No. 60 / Junio-julio 2013


El vacío y la forma: Bruce Lee

Selección y traducción de Iván García


1

Aquel que se preocupa por presentar bien su arte, deja de ser un buen artista, porque su mente para con cada movimiento. Es necesario volverse uno con la obra.


2

Detrás de cada movimiento está la música del alma que se hace visible. El movimiento vacío, por lo contrario, es como una palabra vacía: no significa nada. Las posturas que no canalizan las emociones de una manera adecuada en su interior son movimientos muertos.


3

Para transmitir un conocimiento de generación en generación, fue necesario organizar una suma de respuestas, clasificarlas y presentarlas bajo un orden lógico. De esta manera, lo que comenzó como una fuente de visión, se volvió conocimiento petrificado, una panacea para el condicionamiento de los discípulos. Éstos no transformaron ese conocimiento en un manto sagrado, sino en una tumba para la sabiduría del maestro. Debido a la naturaleza propia de la organización y la preservación, los medios se hicieron tan elaborados que comenzaron a exigir una tremenda atención, y poco a poco los fines quedaron en el olvido. Al final, la turba de seguidores aceptará ese “algo organizado” como la realidad total.


4

Lo que importa es el individuo, no el método o sistema. El conocimiento y las habilidades adquiridas deben ser olvidados para que podamos fluir cómodamente en el vacío, sin obstáculos. Hay que observar las técnicas como si no las estuviéramos observando. Un método establecido favorece la resistencia, y donde hay resistencia no hay comprensión. Un “estilo” es algo acabado, establecido, cristalizado. Las técnicas de aprendizaje sin experimentación interior sólo pueden conducir a un arte superficial.


5

El hombre clásico no es más que un montón de rutinas, ideas y tradiciones manifiestas. Cuando actúa, traduce todos los movimientos vivos en términos del pasado.


6

Sé flexible. Sólo las formas muertas son inflexibles.


7

Un maestro, es decir, un buen maestro, se apoya en un mínimo de forma para conducir al alumno a la ausencia de forma. Su tarea consiste en insinuar la verdad, no en entregarla como tal, y en insistir en que lo importante es ser capaz de amoldarse sin apegarse a un molde, o de seguir principios sin aferrarse a ellos. Los autodidactas suelen ser grandes profesores.


8

Esta tarde percibo algo nuevo que se queda registrado en mi mente. Mañana, sin embargo, si me empeño en repetir la misma sensación, el mismo placer, esa experiencia será mecánica. La representación no será real. Lo real consiste en percibir la verdad en ese momento. La verdad no tiene futuro.


9

Casi siempre confiamos más en lo que imitamos que en lo que nació de nuestras propias manos. Se impone la sensación de que no es posible confiar en aquello que vino de nosotros mismos. La sensación de inseguridad aparece cuando nos descubrimos solos. Cuando imitamos jamás estamos solos.


10

Cuando lo sustancial y lo no-sustancial dejen de aparecer como algo fijo y definitivo, cuando se disipen los contrastes de esa naturaleza, habrás aprendido a lidiar con la forma sin forma. Mientras exista un apego a la mente y a la forma, no estarás todavía en el verdadero camino. Cuando la técnica surja de sí misma, el Camino surgirá del no-camino.

 

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11

La luz que ilumina todo es fulgurante y está más allá del movimiento de los opuestos. El vacío es un vacío vivo, porque todas las formas emanan de él.


12

El artista genuino no tiene público: trabaja por la pura alegría de trabajar, como quien juega, con un cierto aire de azar. El arte descubre su punto más sublime cuando se despoja de toda consciencia de sí mismo. La libertad se muestra al hombre cuando éste deja de pensar en la impresión que su trabajo provocará.


13

Aprende a vivir con pocos recursos. Ocúpate de la elegancia, no del lujo; del refinamiento, no de la apariencia; sé honrado, no respetable; fecundo, no rico. Estudia, piensa en silencio, habla delicadamente, realiza cada movimiento con energía, actúa con sinceridad, reacciona afablemente, aguarda el momento, nunca te precipites. En suma, deja que lo espiritual, espontáneo e inconsciente crezca a través de los días.


14

Aprender es descubrir. Y la mejor forma de aprender no es acumulando datos, sino explorando, descubriendo lo que en realidad ya existe dentro de nosotros, y el modo en que podemos expandir nuestras vidas.


15

Toda idea que se mantiene en la mente y se transforma luego en emoción, poco a poco irá tomando la forma física más conveniente y apropiada.


16

No me interesan los sistemas u organizaciones. Los institutos burocratizados tienden a recluir a las personas para que respondan a un patrón de conceptos sistematizados. Lo peor es que, al hacer que sus miembros encajen en una estructura premeditada y sin vida, bloquean el crecimiento natural.


