No. 54 / Noviembre 2012


3. Poética de la lengua
(Entrega 5)

Atanor. Notas sobre poesía
Por Francisco Segovia
 

columnas-atanor.jpgMETÁFORA Y VERDAD (26/04/2004): La verdad poética es esencialista en cuanto a su expresión (o, si se prefiere, es metafísica). “Las perlas de tu boca” es la forma esencial de la proposición “Los dientes son parecidos a las perlas; son como las perlas”. Para el poeta, lo importante de esta frase no reside tanto en la forma de expresar esa esencia —omitiendo el verbo ser— como en que la metáfora la hace surgir de pronto y revelar su ser. Dicho de otro modo, la metáfora expresa la condición significativa de sus términos en cuanto posibilidad de asociación en un mundo significativo, un mundo en el que perlas significa ‘dientes’...

La metáfora hace visible la relación secreta que hay entre dos términos y la ofrece a la vista no como accidente sino como necesidad. Esa relación no es una aventura: es un matrimonio. Y el matrimonio aparece como uno de los rasgos esenciales que identifican a cada uno de los esposos. Para el poeta, forma parte del significado de diente el ser (como) ‘perla’, y viceversa, aunque ese significado sólo aparezca en la ocurrencia de la metáfora...

¿Aunque? ¿No se reduce siempre el significado de las palabras al contexto en que aparecen? Sí y no. Las palabras varían según el contexto, pero también tienen una suerte de significado esencial (un alma, decía Darío), que es el significado en que se basan los diccionarios, ése, a donde van a parar las metáforas cuando envejecen y se lexicalizan (es decir, cuando los hablantes dejan de sentir la metáfora y entienden el significado de la palabra como una nueva acepción).



La poesía es ese lugar donde las metáforas no se lexicalizan, donde no pueden convertirse en acepciones del diccionario, o donde la acepción del diccionario recupera su metáfora y fluye otra vez, como muestra Borges al decir que el Támesis es otro de los nombres del agua (Cf. 02/05/1998).


La metáfora muestra el borbotón creativo de la lengua, de la significación. Por eso los estudios literarios resultan siempre algo frustrantes: desean secretamente la lexicalización de las metáforas y creen que comprender a un poeta consiste en convertir sus metáforas en acepciones del diccionario... Se olvidan de que las metáforas son la lengua de la lengua...


"Las perlas de tu boca”... Una metáfora tan gastada que ya ni siquiera suena a metáfora. La uso por aclarar, pero a sabiendas de que en la actualidad de la poesía (en su realización) las metáforas aparecen (o deben aparecer) como algo novedoso, sorpresivo; o, mejor dicho, como una revelación. En este sentido, la originalidad de un poeta abona a su verdad y, en el fondo, a su sinceridad (que es la única divisa con que puede blandir una legitimidad), pues resalta lo menos común en su propia naturalidad. Es como si el poeta descubriera la identidad natural entre dos cosas del mundo y nos la mostrara por primera vez. Conocíamos ya dientes y perlas, pero no nos habíamos dado cuenta de que forma parte de la naturaleza (de la identidad) de cada uno el poder ser (como) el otro; esto es, poder representarlo en una metáfora. Que esté en la naturaleza de las cosas expresar su ser —como decía Walter Benjamin— significa que está en la naturaleza de las cosas ser otras sin dejar de ser ellas mismas, ser su doble simbólico (su ka, dirían los antiguos egipcios). En resumen, ser significativas...


PAVESAS:

Chocar palabras como piedras, hasta que salte la chispa. (16/07/2009)

El hombre en su lengua, como el pulpo en su tinta. (19/07/2009)

Una intuición ve de súbito la forma que tendría la verdad en algo, si en ese algo la verdad estuviera ya mostrada. (10/08/2000)