Poeta vs. poeta
El ágora contemporánea
Torneo de Poesía


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Este 2012 se cumplieron seis años de subir la poesía al ring como un deporte intelectual y el nuevo campeón, Miguel Santos, emocionado, afirmó que su primer rival desde un principio fue siempre su poema. La poeta segundo lugar, Adriana Ventura, hizo gala de una porra que entre vivas también lazó versos, y orgullosamente en el Centro Cultural España, sede de la Gran Final desde hace dos años, afirmaron ser del taller del maestro Raúl Renán. El tercer lugar, Joana Medellín, con una poesía rica en lirismo y protesta por la toma de poder de Enrique Peña Nieto y los abusos del gobierno, también contó con el apoyo de Poesía y trayecto, así como de la Editorial 2.0.1.2.

No. 56 / Febrero 2013


Poeta vs. poeta
El ágora contemporánea
Torneo de Poesía Adversario en el cuadrilátero 2012

(Subir al ring es reconocer al otro)

 

espacios-torneo-01.jpgEste 2012 se cumplieron seis años de subir la poesía al ring como un deporte intelectual y el nuevo campeón, Miguel Santos, emocionado, afirmó que su primer rival desde un principio fue siempre su poema. La poeta segundo lugar, Adriana Ventura, hizo gala de una porra que entre vivas también lazó versos, y orgullosamente en el Centro Cultural España, sede de la Gran Final desde hace dos años, afirmaron ser del taller del maestro Raúl Renán. El tercer lugar, Joana Medellín, con una poesía rica en lirismo y protesta por la toma de poder de Enrique Peña Nieto y los abusos del gobierno, también contó con el apoyo de Poesía y trayecto, así como de la Editorial 2.0.1.2.

Vale la pena anotar un fragmento publicado en Milenio Diario sobre la final:

 

Uno de los momentos climáticos de la noche, fue el segundo round de la segunda semifinal entre Ventura y Medellín, en la cual ambas presentaron poemas emotivos sobre la crítica situación de México tras la nueva toma del poder. El otro momento alto en la noche, y que fue protagonizado por el estruendo de las porras, fue el tercer round entre Santos y Ventura, para delimitar quién era el nuevo campeón, que por un momento estuvo empatado a dos votos para cada uno de los púgiles poéticos. Al final el último voto fue para el poeta de la UNAM, Miguel Santos.

 

Los trofeos escultóricos fueron realizados por Rodrigo Vargas Oropeza, y los cuadros originales para los poetas, fueron donados por los artistas plásticos, Omar Soto Martínez, Eric Martel y Miguel Jesús Escalona (Escabernal).Los tres primeros lugares también ganaron la edición de un poemario dentro de la Colección Poesía sin permiso, de la Editorial Verso Destierro, y su inclusión dentro de la memoria antológica del Torneo de Poesía 2012. Este año el evento contó con el patrocinio de más de diez proyectos independientes, entre ellos, Rojo Siena, Taller nuclear, Amate Ediciones, Arte Duro (curaduría), Hostería La Bota, entre otros, así como de la Coordinación de Literatura del INBA y de Faro Tláhuac.

En este breve texto hacemos un recorrido a través de los cronistas del Torneo de Poesía, que también ha generado esa nueva variante para la poesía: “el cronista poético”, sitio que ha sido ocupado y ejercido con diligencia tanto por los comentaristas en vivo, como por los comentaristas escriturales, entre ellos, Andrés Castuera, Gustavo Alatorre, Hugo Garduño, Sandra Vázquez, en la locución, y en las crónicas, Arturo Alvar, Graciela Roque, Rocío García Rey, entre otros periodistas de la poesía.


En la calle andaba la poesía

Bien lo escribe la poeta Eva Castañeda en la solapa de la primera antología del Torneo de Poesía Adversario en el cuadrilátero:

 

Los poetas bajaron del Olimpo, se asumieron como seres terrenos y despojaron a la poesía de ese velo de divinidad que la sitúa peligrosamente en un lugar ajeno y distante de los hombres comunes. Los poetas bajaron del Olimpo y asumieron el compromiso ineludible que la obra artística, en tanto que producto social, tiene con su entorno, con el tiempo y el espacio que le tocó vivir. Los poetas bajaron del Olimpo y la poesía salió a la calle.