17

Descubrir, no sólo imitar. Lo que importa es el individuo, no el sistema. Es el hombre el que puede inventar sistemas, no al revés. No te esmeres en encajar en un patrón que ideó alguien más. Ese modelo quizá sea apropiado para él, pero no necesariamente lo es para ti.


18

Un hombre con voluntad propia no tiene otro objetivo que su propio crecimiento. Sólo el misterioso poder que habita dentro de él, que lo mantiene vivo y lo ayuda a crecer, le inspira respeto. Su único destino válido lo dicta la ley silenciosa e irrefutable de su corazón, al que los hábitos sedentarios suelen oponer resistencia, pero que para el hombre con voluntad propia conforma un destino sagrado.


19

No hay error más grande que anticiparnos al resultado del combate. Nunca pienses si aquello terminará en victoria o en derrota. La única recompensa segura está en nuestros movimientos, no en los resultados de esos movimientos. La calidad de la recompensa reside en la profundidad de nuestra respuesta, en la plenitud de aquello que al interior de nosotros ejecuta el movimiento.


20

Si uno aprende conceptos o trabaja en busca de información, jamás va a comprender. Cuando mucho podrá explicar. Mientras piensan, los hombres se alejan de lo que están intentando comprender.


21

El principio del wu-wei es un movimiento de la intuición creativa total que abre las fuentes internas del hombre. Un movimiento asertivo –tendencia común en los hombres– es preconcebido y racional, de ahí que no pueda penetrar en las pausas íntimas de la creatividad. Un movimiento asertivo es observado desde afuera por el intelecto; un movimiento no asertivo se activa desde la luz interior. El primero es limitado, el segundo es libre e infinito.


22

Rechaza toda forma final que no consiga manifestar la realidad interna.


23

Deja de pensar como quien no está dejando de pensar. Observa las técnicas como si no las estuvieras observando.


24

Para alcanzar la libertad, observa con atención aquello que normalmente practicas. No condenes ni apruebes, sólo observa.


25

Hay una diferencia entre la realización personal y la realización de la autoimagen. Casi todos viven apenas para su propia imagen.


26

El sabio no persigue la sabiduría, vive su vida, y es justamente allí donde reside su sapiencia.


27

Tampoco rechaces impulsivamente la perspectiva clásica, porque habrás creado otro patrón que te mantendrá cautivo.


28

No busques ni huyas.

 

29

Fe sin trabajo es muerte.


30

Escucha. ¿Puedes oír el viento? ¿El canto de los pájaros? Es necesario que aprendas a percibir esos sonidos. Vacía tu mente. ¿Sabes cómo logra el agua llenar un vaso? Convirtiéndose en el vaso. Debes pensar en nada. Volverte nada.


31

El ahora es creativo.


32

El ahora es inventivo.


33

Yo no soy un profesor. Soy, cuando mucho, una señal para quien viaja perdido. Pero cada uno debe elegir su propia dirección. Todo lo que yo puedo ofrecer es una experiencia, nunca una conclusión. Se debe reflexionar incluso sobre lo que estoy diciendo. Tal vez pueda ayudarlos a descubrir y examinar un problema, despertando el conocimiento que en realidad ya poseen dentro de sí mismos, pero no puedo enseñar el conocimiento, porque no soy profesor ni tengo estilo. No creo en los sistemas ni en los métodos. Y sin sistema ni método, ¿qué se puede enseñar?


34

Siento que dentro de mí habita esa gran fuerza creativa y espiritual, que es mayor que la fe, mayor que la ambición, mayor que la confianza, mayor que la determinación y la visión, que es todo eso junto. Mi cerebro se magnetiza con esa fuerza dominante que recorre mis manos.


35

Realiza por lo menos un movimiento al día en dirección a tu objetivo.


36

Los métodos clásicos y tradicionales esclavizan la mente: has dejado de ser un individuo para convertirte en un simple producto. Nuestra mente es resultado de muchos pasados.


37

Estar conscientemente inconsciente, o inconscientemente consciente, he ahí el secreto del Nirvana. Esa actitud tan directa e inmediata en la que el intelecto no halla un espacio para intervenir y dilapidar el movimiento.


38

El amor nunca se desperdicia. Cuando no es recíproco, fluye de vuelta hasta purificar el corazón.


39

Lo que pensamos cada día determina en gran medida aquello en lo que nos convertiremos al final.


40

“Desear” es un apego. Pero “desear no desear” también lo es. Desapegarse significa estar libre de ambas afirmaciones, la positiva y la negativa. En otras palabras, es aceptar simultáneamente el “sí” y el “no”, lo que intelectualmente es un absurdo.


41

El arte nunca es ornamento o embellecimiento, es un trabajo de iluminación. Arte, en otras palabras, es una técnica de libertad.


42

Relación es entendimiento, un proceso de auto-revelación. La relación es el espejo en el que te descubres a ti mismo. Ser es estar en relación.