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Arnaldo Antunes:

Uno no tiene que hacer nada: basta con ser lo que uno es, y ya.

Por Mónica Maristáin

Invitado al Festival Poesía en Voz Alta 2007, organizado por la UNAM, a través de la Casa del Lago, el poeta y músico brasileño Arnaldo Antunes (Sao Paulo, 1960) conversa en entrevista con Mónica Maristáin.

 

Hace unos años usted hizo una muestra de grafías y poemas que se llamó Caligrafías. Y ahora en Saiba, su más reciente producción discográfica, elige escribir con su propia letra la información en la portada.

Me gusta mucho la tradición oriental y milenaria de la caligrafía. Para los orientales, la caligrafía es una modalidad artística. Tengo ese interés de contaminar visualmente las palabras, para extraer de ellas una entonación gráfica que dé otra dimensión a la expresión. En el caso de Saiba, también había interés de remarcar, con la escritura propia, el tono intimista, el carácter personal del disco. Por eso también están mi acta de nacimiento y las huellas de mis pies cuando era bebé.

¿Cómo fue su infancia, Arnaldo?

Bueno, nací en Sao Paulo en 1960, pertenezco a una familia normal de clase media. Soy el cuarto de siete hermanos. Mi padre es ingeniero y pasó toda la vida dando clases en la universidad. Lo que recuerdo es que trabajaba muchísimo, llegaba tarde y muy cansado a la casa. Mi madre era ama de casa y cuidaba de nosotros. Yo también pasé un tiempo en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Sao Paulo (USP), pero luego mis actividades artísticas me restaron tiempo y tuve que dejar de estudiar.

Su hogar fue bastante libre, según parece, porque pudo hacer siempre lo que quiso.

Sí, desde muy chico estuve interesado en los distintos lenguajes del arte. En mi adolescencia fui muy tímido y para vencer mi timidez empecé a crear. Primero fueron poemas, luego canciones y así seguí.

¿Qué poetas le interesan además de Haroldo de Campos?

Oliverio Girondo, Vicente Huidobro, Jorge Luis Borges, Lezama Lima, me estoy refiriendo a los de lengua española.

¿Y su propia poesía? ¿Puede analizarla, ser objetivo en torno a ella?

Sí… Creo que hay una línea entre mi poesía y el constructivismo, eso de ver al lenguaje como algo material, como algo muy lúdico, que a la vez proviene e incorpora elementos de la poesía concreta. También en mi poesía hay otro aspecto más lírico, ligado a la tradición de canción en Brasil. Fui también influido por la contracultura y por el rock and roll.

Quizá por eso no nos damos cuenta cuando aparece un poema en sus canciones. Al menos no nos damos cuenta inmediatamente... me refiero concretamente a “Dinero”.

Sí, puede ser. Yo trato de hacer dos cosas muy distintas. Una es escribir un poema y la otra escribir una canción. Cuando escribo algo para ser leído es muy diferente a cuando escribo algo para ser cantado. Sin embargo, en la vida hay sorpresas y una de ellas fue que “Dinero” fue musicalizada por Jorge Ben Jor. De hecho grabó varios poemas de mi libro As coisas y me los mandó. Fue un presente que me hizo muy feliz.

Me desilusionó un poco su libro Doble duplo, me parece que tenía una traducción al español muy deficiente...

Es que es muy difícil traducir del portugués al español. Para mí el traductor de poesía tiene que ser poeta, para poder conseguir un efecto sonoro parecido al de la lengua original. Creo que la traducción de Iván Larraguibel [diseñador gráfico venezolano] funciona como un auxilio, al tener los textos en español y en portugués y permitir la comparación. Pero no es una traducción rigurosa, no recrea los aspectos formales de mi poesía. Si bien es verdad que yo participé un poco en la selección de los poemas, para que fueran elegidos los que funcionarían mejor en español. Personalmente, pienso que mis mejores poemas son los más intraducibles.

¿Tiene planeado, de todos modos, hacer un trabajo más atento para que el público que habla la lengua española conozca su obra literaria?

Hay un proyecto de traducción en Argentina que está haciendo el poeta Reynaldo Jiménez y una artista visual que se llama Ivana Vollaro. Es un proyecto muy riguroso.

¿Qué opina de Robinho?

¡Maravilloso! ¿Qué puedo decir? Es un crack, uno de los mejores jugadores que han aparecido en los últimos tiempos. La dupla que hacía con Diego era fabulosa. ¿Sabes que mi equipo es el Santos?

Sí, claro, por eso le pregunto. Hablemos de lo que realmente importa, Arnaldo, del fútbol. ¿Qué opina de Ronaldo?

A ver, Ronaldo es un genio, pero no está pasando por un buen momento. No me ha gustado mucho su desempeño en los últimos partidos, sobre todo con la camiseta brasileña. También me gustan Ronaldinho Gaúcho y Kaká, creo que esos son los jugadores brasileños más interesantes actualmente. Claro que siempre está Roberto Carlos, con su patrón fijo, siempre rendidor, siempre competente.

¿Usted jugó al fútbol alguna vez?

¡Por supuesto! Todos los brasileños hemos jugado al fútbol alguna vez. A veces era atacante, a veces era defensor, pero no era muy bueno.

¿Cómo se puede ser padre de familia, artista prolífico, famoso en su tierra, tantas cosas y no volverse loco?

Uno no tiene que hacer nada: basta con ser lo que uno es, y ya.

Y con esa última frase, tomada de la canción “Los Tribalistas”, que da título al disco y a la exitosa banda que formara con Carlinhos Brown y Marisa Monte, Antunes se despide y se alista para entregarnos en la Casa del Lago de la UNAM la performance que ha preparado.

 

 


 

 

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