No. 51 / Agosto 2012

 

revistero-literal.jpgLiteral
Latin American Voices
Primavera 2012

Esta primavera salió a la luz un número más de Literal, revista que nos ha acostumbrado a unos estándares de calidad a los que hace honor con esta nueva entrega. En esta ocasión, el tema central es el papel de los así llamados “intelectuales” en Latinoamérica. La planeación editorial es impecable: leer los ensayos de este número es como asistir a un congreso de altos vuelos sobre el tema. No adopta una postura: pone a los textos a discutir entre sí. Que el lector se quede con el que más le convenza; si el latinoamericanista, si el neoliberal, si el poscolonial. Mi favorito: “Ilusiones de paz”, de John Gray, traducido por David Medina Portillo. 

Fuera de los ensayos publicados a propósito de este tema central, hay, como siempre, poesía y crítica de arte. A diferencia de otros números, en éste, el volumen y la calidad de los ensayos superan al de esas otras muestras creativas, que, de cualquier manera, resulta interesante revisar. Una vez más, en resumen: comprar esta revista no tiene desperdicio. 





revistero-partida.jpgPunto de partida
La revista de los estudiantes universitarios
No. 173, mayo-junio 2012

Este número está dedicado a la poesía actual (que no necesariamente tan joven) del estado de Guerrero. Leer esta revista es siempre una acción iluminadora: la voluntad editorial se centra en mostrarnos un panorama completo de la realidad, no en que los textos publicados se atengan a cierto gusto. Ya quien lea se sentirá identificado con uno (o con varios) de los siempre múltiples estilos presentes.

En mi caso, la poesía de Carlos F. Ortiz, Brenda Ríos y Julián Herbert (a quien ya conocía), y el poema “Las águilas están algo sombrías”, de Citlali Guerrero, fueron lo que más me atrajeron en este número. Me atrajo porque noto en ellos una búsqueda con la que soy afín: luchar porque la poesía se centre en una exigencia más rigurosa de la dinámica de la escritura, así como en hallar nuevas posibilidades de expresión, pero de manera inteligente. El resto del número no me entusiasmó de la misma manera, ya que la poesía mostrada en él opera de una manera, precisamente, contraria.

Con todo, vale mucho la pena conseguir esta revista y revisarla completa. No recomiendo, particularmente, la introducción, pues, me parece, trata de convencer al lector, desde el principio, sobre cuáles son los autores que valen más, y, por otro lado, no creo que logre expresar algunos de sus argumentos de la mejor manera. En todo caso, conviene, tal vez, leerla después de revisar todo el número, pues también, es cierto, provee información cultural y sociológica valiosa.

La inclusión de la obra gráfica de Sol Natividad Núñez no es lo más acertado de este número, no por otra cosa, sino porque la calidad de la reproducción y de la impresión no es suficiente para que uno pueda apreciarla bien.



revistero-unidiversidad-votos-de-pobreza.jpgUnidiversidad 
Revista de pensamiento y cultura de la BUAP
Año 2, número  7, mayo-julio 2012

Lo primero que se nota al tener esta revista entre las manos es su creativa propuesta de diseño: el título del número es “Votos de pobreza” y, en un juego semántico, la revista está cruzada por una ranura, como si fuera una urna de votación. La urna tiene una boleta con dibujos paródicos de los símbolos de los siete partidos que existen en nuestro país. La revista, sin embargo, no trata directamente acerca del problema electoral, sino más bien de la crisis que existe a nivel mundial, en los ámbitos económico, social y político.

En cuanto a los contenidos, lo que más disfruté fue el magnífico ensayo de Terry Eagleton, con el que abre la revista, así como la lectura de “Igualdad y prioridad”, de Derek Parfit, que vale muchísimo la pena. Sí hay que resaltar que no es ésta, propiamente, una revista de literatura: es, más bien, una revista de análisis y reflexión que incluye algunos textos literarios. En este caso, un cuento de Ignacio Padilla y un poema de Tomás Segovia, cuya lectura puede resultar interesante. 

El resto de la revista no me resultó particularmente atrayente, pero sí deja ver el valioso esfuerzo editorial que implica el armado de cada número. Además de que se incluyen otros textos, cuya calidad va más allá de mis gustos personales. 

Sólo me queda comentar que, a pesar de lo ingenioso del diseño exterior de la revista, el diseño de los interiores no es, según este reseñista, muy atinado, además de que la obra gráfica escogida para acompañar los textos es de calidades y estilos muy desiguales.