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No. 59 / Mayo 2012

 

Jorge Esquinca*
(Ciudad de México, 1957; vive en Guadalajara)

 

a Hugo Gola

 

Canta un pájaro

Canta un pájaro
en la noche cerrada
canta porque sí
Tiene un (pequeño)
pulmón
una garganta
No puedo verlo
pero estoy
viéndolo
Se estremece
llena de aire su
pulmón de pájaro
(pequeño)
Está ahí
canta porque sí
no busca compañía
se da a nadie
busca nada
canta
porque puede
en la noche cerrada
cantar
Se estremece
sus plumas vibran
su garganta se abre
suelta el aire
vacía (pequeño) su
pulmón de pájaro
canta
Está ahí
solo y su alma
sin nombre
cantando
sin para qué
Vibra
se vacía
se va haciendo nada
se va dando a nadie
todo él
Firme en la rama
canta
en la noche cerrada
un pájaro.

 
* El afecto y la admiración que tengo por Hugo Gola me condujeron a escribir este poema. Lo leí durante la presentación de su libro Retomas, en la ciudad de México, el 11 de febrero de 2011, unos días antes de su regreso definitivo a Buenos Aires. El organizador fue José Luis Bobadilla y, aunque nunca lo planeó así, yo viví esa ocasión como una despedida. Hugo ha sido conmigo siempre gentil, sus dos revistas acogieron mis poemas y traducciones. Con un tino enorme, reunió en un volumen para la Universidad Iberoamericana las versiones de Henri Michaux que, sin ponernos de acuerdo y durante años, hicimos Ulalume González de León y yo. Él mismo le puso por título, acertadamente, El pulso de las cosas. No olvido una conversación pública que tuvimos en la librería del FCE en Guadalajara, donde dijo de memoria –entre muchas otras cosas memorables- un soneto de Miguel Hernández. Ese recuerdo todavía me emociona