No. 46 / Febrero 2012

 

Odysseas Elytis
 

De Orientaciones
(Versiones de Francisco Torres Córdova)

 

Aniversario

 

...even the weariest river
winds somewhere safe to sea!

He traído mi vida hasta aquí
A este lugar donde lucha
Siempre cerca del mar
Juventud sobre las rocas, pecho
Con pecho al viento
Dónde irá un hombre
Que no es otra cosa que un hombre
Contando con el rocío sus verdes
Momentos, con el agua los anhelos
De su oído, y con alas sus remordimientos
Ah, Vida
De niño que se hace hombre
Siempre cerca del mar cuando el sol
Le enseña a respirar hacia ahí donde se apaga
La sombra de una gaviota.

He traído mi vida hasta aquí
Cuenta blanca negra suma
Pocos árboles y pocos
Y húmedos guijarros
Dedos suaves para acariciar una frente
Cuál frente
Toda la noche las esperanzas lloraron y ya no hay
Nadie hay
Que se escuche un paso libre
Que amanezca una voz reposada
Y en la escollera las proas chasqueen y escriban
Un nombre más azul en su horizonte
Pocos años pocas olas
Sensible remar
En las bahías alrededor del amor.

He traído mi vida hasta aquí
Tajo amargo que se borrará en la arena
–Quien haya visto dos ojos tocar su silencio
Y unió sus reflejos de sol ciñendo mil mundos
Que recuerde en los otros soles su sangre
Más cerca de la luz
Hay una sonrisa que retribuye la llama–
Pero aquí en el paisaje que nada sabe se pierde
En un mar abierto y despiadado
El éxito muda pelaje
Torbellinos de plumas
E instantes que se unieron a la tierra
Tierra dura bajo las plantas
Impacientes de los pies, tierra hecha para el vértigo
Muerto volcán.

He traído mi vida hasta aquí
Piedra consagrada al líquido elemento
Más allá de las islas
Más abajo de la ola
Barrio en las anclas
–Cuando las quillas pasan rasgando con pasión
Un nuevo obstáculo y lo vencen
Y con todos sus delfines la esperanza amanece
Beneficio del sol en un corazón humano–
Sacan las redes de la duda
Una figura de sal
Con trabajo labrada
Indiferente blanca
Que vuelve hacia el mar el vacío de sus ojos
Sosteniendo al infinito.


Poema II
(de Segunda naturaleza)

El tiempo es una rauda sombra de pájaros
En sus imágenes mis ojos están abiertos

Alrededor del verdísimo éxito de las hojas
Las mariposas viven grandes aventuras

Mientras la inocencia
Se desnuda de su última mentira

Dulce aventura Dulce
La Vida.


Figura de Beocia
(de Oficio del verano)

Aquí donde la mirada desierta sopla las piedras y lo inmortal
Aquí donde se escuchan hondos los pasos del tiempo
Donde se abren grandes nubes como serafines de oro
Sobre la metopa del cielo
Dime dónde empezó la eternidad
Dime cuál es la cicatriz que te duele
Y cuál la suerte de la mentaolivo

Oh tierra de Beocia que te alumbra el viento

Qué fue de la orquesta de las manos desnudas bajo los palacios
La piedad que ascendía como humo sagrado
Dónde están las puertas con las aves antiguas que cantaban
Y el estruendo que amanecía el terror de los pueblos
Cuando el sol entraba como un triunfo
Cuando se desgarraba el destino en la lanza del corazón
Y encendían los trinos de la guerra civil
Qué fue de las libaciones inmortales de marzo
Las líneas griegas en el agua de la hierba

Fueron heridos las frentes y los codos
Por la abundancia de cielo el tiempo fluyó rosáceo
Avanzaron los hombres
Llenos de sueños y dolor
¡Acerba figura! Ennoblecida por el viento
De una tormenta de verano que deja
Sus huellas rojizas
En las líneas de las colinas y las águilas
En las líneas del destino en la palma de tu mano

Qué sabes mirar y qué saber llevar
Vestida por la música de la hierba y cómo avanzas
Entre los brezos o las salvias
Al punto final de la flecha

En esta tierra roja de Beocia
En el himno solitario de las rocas
¡Encenderás los racimos dorados del fuego
Arrancarás la mala cosecha de la memoria
Dejarás un alma amarga en la menta silvestre!


Marina de las rocas
(de Oficio del verano)

Tienes un sabor a tempestad en los labios –Mas dónde andabas
Todo el día por la dura ensoñación de la piedra y del mar
Un viento de águilas desnudó las colinas
Desnudó tu deseo hasta los huesos
Y las niñas de tus ojos tomaron la estafeta de la Quimera
¡Con espuma rayando la memoria!
Dónde está la conocida pendiente del pequeño Septiembre
En la tierra roja en que jugabas mirando hacia abajo
Los profundos habares de las otras muchachas
Los rincones donde tus amigas dejaban brazadas de romero

– Mas dónde andabas
Toda la noche por la dura ensoñación de la piedra y del mar
Te decía que contaras en el agua desnuda sus días luminosos
Que gozaras bocarriba el alba de las cosas
O que a veces pasearas por los campos amarillos
Con un trébol de luz en el pecho heroína del yambo.

Tienes un sabor a tempestad en los labios
Y un vestido rojo como la sangre
Profundoen el oro del verano
Y el aroma de los jacintos –Mas dónde andabas

Bajando hacia las playas las bahías con los guijarros
Salada y fría había ahí una hierba de mar
Pero más profundo un sentimiento humano que sangraba
Y sorprendida abrías las manos diciendo su nombre
Y ascendías ligera a la claridad de los fondos
Donde resplandecía tu propia estrella de mar.

Escucha, la razón es la sensatez de los últimos
Y el tiempo escultor impetuoso de los hombres
Y el sol se yergue por encima de él bestia de esperanza
Y más cerca de él tú ciñes un amor
Llevando en los labios un amargo sabor a tempestad.

No es para que azul hasta los huesos cuentes con otro verano
para que cambien su cauce los ríos
Y te lleven de regreso a su madre
Para que vuelvas a besar otros cerezos
O para que cabalgues el mistral

De pie inmóvil en las rocas sin mañana ni ayer,
En el peligro de las rocas con el peinado de la tormenta
Despedirás a tu enigma.


 

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