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Lección de perspectiva
El gato crea el mundo
al toque de su pata, al leve rasguño del bigote:
intricadas paralelas, como en una lección de perspectiva
donde las líneas no se juntan.
Los colores son aquellos que el gato mira,
los variados grises y sepias de la sombra,
el “don de lenguas” que exhibe el sol en filamentos de la hierba
cuando tiemblan con la más ligera brisa.
Después de aves canoras y trepatroncos,
después del tordo, el pájaro carbonero y el pinzón,
el gato crea al ratón, al abejorro y a la araña,
a la libélula luego, que se agita
en el paladar ranurado de su boca,
una palabras con alas.
El gato crea también palabras que tiene dientes,
aletas, colmillos y pezuñas.
A la caída del sol dice un vocablo que se mueve
tan liviano por la mente
como una tenue mariposa nocturna chupa-néctar
con patas de diseño tan sutil,
que camina sobre pétalos y hojas sin herirlos.
Cuando mi padre vino al mundo
La segunda vez que mi padre vino al mundo
le tocó ser mi padre. Muchas fueron las cosas
que hizo y las que no. De ella obtuvo
tormenta y sal. Manos que sostuvieron
mi cabeza mojada, de pequeña.
¿La primera? Ojalá y hubiera sido
algo que pudiera yo ver o tocar:
un arbusto que crece en el cauce seco del arroyo,
una liebre cuando cambia de color para el invierno.
Desearía que hubiese sido nieve fresca
puesta a derretir en un balde,
en la fachada sur de la casa,
donde un hombre levantara su camisa
antes de encontrarse con su amor. Alguna vez aire delgado,
aldaba de hierro, abertura. Tormenta y sal
es lo que mi padre me ha dejado.
Las muchas cosas que hizo y las que no.
Enamorarse
Lo peor de una mordida
de caballo es que el caballo
no puede cambiar de opinión,
no puede abrir el hocico
y liberar la carne,
hasta no haber cerrado las mandíbulas del todo.
Una vez que el dolor ha comenzado
sabes
que tiene que empeorar
antes de ceder.
EXCELENCIA EN LO PEQUEÑO
LÁGRIMAS HELADAS EN TU ROSTRO
Invierno: come poco, habla mucho
-definición de la urraca.
Las lágrimas se congelan en las mejillas
y no caen. Es frío, no tristeza.
En algún lugar más cálido, Vallejo dijo
que debíamos aprender
otra manera de llorar. Por ahora
tendremos que hacerlo del modo antiguo.
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La perspectiva del gato
