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portada-entrelacarne.jpgEntre la carne y las palabras
Silvia Favaretto
Editorial Atemporia,
México, 2008.

Por Yussel Dardón
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No. 47 / Marzo 2012


 
 



El silencio es el instante en que la poesía se instaura en nuestra memoria universal, el instante en que el lenguaje transgrede su mera función comunicativa para evocar verdades, el instante que merece estallar para instaurarse en la conciencia, es decir, el instante de darnos la oportunidad de apreciar la vida como ejercicio estético.

Editorial Atemporia nos presenta la primera antología de la joven poeta italiana Silvia Favaretto (Venecia 1977), un libro que reúne lo mejor de su trabajo, y que muestra a una poeta distinta, preocupada por la raíz que evoca la poesía y que se aparta de los convencionalismos eróticos, pues Favaretto muestra interés por el tiempo, el espacio, la carne como elemento no de exclusivo placer sino como receptáculo de lo vivido: experiencia que unas veces se muestra con malicia y otras veces con inocencia, pero que siempre está dispuesta a vivir y porqué no, a trascender: “La inmortalidad/ te ha tocado/ con el verso, con la oscuridad,/ con la ola;/ pero la eternidad te queda grande.”

Entre la carne y las palabras es una antología que despunta desde su título, y que pone sobre la mesa la idea de la corporeidad y el mensaje unidos por la poesía, apuesta que Favaretto hace en su escritura y que manifiesta, sobre todo, en el poema Piel: “Si esta especie de piel/ que me divide del mundo/ no fuera tan sutil,/ podría aun soportar/ el peso de tu cercanía,/ el frío del invierno y/ mi mudo destino de poeta.”

La preocupación de la autora por crear universos poéticos obtiene resultados favorables en el devenir del libro, pues el lector distingue que cada poema va sosteniendo un discurso metafísico donde el fin último de trascender, si es que es el fin último de la metafísica, se consigue a partir de la reflexión de la palabra, y aunque para llegar a este estado sea necesario alterar el lenguaje, incluso violentarlo, observamos que lo evocado es y siempre será la búsqueda de una composición cósmica, pues como indica Schopenhahuer, el mundo es representación de la voluntad, por lo tanto, resultado del arte.

La poesía de Silvia Favaretto circunda entre la representación visual, pues las imágenes que presenta buscan el verdadero significado; quizá es por ello encontramos sus poemas tan cómodos dentro del silencio. La lectura de la antología supone un ejercicio de descodificación a partir de la búsqueda de lo vivido para así aspirar a observar la inmensidad, lo eterno, la nada, como lo muestra en el poema  V de El abismo: “Hay un punto en el cielo donde/ si miras a las 20.04/ de una tarde de verano/ puedes entrever/ el color de la eternidad,/ la respuesta que llena/ la oscuridad del vacío.”

Entre la carne y la palabra está dividido en cinco apartados que reúnen una selección brillante de la autora. Cada uno de estos apartados brilla por poesía propia, pues mientras unos contienen poemas vivenciales, otros se edifican a partir de la resignificación de la estampa poética, que generan nuevas perspectivas de personajes mitológicos; otros más atienden a la poesía, a la creación y la memoria, como el excelente poema titulado Guardar (in memoriam), en el que Favaretto entrega, a mi juicio, un trabajo pleno y antologable, pues su variación de referentes a partir de dos personas consigue desprender de la memoria el pasado, confinándolo al vasto infinito. “Vendrá el pasado y/ me encontrará muerta/ con el pelo enmarañado en el polvo/ y los dedos de los pies/ esmaltados de rojo./ Y contenta, por Dios,/ contenta.”

Favaretto sabe que el lenguaje es muy amplio como para limitarse al preciosismo lírico, por ello utiliza imágenes duras que llegan a saltar por su fortaleza y precisión significativa dentro de la construcción poética. No tiene miedo de causar un malestar pues sabe que al final, como si fuera un fósforo en la oscuridad, se encenderá y dejará una huella de humo en el viento: “Tengo el infierno dentro de mí: Estoy embarazada del hijo del demonio,/ se revuelve convulsivamente/ en mi estómago entumecido,/ me sofoca y grita:/ ‘Terrible, dolorosa e injusta es la vida’”.

Celebro la aparición de Entre la carne y la palabra pues gracias a esta antología conocemos la poesía de Silvia Favaretto, una poeta auténtica que vive en y para la poesía, una poeta que, en palabras de Lauren Mendinueta, es la poeta italiana más importante de su generación.

Silvia Favaretto nos entrega poemas como amapolas en un valle de flores blancas, palabras en tinta de limón, poesía de fuego, fuego nada más.   


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