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portada-tesauro.jpg Tesauro
Karen Villeda
Fondo Editorial Tierra Adentro
México, 2010

Por Julio Fernández Meza
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No. 53 / Octubre 2012



Hace escasos dos años Karen Villeda publicó Tesauro. El libro está dividido en seis partes, la primera es “Términos preferidos”, antelación del grueso del volumen, que son las lexicografías, las cuales se titulan según cada una de las vocales de nuestra lengua, de la A a la U precisamente. Esta sección inaugural es quizás la más importante del libro pues en ella se introducen los personajes protagónicos, Femenino y Masculinidad, así como Tiempo y Espacio, que si bien no comparten el papel estelar, gozan de su propia definición, de su entrada léxica. A la vez este apartado expone el discurso de Tesauro, cómo se estructura y desarrolla. De ahí denominarla “Términos preferidos”, pues inaugura y manifiesta los elementos esenciales del libro. Veamos el texto que lo abre:

 

 Tiempo1 m. “Sucede hace siglos y siglos” // Pábulo para helar el corazón de la dualidad // Ensimismamiento en un portarretratos de corazón, juego de dos: Pareja (continuamente ampliada, reajustada y actualizada en la memoria) desternillando de la risa // Tandas de falsedad, espasmos de azogue // Percepción de coexistencia en el mismo plano // Tiempo es el redivivo (pauta ciega de la simiente) // “Ni el Tiempo resguarda la memoria” // Ronquidos y tictaqueo…//

 

Aquí se describe el Tiempo, con nota al pie inclusive. Se menciona a la Pareja del volumen, Femenino y Masculinidad, la cual evoluciona paulatinamente en varios sentidos, lee, escribe, interactúa, hace el amor, viaja, discute, opina, se transforma en otros personajes. En cuanto a las secciones de las vocales están tienen puntos en común. La mayoría comienza con su interjección respectiva. Personajes o espacios de menor importancia aparecen conforme los apartados se suceden como Dúplex, Zorzal, Lobreguez. Uno de los fragmentos más llamativos se encuentra en “Lexicografía E”, pues es tanto lúdico como heredero y acaso muestra el motivo para concebir el libro:

 

   Femenino y Masculinidad abren al azar Teoría del color: Leen —en lengua para destierro— un poema: A noir, E blanc, I rouge, U vert, O bleu: voyelles, / Je dirai quelque jour vos naissances latentes // “Nosotros somos blanco”, dicen. Dúplex es sinónimo de Lobreguez. La biografía del autor desarregla sus sentidos. Les revela: “No teman a la ausencia de color”. “Busquen el exceso”. “Plural es una sensación cromática”.

“¡Verbalicen los colores!”…


El exceso. Buscarlo. He ahí la poética de Tesauro. No temer el exceso sino poetizarlo. Es evidente la deuda con Rimbaud. Si describiera en una palabra este libro, sería con el adjetivo “polifónico”. Desde el título mismo se observa esta característica, la doble significación: literalmente es un tesauro, término ahora en desuso para el diccionario o el catálogo de palabras, y también es un tesoro con un valor específico.

La polifonía es recurrente. A ello responde la sobreabundancia de recursos, lo cual no constituye por fuerza un detrimento. Esta desmesura se exhibe en los paréntesis, las diagonales, los subrayados, el uso indistinto de mayúsculas, minúsculas, cursivas en una misma palabra u oración (en Offset la o es sustituida por el cero), las comillas, los guiones para abrir diálogo, los guiones que fungen como paréntesis, las citas, las abreviaturas, las notas al pie, las tachaduras, el empleo de otros idiomas, la intertextualidad, por mencionar sólo algunos recursos en Tesauro. Es menester la lectura cuidadosa al surcar el texto. Su riqueza no estriba en la utilización de los trucos bajo la manga sino en la baraja misma.

Lezama Lima abre así La expresión americana: “sólo lo difícil es estimulante”. Él consideró que su obra era asequible para iniciados y, en efecto, tiene razón. Si bien cualquiera puede arriesgarse a leerlo y comprenderlo en cierta medida, mucho quedará pendiente. Abordarlo demanda una especie de iniciación, pues para interpretarlo debidamente, como él hubiera querido e incluso más allá, se requiere un esfuerzo. En sí, todo texto supone atención para interpretarlo. Pero también es cierto que ésta varía según el texto, de ahí las múltiples maneras para hacerlo. Esta acotación puede bastar para Tesauro, no para calificarlo como difícil, juicio a toda luz previsible, sino para impulsar al lector. La región más transparente también abusa en la administración de sus recursos y ello no aleja al estudioso, al lector común. No comparo las obras. Señalo el punto de partida -a mi ver, el adecuado- para afrontar el texto de una autora muy joven, un texto-catálogo de nombres y personajes, si éste nos reta, devolvámosle el desafío.

 
1 Tiempo (Femenino sabe latinismos al dedillo) Contención que se disuelve en lo cifrado: “Había una vez” Extempore “A lo largo de” A Deucalione “Hace”… Ab eterno




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