Aurelio Meza
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  No. 57 / Marzo 2013


Aurelio Meza


 

Ubico al poeta del mañana en una etapa avanzada del giro multidisciplinario: un individuo que, como los humanistas del Renacimiento, eran hábiles en múltiples campos discursivos y formas de conocimiento. Para mí, en un futuro no muy lejano, el poeta sabrá manejar y manipular a su antojo las reglas y convenciones no sólo de la literatura en general (prosa, verso y diálogo dramático), sino también de las ciencias sociales y naturales, las nuevas tecnologías, los conocimientos prágmaticos para practicar el survivalism, para aprovechar los factores curativos y regenerativos de plantas, raíces u hongos, etcétera. El poeta constituirá el receptáculo de conocimiento más afinado y funcional de la sociedad del mañana. Será el bárbaro que devastará la República de Platón, que hace miles de años lo desterró de sus feudos.

Mientras eso suceda, el poeta debe seguir difuminando las fronteras entre las prácticas artísticas “cultas” y las populares, entre la artisticidad y la artesanía, entre el “arte por el arte” y el “arte comprometido”, etcétera. La colaboración y la acción colectiva son dos de los métodos más efectivos de producción conjunta con que cuenta. A lo largo de mis proyectos multidisciplinarios he colaborado con los artistas visuales “Pafnucio” (Eduardo Beltrán Soriano), Amanda Ortiz, Ameyalli Magaña (todos del D.F.), y “Visual Vandal” (de Tijuana). De ellos he aprendido que el signo visual y el signo lingüístico comparten un tipo de fuerza particular: el ilimitado potencial creativo de la multirreferencialidad. Una palabra, así como una imagen, son tan arbitrarios que fijar un significado duradero (esto es, poético) parece un milagro. Una palabra también dice más que mil imágenes. El arte en general, y la poesía en particular, es un acto imposible y por eso mismo es sorprendente encontrarla. Como dice Mark Wallace: “If I keep writing poetry, it’s only because, in a world of reasons, poetry has long since stopped being possible”.


Aurelio Meza (Ciudad de México, 1985) estudió literatura inglesa en la UNAM y la maestría en estudios culturales del Colegio de la Frontera Norte. Poesía: Sakura (en Paraíso en llamas, Literal, 2008) y La droga (Red de los poetas salvajes, 2010). Ensayo: Shuffle: poesía sonora (Mención en el Premio Nacional de Ensayo Joven José Vasconcelos 2011). Corresponsal en México de la revista virtual de arte y cultura latinoamericana www.lasemifusa.com

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Los surferos también son poetas

Texto: Lawrence Ferlinghetti
Traducción: Aurelio Meza
Ilustración: Eduardo Beltrán Soriano