 

espacios-torneo-02.jpgPor su parte, Arturo Alvar, apunta: “El Torneo de Poesía, en principio, retomó la práctica del box como crítica que exhibía una guerra: la que se vive históricamente entre los poetas, aunque después evolucionó en otros sentidos, como señala Andrés Cardo en distintas discusiones vertidas por las redes sociales. Precisamente se trataba de exponer este conflicto como un “deporte intelectual”, en el sentido que el público formara parte de la experiencia poética, por lo que en ese mismo tono se establecieron reglas claras para la competencia lúdica, en un ejercicio de plena autonomía con respecto a normas ya instituidas. En el sentido con que Nobert Elías vio el proceso de civilización como pacificación de las costumbres o como la filosofía de las olimpíadas de la Grecia antigua, que establecía la paz entre las ciudades-estado durante los periodos de justa, los poetas se reúnen en torno a lo que Barthes llamó un “coloquio de contendientes”, donde el conflicto queda expuesto ya sea para convencer o conmover, mediante la palabra, a una mayoría: el público, por lo que si no hay un trasfondo democrático plenamente identificado, sí por lo menos hay un rasgo civilizatorio que, a diferencia del box —cuyo objeto es mermar a puños la condición mental y física del contrincante, donde cualquier táctica y habilidad gira en torno a esa finalidad devastadora que es el nocaut— pone en práctica un ethos más cercano a un para sí del lenguaje poético como condición para librar una competencia justa.

En el ring nada es nuestro excepto la voluntad de convencer, lo que no está predeterminado. El poeta se acerca a la plaza pública para saciar su sed de diálogo, consigo mismo y con los demás. Una noción de igualdad a partir de la identificación que, más allá del triunfo o la derrota, da lugar a una relación de opuestos que al final se sincretiza ahí donde termina el enemigo y empieza el adversario. No es el diálogo platónico del “pensar en común” que asume la sujeción alumno-maestro como exposición pasiva, sino que —más aristotélicamente— en este caso es el diálogo del “pensar divergente”, más agresivo y dialéctico, una batalla en primera instancia escenificada por dos rivales de distinta naturaleza, pero que en igualdad de circunstancias se plantea como deporte popular; como festejo cívico hecho poesía”.

La escritora Graciela Roque escribe sobre los cuartos de final en el Semanario Deportivo de Poesía: “El 24 de noviembre de 2012, el Palacio de Bellas pudo sentirse orgulloso de abrir su costado derecho para  la realización del Torneo de Poesía 2012 en su fase Cuartos de Final, en el que la poesía replicó el eclecticismo de su bella arquitectura, se escucharon hermosos poemas que evocaron lo prehispánico, lo urbano, movimientos poéticos como creacionismo, surrealismo,  ultraísmo e infrarrealismo.Al frente del ring azul y amarillo, los asistentes agrandaron la arena poética cuando también desde las jardineras presenciaron las justas poéticas. El primer enfrentamiento Lovera vs. Huber resultó una excelente llave para inmovilizar al público. Los rayos del sol en pleno apogeo atenuados con  sombreros de cartón, obsequio de la Editorial Versodestierro, obligaron a que se lanzara en el segundo lugar, una de las luchas estelares: Miguel Santos vs. Alejandro Zenteno que conmocionó por la forma en que perdió Zenteno. El combate de Joana Medellín vs. Carlos Chávez absorbió como un agujero negro la atención de un grupo de adolescentes que jugaban en el costado opuesto, los ánimos entre el público fueron creciendo de tal forma que para el tercer round de Joana, el público le contó los diez tiempos junto con la referí, sin embargo, esto no apagó la bravura de la guerrera. En la lucha Adriana Ventura vs. De La Torre, Adriana también contó desde su primer round con la calidez colectiva del público que lanzó un grito general cuando la declararon triunfadora del enfrentamiento.El criterio de más de cien espectadores y los jueces coincidieron en la elección de los ganadores. La música de ambientación lució sincronizada con cada asalto. El guitarrista francésKrisDiNatale ofreció un solo delirante”.

