No. 59 / Mayo 2013

 

Hugo Gola
Poemas

 
III

Siempre
          antes
               dije
tengo
        siento
              álamo
ahora todo pasó
mi pobre
             escuálido
                         cielo
espacio           espacio
cuerpo            tu cuerpo
el cuerpo corporizado
férreo   carnal   plúmbeo
actúa   gira   engendra
respira como un dios
engendrador vertiginoso
sacude superficie
penetra
lo sucio lo cocido
lo salvaje del viento
toma la piedra
                     la sopesa
la lanza con la onda
                          del aire
la recupera
piedra de antes
de ahora
de siempre
tierra espesa
                  estéril
sólida
tierra pedrosa
piedra terrosa
y la carne aquí
                    vibrando
antes dulce y sumisa
mística y piadosa
                         derrota
royendo el alma
llega a ser lentamente
piedra            pedregullo
asiento de los ojos
pabellón del oído
fuelle obstinado
                         de la respiración.

La carne azul
                desvaneció su aureola
la golondrina
la torcaza
el gorrión
la sandía
el durazno
el melón nostálgico
viven sobre la rama
se apoyan en el fresno
en el olmo
en la sonrisa lilácea
del jacarandá
corren
      cavan
hacen pozos.

Varió el valor de los objetos
variaron las voces
los silbos
los vórtices
los vuelos
¿qué vale el sol ahora?
¿qué bárbaro vacila?
¿qué viento carnal
deshoja la guirnalda?
¿quién elige
el ojo caído
el párpado guiñado?
¿quién elige aquello
que queda balbuciendo?

Por el camino
camina un corazón
                          desnudo
solo
    solitario
              tropezando
viene
     vino
       insumiso
traspasado de un color ceniciento
hinchado
          henchido
corrupto    consumido
        vino sin sol
                        sin aire
se descompuso
no tuvo tierra
ni humedad
                 ni gritos
ni silencios
todo faltó a su endeble
sensible diástole
a su sístole sistemática.
¿No queda corazón
ni aire tibio
persistente
               azul?

Mas ¿no hay acaso
cielo
     lluvia
           llovizna
nubosidad u oveja
desvalida
           balando
                     insomne
al viento vertiginoso
de un invierno?

¿No hay susurro
flauta pastoril
arbusto
         árbol
florescencia
               néctar
                       polen
efusión
        tarde
             crepúsculo?

¿Silencio también
corpúsculo de sombra
larva respiración
zumo soldados
agudo sufrimiento
silenciosa siniestra
senda de león?

Tentadora progenie
tierra escarpada
sólo el movimiento
modificó la sangre
hizo girar las aspas
de la aurora
y relucir el áureo
                    crisantemo.

Turning in the wind
y la hoja desprendida
deshojada del tallo
giró en el viento
solitaria gozosa
en el inesperado torbellino
el balido valiente
respondió a la flauta
la hoja
          la hoja
girando en el viento
cayó como el balido
y se hizo humus
la piedra
             la piedra
prosaica elemental
ferruginosa
soportó el soplo
de auroras
                 y de vientos
mezclados
mezcolados con el barro
y con el polvo
y con las hojas caídas
pudriéndose
y la llovizna
                  llorando
mojó la piedra
el cerro
           el capulí
el sol soleando
se deslizó
           insumiso
como flojo coñac
puso pan en las grietas
puso su oscura fragancia
de madera
             su semilla
y sopló sobre la suave
                            suciedad
junto al embrión polvoriento
el nido de pajas grises
y de plumas
                persistió
sobre la hoja cimbreante
del sauce lloroso
crió la cría
le puso alas suavísimas
y el cuerpo
                 tocó
                      por vez primera
la lisa superficie
                        del cielo
y se encogió de goce.

 

Siete poemas. 1982-1984.

 

empezar

           cuando todos
             se hayan ido

             depositar
                en la corteza
               mínima

        en la orilla
            que por momentos
            se hunde

      en el ave
          que vuela
       en el árbol
         que vuelve
           a florecer

        depositar allí
            y nada más

 

Retomas (2008).