Qué es lo vivido [1980]
{play}www.archivopdp.unam.mx/media/dolorescastro-lovivido.mp3{/play} I ¿Qué es lo vivido en qué poro ha quedado o en qué ráfaga? Puente a la oscuridad o la pendiente veloz de una sonrisa que se apaga, pero también calor en medio de la sombra, acomodo de criaturas que buscan suavemente su modo de dormir mientras una ventana se va cerrando hacia el oriente y la luz de la tarde se unta silenciosa. * Todo está bien: no mintieron los rostros de las cosas, sólo sabían brillar en su secreta forma de caer, sólo sabían decir: es así, así es, mientras acrecentaban su caída, se hacían ovillo, y en su acomodo hablaban en voz baja de lo que hubieran querido ser. * Bajo la forma gris de las cenizas cuántos tonos de rojo, cuántas lenguas se quieren desatar para arder; cuántas columnas de aire que gozaron de peso y consistencia en su día, sostienen el papel de seda para envolver fantasmas, que aún tosen suavemente para no desaparecer. II Nadie diría hacia dónde ni en qué forma. Nadie ha vuelto. ¿Dónde lanzar la vista, ciega como lo blanco de los ojos? Nadie diría hacia dónde ni en qué forma. Las alas no han nacido. El chasquido de las horas estremece las sombras y el descanso. Las madejas de seda del entorno sólo anuncian lo oscuro: silencios de crisálida, ciegos y amortiguados. Es la ronda nocturna, el revolverse sobre el mismo cuerpo que no tiene respuestas: las rosadas encías del anciano ya no pueden morder verdades acidas pero en el sueño, pero en la seda y su amortiguadura los golpes de la vida pierden brutalidad. IV Es el mar que regresa después de huir mil veces. Son los días y su paso de langosta que devora el silencio. Es el mar y los días: son las horas de paso redoblado y las noches fugaces con sus lunas que crecen y decrecen. Es el sol cotidiano y sus fulgores; el cielo de la noche, donde asoman sus ojos centenarios muchas estrellas frías. Soy yo con una caja resonante donde guardo preguntas. VIII Es verdad que se aloja en alguna parte, en la más recóndita, resguardada de aires y de olvidos. No sé delimitarlo, sólo sentirlo: en el sobresaltado sueño está presente: en lo negro del párpado cerrado y en mi futuro cierto. Un delgado cabello la separa del placer y consume como cucharadita de nieve cualquier excelsitud en su cumbre más alta. ¿Quién se atreve con ella? Sólo el amor hasta el último aliento. Sólo el amor su resta sobrepasa. IX No es una sola muerte, es la muerte con mil máscaras distintas: a la vuelta del día, en lo mejor de la noche, a la mitad de la vida. Mi mano tiene muerte, el polvo de sus alas entre mis dedos me recuerda que está viva.
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