Neftalí Coria (Huaniqueo, Michoacán, 1959) (parklife) los años que se amontonan en la computadora la apatía de ir al baño de lavarse los dientes de los reality shows que repiten por la madrugada promociones en los recibos del banco a doce meses sin intereses ir al estadio a la cantina a los mejores puteros de la ciudad en el auto prestado del vecino besar hombres con tetas mujeres con pito salir al auto lavado para despertarse en le filo de un puesto de tacos dos cervezas en el suelo la cicatriz de un botellazo afuera del antro esa novia escupe después del sexo oral los mejores amigos esperan estrellarse en el muro de contención la sangre las patrullas los paramédicos lo atropellaron en la avenida solo repetía las placas el coche se dio a la fuga nota roja antes del desayuno niños recortan a bob esponja de la caja de choco krispis porque nadie quiere ir a la escuela sólo los curas los futbolistas trabajan los domingos también son para una parrillada para una película de batman con toda la familia un refresco una orden de papas fritas donde poco a poco aparece el ticket del hospital el feliz parto de otro niño saludable
(traficante) despertarse a media noche con el furor de los disparos borracho en la maciza y húmeda oscuridad veraniega con los sicarios heridos en la nueva plaza comercial y para decir tu nombre bajarme el ziper despacio como oprimiendo una jeringa y ver en la pantalla de plasma la oscuridad de tus pezones la noche sólo una gota de adrenalina para mis labios para el calor de tu cuerpo esta descarga eléctrica qué muslos qué respiración qué sexo agrio y mórbido ahogas
(el acto mecánico de mirar) el acto mecánico de mirar la cuadratura que cercena los puntos rojos del láser es el reflejo que te predispone sobre el camino del entendimiento ese charco de aceite enterrado en la córnea o es la opacidad el mutismo clave de sombra en mancha corpórea que al detener la vista argumenta en morosa dialéctica la estafeta de humo en los ojos del creyente si supieras cómo es el rojo la nave que al encallar esconde su desastre simetría de la luz entre la sombra forma concéntrica el malestar la barbarie azul verdinegro enredándose en las membranas espera a que venga el estallido la indiferencia esa otra carne del pensamiento a restituir el acto pecaminoso de compararte el acto mecánico de mirar consiste en desviar los puntos que ves en la parte superior de los cuerpos mientras el vértice fija chasquidos de sangre coágulo porque lleva su nombre de piedra lugar seco fértil agua de rocas manantial de la ventisca en todas partes / omnipresente / hacia ninguna parte observa la desesperación ese gran puño de niebla cómo hierven los tuyos a la intemperie esa negra comitiva de ceguera en ojos abiertos
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