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No. 51 / Agosto 2012


Segundo Concurso "MAS" de Poesía Infantil
Por Ana Franco Ortuño


La creatividad y el proceso de escritura de niños y jóvenes son una disposición de su ánimo; es decir, viven en ellos y, por lo tanto, son fáciles de alimentar. Algún disparador: un objeto pequeño, una imagen, unas palabras troceadas de un periódico, les son suficientes para generar un universo en el que imprimen sus experiencias y sueños.

Los poemas de esta selección responden a un ejercicio de taller que se llevó a cabo a lo largo de un ciclo escolar, en segundo año de secundaria. Iniciamos con la escritura de su autobiografía, seleccionaron párrafos y palabras, los transformaron en figuras e imágenes, decidieron qué se quedaba y qué no, y en qué forma. La intención de este tránsito ha sido tomar de sus vivencias, un extracto.

Los poemas reflejan una edad en la que se intuye la todavía lejana visión del adulto, y que incluye inevitables rasgos infantiles, recientemente abandonados; rasgos que forman parte incluso de los modos de un recuerdo muy joven. Tránsito que los adolescentes atraviesan fortalecidos, sobre todo, por la curiosidad.



Michelle Lozano

(Ciudad de México, 1997)


Preguntas Existenciales

Dudar de la presencia de una madre a causa de los malos modales,
tener que decirles qué está bien y qué mal, me frustra.

Conformarme,
tener que adaptarse;
eso son las ovejas.

Estoy confundida,
indecisa,
insegura,
tengo demasiadas preguntas,
me hacen dudar.

Sí, soy independiente,
de carne y hueso,
un humano solitario.

No, no soy así,
soy fuerte,
y aún así, ficticia.




Ana Pascoe
(Ciudad de México, 1997)

Descripciones Despeinadas

Es de mi riqueza tener a muchas personas queridas a mi alrededor.

Si me pegan, y no me dejan de pegar, puedo estallar, pero lo que intento es no guardar fuego.

No busco alcohol destilado, sino mostrarles a los perros lo que es una máquina del tiempo en la vida.

Empezó una época muy viva en mis muebles viejos.

La señora Flynn nos invitaba un poco de libros y nos consentía.


Recuerdo especialmente el olor a limón del primer día:

mi hermano y yo dando amores por el diminuto departamento.

Después de Malden fuimos a Brooklin sin romper esta costumbre de la esperanza




Martha Echeverría
(Ciudad de México, 1997)


Soy nieve

Toco las cuerdas de mi ninfa
Mujer de la transparencia,
Que en el arte resguarda
Una luciérnaga escondida.
                                    Al lograr mi derrota
                                    Recuerdo el terror y el frío,
                                    Que a tu maldito sueño llegaron
                                    Unos espectros suicidas.




Olivia Luengo
(Ciudad de México, 1997)


Eximir

Creen que tengo una mente arbusta, 
con nudos.
Aflójalos y verás 
un profundo mar inexplorado
lleno de estrella para vigilar.
En sueños blancos escribo
con tinta de luz
diseños de nubes emplumadas de imposibilidad.
Lo verídico pone un cristal opaco en mi camino.
Me lastima la vista y el corazón.
Obstruye mi vuelo
y limita que alcance el toque del aire del cielo.