Sobre Miguel Santos, campeón 2012, escribe Danny Thiemann, en la página estadounidenseMatador: “Santos’ poetry has plenty of flash. But rather than search in the dark, his poetry searches for its imagery in the past. If his memory had flesh, it may be tanned black from how often the light of his gaze has fallen upon it. The past and memory are central themes in his writing. Speaking of a lost loved one, Santos says, you are this ancient forest resin, Quetzal rubbing it on my back, his hands whispering No More”.

espacios-torneo-03.jpgEn la crónica que realiza Miguel Ángel Córdoba sobre la final habla sobre algunos de los personajes creados expresamente para el Torneo de Poesía: “El primer enfrentamiento dio inicio, la réferi Hortensia Carrasco, otra poeta consumada, dictó las reglas del enfrentamiento: está prohibido usar máscara, tirarse al suelo y rapear, entre las indicaciones que recuerdo, tienen tres minutos para declamar su poesía, al término de este tiempo se contara en orden regresivo, no pueden exceder el límite del tiempo, y a la señal de ¡verso!, en vez de ¡box!, sonó la campana para dar inicio a la contienda, el primer participante soltó una andanada de imágenes y figuras en forma de rectos, volados y demás combinaciones, mismas que contestó su contrincante cuando fue su turno. Terminado el round, mientras se esperaba la deliberación de los jueces los comentaristas, el presentador, Poetastro y Steelman alternaban observaciones y ocurrencias, el ganador del primer round: Miguel Santos. La réferi, con sus originales botas-tenis, dio inicio al segundo round, otro intercambio de imágenes, sinestesias y alegorías fueron ejecutadas en combinaciones magistralmente dominadas, en esta ocasión Víctor Lovera se llevó el triunfo en decisión dividida. El ambiente estaba muy cargado, estaba en juego el pase a la final y una vez definida la estrategia a seguir inicio el tercer round, remembranzas, rectos, jabs, onomatopeyas y otras series de combinaciones dieron el resultado a favor de Miguel Santos. Las porras, un desafío y persecución de Steelman contra el Poetastro y el vuelo del surf deslizándose entre las ondas musicales dieron inicio al segundo enfrentamiento”.

Los jurados de esta gran final fueron: Ana Franco, Queta Navagómez, Elia Espinoza, Estela Guerra Garnica y Oliverio Arreola y reunió cerca de 500 personas. La fase clasificatoria se realizó en la Feria Internacional del Libro del Zócalo; los octavos de final en el Centro Cultural José Martí y los cuartos de final en la explanada del Palacio de Bellas Artes. La convocatoria del Torneo de Poesía 2013 se abre en agosto.

El Torneo de Poesía es una competición donde la poesía se manifiesta como un deporte, y los poetas se enfrentan en un versus, siendo calificados por profesionales de las letras. Se divide en cinco fases: clasificatoria, octavos de final, cuartos de final, semifinal y Gran Final. Se desarrolla sobre un ring de 5 x 5 metros, y una vez seleccionados los 16 finalistas, de entre todos los postulantes, se enfrentan en tres rounds de tres minutos (de un modo cercano a la lucha libre, a tres caídas), con la regulación de un Réferi que hace valer el reglamento del combate. El Torneo de Poesía también es comentado en vivo por locutores culturales especializados en el género, y los poetas son acompañados de un mánager, que los asiste técnicamente para los enfrentamientos. El concepto nace de la idea de Adriana Tafoya y Andrés Cisneros de la Cruz, de ejercer la poesía como “deporte intelectual”, aunque antes se había ocupado el término de torneo poético en México, principalmente en los debates entre clérigos del siglo XIX, que disputaban a través de “poesías” en América Latina (según Méndez Plancarte en su antología de Poetas Novohispanos —siglo 1521-1621—, tomo primero, p. 14 “El debate no era sino un torneo poético-escolástico”). El planteamiento actual del término tiene que ver más con un debate público de los estilos poéticos que se desarrollan en una geografía cultural, representando una estética, sea personal o de algún grupo o colectivo.