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No. 56/ Febrero 2013 


Autorretratos
Poesía muy joven
 

Por Eva Castañeda Barrera


“Por mi parte, soy o creo ser duro de nariz,/ mínimo de ojos, escaso de pelos/en la cabeza, creciente de abdomen/ largo de piernas, ancho de suelas,/ amarillo de tez, generoso de amores,/ imposible de cálculos”. Estos son los versos iniciales de Autorretrato, poema del chileno, Pablo Neruda. Las palabras del texto están lejos de ser pretensiosas, trazan de modo sencillo la imagen de un hombre común cuyos gustos, amores y esperas, se nos van revelando: “amable de mujeres,/activo por padecimiento,/poeta por maldición/ y tonto de capirote.”

A partir del poema anterior, alumnos de segundo de secundaria del Colegio Madrid, escribieron su propia versión. ¿Cómo lo hacen? Desde sus vivencias, con sus palabras que dan cuenta del desparpajo propio de su edad, pues un poco a la manera de Neruda, se describen sin pretensiones y con franqueza ¿La poesía? Está como intención y como forma, decir: “feroz como una dama/ rápido como una lechuga”. Es nombrarse desde la sencillez y la exactitud, es también renombrar lo que son desde la poesía.

Presentamos pues, algunos autorretratos.



 

Marcos Carral Gadea
(Ciudad de México, 1999)

Lo que yo pienso de mí
es que soy un lince con la vista.
Demasiado pelo.
Tipo palito de pan.
Negro como el blanco,
flojo como las tuercas,
fan de estupideces,
amante de las amantes,
afortunado de nada.

Aficionado de los cábulas
melancólico de los amores,
hermoso como las mujeres,
informado y organizado,
hiperactivo por maldición,
sucio, pero limpio,
frío como la noche.
Mi piel es como las estrellas.

Entrometido en las conversaciones,
áspero como mis manos.
Vulgar por afán,
discreto para todo,
consentido en casa.

Tan tonto como Albert Einstein,
Don Juan con las mujeres,
oscuro en el día,
resplandeciente en la noche.
Feroz como las princesas.


Santiago Gutiérrez Caballero
(Ciudad de México, 1999)

Creo que yo soy fuerte de ojos y cejas,
lamentablemente la edad me sacó pozos petroleros.
Con una selva en la cabeza y en… ya sabrán.
Muy sobresaliente con boca retraída,
pálido de tez y contraído de abdomen.

Talentoso como los trapecistas,
siempre con cuerdas de guitarra entre mis dedos
y un balón que siempre está entre las redes.

Hablador entre los voceros,
ocurrente entre las ideas más claras.
Amoroso entre los corazones,
a veces mentiroso como los políticos.

Aviador entre boca y boca,
desordenado entre los papeles,
sentido como las mujeres,
selectivo como en los seminarios.

Tan rico como la pizza,
tan adicto a la compu como el mismo que se droga,
tan amigable y viejo en amigos como chabelo,
tan joven entre los años como el último bebé que ha nacido.

Sentimental con las mujeres
y compasivo como el propio Dios.

En pocas palabras, soy lo que soy
y seré lo que me toque ser.


Andrea Maytorena
(Ciudad de México, 1999)

Por mi parte soy:
corta de piernas, poca de talla,
alas en la mente, abierta a poca gente,
candado a manera de boca,
rencor sin razón, amor al talón.
Brazos como tentáculos,
buena para espectáculos
y el temor parecido a un tumor.
Imposible de quitar,
la pena del lugar
intento del estilo.
Yo vivo entre las letras
siempre y cuando cumplan mis metas.
Criaturas, bestias, fantasía,
yo vivo en la irrealidad,
pertenezco a los animales
y dicen que me comporto como tal,
detesto estar entre la gente,
de muy poca imaginación
me expreso con el corazón
pies, manos, y el resto de mi humanidad
pertenece a la actualidad.
No soporto estar en un mar de vanidad
me canso de intentar
encajar en la actualidad,
si por mi fuera
viviría eternamente
en mi propia realidad.


Monserrat Moreiras Venegas
(Ciudad de México 1998)

Pienso ser o creo ser: torre de castillo, enana por dentro, cabello de marfil dorado, noble por naturaleza. Apuesto lo que sea, que si no fuese de carne y hueso sería de de raíz y tallo. Dueña de mis días, fuerte y débil, de corazón abierto de par en par, discreta e indiscreta, búho perezoso, sensible cuál dormilona al tacto, de cuello firme y estrecho, dictadora de mis lágrimas y víctima de mi cerebro. Creativa sin razón, temerosa pero valiente, adornante de pequeños detalles, de diente asesino sin compasión, enamorada de por vida.  Ángel y demonio, ave viajadora, paisajista de tardes, animal feroz, animal tranquilo, imponente por dentro más que por fuera, vidente de este cuerpo, de esta alma.

Dino del Cueto Beato
(Ciudad de México, 1998)

Yo soy como dicen que soy:
es que soy de piernas largas,
ancho en las patas,
largos mis dedos,
grandes mis pies.

Mis ojos pequeños,
pelo suave y sedoso,
nariz enana.
Mi ombligo una cueva,
mi panza un valle con lomas.

Soy duro en palabras,
directo en las charlas,
feroz como una dama,
rápido como una lechuga,
fuerte como un tigre,
elástico como una patata,
aficionado al deporte
y caminatas por la playa.

Usar la bicicleta,
andar en patineta,
comer en la Barceloneta
y surfear sobre la arena.

Sólo quiero echar la güeva
O dormir una siesta.
Yo soy así.

De verdad sencillo,
Incluso un poco aburrido.
No soy como creen que soy,
O bueno, así es como me veo yo.


Álvaro Dehita
(Ciudad de México, 1999)

Mis ojos son del color de la noche, brillantes y expresivos. Tengo raíces fuertes y firmes que se parecen a un árbol bien plantado que quiere dar frutos maduros, grandes y llenos de color. Mis ramas son abrazos que dan golpes de alegría a la gente que quiero. Expresan mis emociones y mi sentir. Cuando me enojo soy lava derramada de la punta de un volcán en erupción. Soy manantial de sentimientos, si estoy triste de mis ojos brota lluvia fría que me estremece y si estoy contento mi sonrisa es como un sol que ilumina el día. Mi memoria es como cámara fotográfica que retrata los momentos importantes y especialmente guarda como una sinfonía musical en armonía con las cosas que iluminan mi vida.