él bestia de esperanza Y más cerca de él tú ciñes un amor Llevando en los labios un amargo sabor a tempestad. No es para que azul hasta los huesos cuentes con otro verano para que cambien su cauce los ríos Y te lleven de regreso a su madre Para que vuelvas a besar otros cerezos O para que cabalgues el mistral De pie inmóvil en las rocas sin mañana ni ayer, En el peligro de las rocas con el peinado de la tormenta Despedirás a tu enigma.
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