No. 55 / Diciembre 2012 - Enero 2013


3. Poética de la lengua
(Entrega 6)

Atanor. Notas sobre poesía
Por Francisco Segovia
 

columna-atanor.jpgPRESOCRÁTICA (18/06/2010): Me gusta el lubricán de la era presocrática, cuando no había que distinguir con claridad la noche. Las reglas del juego no eran muy estrictas. Uno podía ser al mismo tiempo filósofo y poeta, filósofo y profeta, santo y charlatán, médico y mago... Nadie se extrañaba de ello. Ni siquiera uno mismo.


HEIDEGGERIANA (29/12/2002): Lo distintivo del lenguaje poético es que es indeterminado. Esto no significa que sea vago. Su indeterminación determina vigorosamente un carácter irreductible. En primer lugar, porque en él no viene a cuento separar la forma del fondo, lo que impide concebirlo al modo de la metafísica (esto es, separando lo sensible de lo suprasensible, los sonidos de su significado, etc.), pero también porque ningún análisis podrá hacerle justicia cabal, por más que los análisis no sean del todo inútiles y en algo nos ayuden a prepararnos para oír lo que se dice claramente (pero sin metafísica) en esa lengua que es, por así decirlo, dos veces lengua...

La lengua, como la luz, es doble: onda y partícula. Pero además —como decía mi padre— también es doble como onda: AM y FM... “La lengua dobleancha de los hombres”, que decía Vallejo...


POESÍA DICHA Y POESÍA REDICHA (09/05/2004): Una poesía que se propone declarar verdades instituidas (o, peor, institucionales) se ciega voluntariamente al borbotón de la lengua. Sus metáforas —cuando las hay— son de cartón: cosa juzgada. No parte en busca de la verdad sino que la encuentra ya dada. Para ella, la verdad es un dato. Sin la sinceridad de la partida, no es más que un viaje espurio; turismo poético. Lo mismo si rezonga que si alaba. Lo mismo si se trata de versos de Pound que de versos de Benedetti....

Una poesía que parte y otra que llega al lugar de su confort… En esto quizá se entiende la diferencia entre el saber y la sabiduría... El saber ha visto y ya sabe; la poesía (el arte) sólo ve cómo se aleja siempre el horizonte...


EL SUSURRO DE LA POESÍA (09/05/2004): En cuanto lengua metafórica, la poesía no da entrada a verdades instituidas; esto es, no habla fuerte, como habla siempre el diccionario (por descriptivo y neutral que pretenda ser). Por eso la autoridad social del poeta reside más en sus opiniones públicas que en sus propios versos, aunque se haya ganado esa autoridad a punta de versos (y en cierto modo traicionándolos)... Paz se preguntaba si la política se había “comido” la voz poética de Gorostiza y González Durán. Yo creo que sí. Y creo que incluso a él acabó por apagársela un poco, pues la voz poética (“la otra voz”, como él decía) no puede jamás decir lo mismo que la voz instituida, la voz institucional, la voz del poder. Por eso habla bajito, y en sus murmullos dice incluso cosas opuestas; es más, casi debe decir cosas opuestas. No porque haya una ley natural que así lo exija sino porque está en la naturaleza del lenguaje ser proteico...

Aun protestando violentamente, la poesía es la voz baja de la lengua. No es la voz popular en el sentido de la política sino la voz popular en el sentido de lo político (lo político en cuanto desconfianza de la política)… Vaguedades, chistes, rumores, poemas: todo aquello que espanta al poder y al diccionario...

En su disposición frente a la recitación puede verse, quizá más que en ninguna otra parte, lo que distingue a Eliot de Pound. El primero se atiene a la voz baja de la tradición; el segundo, a una teatralidad pomposa de la voz —canta, pero no deja de sonar un poco a declamador, a Bertha Singerman, al cura en el Kyrie... Así se entiende que, por lo general, los poetas sean aburridos cuando leen sus poemas...


PAVESAS:

Hay poetas que confunden el verso con la enumeración. Para ese prosaísmo, el poema es una línea sinóptica; la poesía, sinopsis. (29/10/1998)


La verdad no se dice: se adivina. La verdad es indecible. Pero hay que poner juntas unas cuantas palabras para que haya dónde adivinar. Palabras: cartas del Tarot. (01/05/2007)